lunes, 30 de septiembre de 2013

NarutOneechan [ Encuentro explosivo ]





Capitulo.- 4        —Encuentro explosivo—





Se disipa el humo que ha creado el estallido. Los cinco ninjas agudizan su visión esperando ver a la chica muerta, pero no ven ni un rastro de ella. ¿En dónde está? Antes de que puedan buscarla, una sombra cruza por las ramas donde se apostaban y con un solo ataque van cayendo como moscas, uno tras otro, terminando en la tierra derrotados.
Yacen al píe de los árboles los cinco ninjas. Y Akane tranquila y con una faz inmutable retoma su camino guiándose por la sensibilidad que tiene de sentir los chakras.

  Horas más tarde, en ese mismo lugar donde quedaron esparcidos los ninjas sin vida. Akamaru olfatea la tierra y Sasuke y Naruto lo alcanzan encontrando los cuerpos por el suelo.


—¿Crees que haya sido Akane? ¿O solo es coincidencia? —cuestiona Sasuke mirandolo de reojo.
—Sí, fue ella. —con un rostro rígido. Naruto acaricia la cabeza de Akamaru— El nos trajo hasta aquí, por   que percibió el olor de Akane. Esto no es una coincidencia, probablemente... estemos muy cerca.
—Entonces...


Sus miradas se cruzan y asienten con su cabeza entendiendo que deben seguir adelante.

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Esa percepción de chakra, cada vez es más y más grande, que hasta le produce un ligero cosquilleo en su cuello. Están muy cerca. No le cabe duda que son parte de Akatsuki. Su corazón golpea su pecho, no por temor o alguna emoción, sino por una especie de adrenalina.
Quizá es un golpe de suerte, es el destino o sin duda el don con el que nació, es realmente impresionante. Cautelosamente pasa de tronco tras tronco, siguiendo a dos hombres con túnicas negras y nubes rojas "Akatsukis". Hasta ahora solo es capaz de ver sus espaldas y reconoce que uno es rubio. Tal y como le habia dictado su padre. Y el otro tiene cabello plateado y lleva consigo una guadaña roja con tres hojas. ¿El rubio será Deidara?. El ninja que asesinó a su madre. Por su puesto que lo hará pagar, ya lo tiene en la mira, pero de momento tiene que ser muy silenciosa y cuidadosa.
Tiene el conocimiento de que son criminales rango "S" y son muy peligrosos. Tampoco es tonta como para lanzarse sin antes estar preparada. Serían dos contra ella y quien sabe a donde se dirigen. « ¿A su guarida? ¿A alguna misión?. Como sea debo actuar rápido...». Arrugaba el entrecejo al pensar, oculta tras un tronco sin perderlos de vista.

Casi instintivamente Deidara mira con el rabillo de su ojo al sentir una ligera presencia tras ellos. Hidan iba hablando sin parar.


—Alguien viene siguiéndonos. —murmura Deidara sin dejar el paso.
—¡No me jodas Deidara! ¡¿En serio?! —esboza una sonrisa sin sentido y enarcando una ceja sigue       caminando.
—Si. —hace un alto y cierra sus ojos.


Hidan se detiene a su vez y lo mira con una sonrisa un tanto maliciosa y psicópata.


—¡Genial!... ¡¿Es débil no?! Casi no puedo sentir su chakra.


Cualquier ninja puede sentir el chakra de un oponente a corta distancia. Solamente Akane posee el Don de detectar un chakra a muy larga distancia.


—¡Ese hijo de puta podría ser un buen sacrificio para mi Jashin-Sama! —engancha su mano en el largo         mango de su guadaña como preparándose, con una ese mismo gesto.


Deidara gira sobre sus talones y alza su mirada y la baja, buscando alguna señal de presencia.


—¡Bien! ¡Ya deja el juego de las escondidas! —grita Deidara con una sonrisa ancha— ¡Yo también quiero jugar! ¡Anda! ¡Sal de una vez, no seas cobarde!.


La resonante voz del rubio, que hasta sonaba en eco. Hace estremecer a Akane. « ¡Maldición!...¿ahora que debo hacer? ». Se alteran sus nervios y es como si todo esa seguridad, confianza y coraje que guardaba se cayera hasta por debajo de los suelos. Permanece inmóvil y con su espalda contra el tronco fuera de la vista del chico.


—¡Mierda, mierda, mierda! —Hidan busca con su mirada por los alrededores. Viendo solo árboles y más árboles— ¡Se escapó! ¡El maldito huyó!. Ya no siento ninguna señal de chakra. Bah... olvídalo y continuemos, si llegamos tarde no quiero que Pain me regañe. Es molesto ese hijo de puta.
—Sí, tienes razón ya se fue y no tenemos tiempo. De acuerdo, andando —no estando muy seguro sigue su   camino.


