Bajo La Luna [Sufrimiento]

Capitulo-9                                    -Sufrimiento- 








Cuando Sasha reacciona y logra abrir sus ojos, lo primero que logra ver es el rostro de su Psicólogo sonriendole...



-¿Estas bien?... Menos mal que solo fueron dos minutos desmayada... Iba a llamar ayuda pero pensé que era demasiado pronto para alarmarse.

-¿Q-Que?... -Toca su cabeza y levanta su espalda del sofá- ¿Que fue eso?... -Murmura y observa al castaño- ¿Que dices?... ¿Planeabas dejarme así?

-No... Sí después de cinco minutos no reaccionabas pediría ayuda... Pero, menos mal que estas bien... -Se aleja de ella para tomar asiento en su sofá- Ahora, comenzemos....

-(Siempre es tan frío conmigo)... -Piensa al desviar su mirada-




Sasha solo se dedica a escuchar las palabras que salían de los labios de Albert, quien como siempre y como debía de ser la trataba como una simple paciente...
Cuando el castaño termina de hablar y le dirige su fría y esmeralda mirada, Sasha guarda silencio, fue un silencio tan profundo que le sorprendió un poco a Albert.

-¿Sasha?... -La llamo sorprendido-



En ese instante  los sentimientos de Sasha se desbordaban manifestándose en lagrimas que rodaban por sus pálidas y enrojecidas mejillas.
Era demasiado para ella, el sentirse sola, el sentir miedo a lo desconocido, y el estar enamorada de alguien que quizá no la consideraba como "alguien" en su vida.
Con sus parpados entrecerrados mirando hacia abajo sollozaba...


-Sasha... ¿Sucede algo? Dime... ¿Como te sientes? ¿Por que te sientes triste?

-!Horrible! !Me siento horrible!... !Te amo! !Y te haces tonto!!! -Exclama con un tono entrecortado-

-... -Solo la observa ajustando sus anteojos-

-No me sirve de nada todo lo que me digas... Todo sigue ahí, no se va... Al igual que mis sentimientos... Por eso... Por eso... !Lo odio todo!

-Bien... Quiero que por favor respires profundamente y... -Saca un paño blanco- Se que tus lagrima... -Se lo ofrece al acercarse a ella-

-... -Toma el paño, mirando el mismo- ... Te amo -Musita observando sus dedos temblorosos-

-... -Suspira al cerrar los ojos y alzar una ceja- Sasha... Ve a casa por favor... Tal vez necesites descansar...

-¿Eh?... -Lo mira-

-Veraz... Tu eres una mujer muy fuerte, se que pasas por mucho y se que puedes superar cualquier cosa... Vamos Sasha... Las lagrimas no hacen falta en el mundo, créeme que ya hay suficientes... Así que no llores más... -Sonríe-

-... -Lo observa cortando el silencioso lloriqueo-

-... -Le sigue sonriendo-

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Y así fue... Sasha volvió a casa... Pero salio a caminar para pensar mejor las cosas... Caminaba por una larga calle con grandes arboles que formaban un camino... El viento agitaba sus ramas al igual que su cabello, el cielo nublado que parecía no querer ser testigo de su sufrimiento, solo el suave aroma de los arboles y la sutil caricia en su piel del viento le propinaban algo de tranquilidad.
Comenzó a preguntarse ¿Por que la vida era tan pesada? ¿Por que tenia que pasar por esto?... Mientras veía con sus amarillentos ojos las hojas de los arboles rodar frente a ella...


-(Ya me canse... No entiendo por que me pasa esto ¿ Tendrá Elliot razón?... )


Estaba por entrar  aun café cuando una limusina muy familiar pasa por un lado de ella deteniéndose...
Sasha deja de caminar y observa la puerta de la limusina como esta se abre y sale de ella su rubio mayordomo...



-Señorita... Regrese a la mansión por favor... -Pronuncia en un tono preocupado al acercarse-

-No quiero... -Le da la espalda-

-Pero ya casi atardece y es peligroso que...

-Por eso mismo no quiero volver... -Mira el cielo- Siempre, después de que atardece, y se puede ver la luna algo raro pasa, tu mismo lo haz visto también y siempre es lo mismo, los mismos hechos una y otra vez y siempre es lo mismo, los mismos hechos una y otra vez... Es demasiado por eso, no pienso volver... Así que márchate y déjame sola... Así como lo hacen todos...

-Jamas... -Dice con seguridad y da un paso mas cerca de ella- Usted sabe que yo nunca la dejare... Nunca... Por que usted es mi ama y mi deber es protegerla y obedecerla... -Articula en un tono bajo y algo tímido- Por favor, se lo ruego venga conmigo, sin usted la mansión luce muy triste...

-... -Baja su mirada con reflexión-

-... Señorita Sasha...

-Dime

-... No nada... -Con un semblante afligido mira el suelo-

-¿Que se siente?...

-¿Eh?... -Voltea a verla-

-Tu me dijiste una vez, que también te sucede lo mismo por las noches, dime... ¿Que se siente? Vivir asi -En un tono claro lo observa directamente-

-Así que quiere hablar de eso... Lo haré, si me acompaña a casa... -Sonríe-

-¿Y si te ordeno que lo hagas aquí? Que me digas... Que me contestes...

-Como guste... -Toma con su mano derecha la cruz del rosario que colgaba de su cuello haciendo su mano puño- Yo la entiendo, mas que nadie... Se que da miedo pero.. ¿Acaso ya cree en demonios?

-Algo asi... Hoy cuando estaba apunto de ir a terapia... Me ataco "eso" de nuevo... Pero no era noche, eso fue lo que me extraño... -Se gira para verlo de frente- ¿Que es lo que quieren de mi?

-No lo se, y ya veo... se lo dije, cada vez empeorara mas -Con una expresión melancólica-

-Es fastidioso... Siempre escucho lo mismo... Murmullos, voces, risas, pasos, veo sombras, luces, humo... Me paralizo o algo así estando dormida y mil cosas mas, que se repiten noche tras noche... Y nunca terminan. -Aprieta sus puños-

-¿Es por eso que se siente tan mal verdad?

-No, no es solo por eso.. -Camina hacia la limusina y entra en ella-


Elliot la sigue y se sienta a su lado cuando el chófer avanza en su camino...


-Solo quiero que esto acabe... Ya -Decía Sasha al ver el recorrido por la ventana-

-... -Triste la observa- ( Y nunca acabara...) Solo tenga fe

-No creo en eso de "La religión" -Lo mira de reojo con indiferencia-

-... Muy bien -Serio- (No se preocupe yo rezare por usted, siempre) -Pensaba mirándola discretamente-

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Después de tomar café en la mansión y haber hablado con su mayordomo, Sasha se sintió menos mal, pero la tristeza no se iba, seguía ahí, como si estuviera marcada en sus mas profundos sentimientos.


Se preparaba para dormir, llevándose consigo ese gran oso de felpa con ella, como todas las noches, esperando ser espantada nuevamente, por algún extraño ser, que aun no estaba segura de lo que era...
No soporto y se le escaparon algunas lagrimas al recordar lo de Albert, y por todo lo que tendría que pasar esta noche, una noche mas.
Toma dos pastillas para dormir que le receto su Psicólogo y entra a su cama... Cerrando sus ojos...

Completamente agobiada y hundida en una abrumadora oscuridad, con miedo y desolación así intento dormir, aunque todo esto lo cargara sobre sus hombros... Aunque no quisiera, tenia que ser fuerte.

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