¿Por qué ya no sienten su presencia ni chakra? ¿Será que el miedo la ha hecho invisible o la ha cubierto con una clase de camuflaje?. Tal vez sea uno más de sus dones, lo que la hace sonreír de satisfacción ¿Pero que le paso? Si estaba tan segura que lo atacaría en cualquier momento. Probablemente fue su voz que la hizo temblar, como si tuviera poder sobre ella. Eso la llena de rabia y la impulsa a salir y correr hacia ellos. Y en un abrir y cerrar de ojos pone una mano contra la espalda del rubio y la otra en la del ninja con la guadaña y da un salto hacia atrás viendo como de sus manos se crea una gigantesca burbuja de chakra rosa que los cubre por completo quedando los Akatsuki adentro.


—¡Já! —se mofa Akane tomando su distancia— ¡Creí que por ser Akatsukis serían más fuertes! ¡Pero son unos tontos! ¡Están atrapados! —suelta una carcajada y haciendo un sello con su mano la burbuja se contrae presionando sus cuerpos y explota deslumbrando en blanco.


La luz desaparece y el cuerpo de Deidara en pie se derrite volviéndose arcilla. Y Hidan cae al suelo muy mal herido. « ¿Arcilla?...». Piensa asombrada.

—¡Maldita perra! ¡¿Pero que clase de jutsu fue ese?! ¡No pude moverme cuando tocaste mi espalda! ¡Mi cuerpo se entumeció y aún dentro de la burbuja no podía ni hablar! ¡Mierda odio ser tan lento! —se tocaba su brazo soportando el dolor de todo su cuerpo y ríe como maníaco— ¡Me duele como no tienes una puta idea! ¡Te voy a...! —detecta el clon de arcilla de Deidara que estaba derretido como una vela— ¡Deidara! ¡¿Donde coños estas?! —intenta ponerse en pie y al instante cae al suelo, su cuerpo aún no responde como debe.


Akane se alarma ¿Qué ha pasado con el rubio?. Respira agitada y sin energía, ha gastado todo su chakra en ese jutsu supremo que tiene. El cual era capaz de matar al instante a su adversario ¿Pero por que ese akatsuki de la guadaña no murió?. Lo que Akane no sabe es que Hidan es inmortal. Sin embargo ha sido muy precipitada ¿Ahora con que fuerza se enfrentará a Deidara?. Ese que es su objetivo, el que verdaderamente importa, y quien burló su jutsu tan fácilmente. Matarlo, no será un trabajo sencillo.
  Hidan sigue quejándose y maldiciendo por que aún no puede mover un músculo. Y Akane percibe una fuerte presencia detrás de ella, y solo puede abrir completamente sus ojos quedando quieta.

—Debo decir que esa explosión me gustó. Pero, le faltó más... arte. ¿Me entiendes? Hm. —se escucha la voz del chico a su oído— ¡Déjame enseñarte lo que es una verdadera explosión! ¡El autentico y magnifico Arte! —amasa arcilla en su mano cerrada, o eso parece, y al abrirla se ve una pequeña araña de arcilla que con sus patitas se trepa en el hombro de Akane.


La risa de Deidara suena mientras se aleja de ella. Hidan finalmente puede ponerse en pie pero le da un ataque de tos y escupe sangre. Experimenta un tremendo ardor en sus entrañas, es tan fuerte que siente que lo quema.

—¡Mierda! —exclama Hidan molesto— ¡Me las vas a pagar perra! —con todas sus fuerzas eleva su espalda y avanza hacia ella.


Akane puede ver como el tipo del arma se aproxima y el rubio con sus dedos erguidos y una sonrisa esta por activar su jutsu.
La araña de arcilla revienta quemándole la tela de su hombro y parte de su brazo, dejándole pequeñas quemaduras. Balanceandose a causa de la explosión no tiene tiempo de reaccionar cuando el triple filo de la guadaña de Hidan le atraviesa el pecho rasgando su ropa y piel, empezando a sangrar y boquiabierta cae de rodillas al suelo y luego de frente, aparentemente derrotada.

—¿Viste, viste? ¡Eso fue una pequeña demostración Hm! —habla Deidara con excitación.
—Maldición... —masculla Hidan y vuelve a toser cubriéndose con su mano y viendo una mancha de su sangre en su palma— Qué jutsu tan extraño. Siento que moriré, aunque no puedo... —rompe en carcahadas y cae de sentón al suelo apoyando sus manos atrás respirando con dificultad.


Deidara deja su celebración para ver con seriedad a su compañero. « Tal parece que su Ninjutsu si es muy fuerte. Muy bien, debo admitir que no estuvo mal, aunque para mi fue fácil de evitar, para el lento de Hidan no. Qué idiota. »
Un remolino de energía corriendo en espiral se ve en el aire, apareciendo Tobi.

—¡Ya llegue! ¡¿Qué le pareció mi entrada Sempai?! —camina hacia el.
—Tobi... ¿qué haces aquí? —pregunta sin interés.
—Ah... —toca su barbilla y mira arriba— ¡Lo olvide! Pero... por lo que veo, se están divirtiendo. ¡Tobi también quiere divertirse!
—¡Já! ¡¿Divertirse?! —contesto Hidan desde el suelo— ¡¿Dime que tiene de divertido sentir que tus órganos se destrozaron?! ¡Deja de decir tonterías y ven a ayudarme imbécil! —tose, pero con más intensidad y más sangre.
—¡Oh! ¡Santo cielo! ¡¿Qué le paso a Hidan-san?!

Exagerando su tono de voz, se apresura a ir hacia Hidan y lo sostiene de sus brazos para ayudarlo a incorporarse pero Hidan no puede mantenerse en pie, por lo que se apoya en Tobi.

—¡Esa perra me ha dejado incapaz de hacer mi ritual para sacrificio! ¡¿De que me sirve que con mi guadaña haya absorbido su sangre?! —la visualiza desde lejos viendo que esta como muerta en la tierra.

Akane seguía tendida boca abajo en el suelo, y su corazón aún responde. Deidara le echa un vistazo. « ¿Por que me parece familiar? A esta chica... ya la he visto antes. »

—Ah bueno... pero, seguro Deidara-sempai se encargo de ella. ¡Estoy seguro! —dice Tobi con el brazo de Hidan sobre sus hombros— ¡Ay Sempai! ¡¿Lo ve?! ¡Por eso no tiene novia!. ¡Mire como dejó a la pobre muchacha! —mira a la chica al hablar— Sempai, usted debería ser más delicado con las mujeres...
—¡Cállate! —frunce el ceño y avanza hacia ellos— Ella se lo buscó, y ya esta muerta. Ya no importa, vam...


Se escucha un quejido. Tobi, Hidan y Deidara observan a Akane algo impresionados.

—Si, si —afirma con su cabeza Tobi— Sabia que esto pasaría...
—Yo... —articula con voz ronca Akane, levantándose lentamente de la tierra— Yo... tengo... —se toma un segundo antes de pararse— Tengo que... —puesta en pie balanceándose un poco alza su vista y pone sus ojos en el rubio— ¡Matarte! —con el ceño arrugado.

Tobi aunque no se ve por su mascara naranja, estaba boquiabierta, podía apostar que ya estaba muerta. « Su cabello es rojo. Solo conozco un clan con ese color tan extraño en la cabeza. Será... ¿Una Uzumaki? Eso explicaría su resistencia y terquedad. Esta chica tardará en morir, no tenemos tiempo Pain nos matará si seguimos aquí... ». Decía a sus adentros mientras la veía.

Akane debilitada, herida, desangrándose y sin una pizca de chakra. Así da paso tras paso, los más pesados y lentos de su vida y poco a poco se va acercando a Deidara quien la observa medio cerrando sus ojos y una sonrisa se traza en sus labios.

—¡Já!... ¡¿En serio crees que tienes oportunidad?! ¡Mírate! Mejor ve a casa... —da media vuelta y se dispone a irse.


Hidan ya se ha desmayado en el brazo de Tobi y su cabeza queda apoyada en el hombro del enmascarado. Tobi no quiere irse, aunque debía, y es que esa chica a despertado interés en él ya que es muy fuerte.

—¡Espera! —le grita Akane y sintiendo sus piernas como gelatina se derrumba al suelo, pero con un esfuerzo continúa arrastrándose.


Deidara se detiene y cierra sus parpados, introduciendo su mano en su bolsillo con arcilla, y comienza a elaborar con la boquita de su mano otra pieza de lo que llamaba arte, pero esta vez une sus dos manos, planeando hacer algo más grande, para acabar con ella de una vez. Siente un tirón en lo más bajo de su túnica negra y baja su mirada viendo los ojos lacrimosos y suplicantes aunque a su vez con un aire de odio de la chica.

—¡Te mataré! — A Akane no le queda más remedio que usar su kunai.

Es tan inútil lo que planea intentar, incluso absurdo, ridículo. Pero no piensa rendirse, luchará hasta con uñas y dientes de ser necesario. No puede dejar su venganza, no puede morir siendo cobarde y sin haberlo intentado hasta la muerte.
  Deidara sonríe burlesco y exhibe su explosivo de arcilla de un tamaño mediano, parecía un tipo de pájaro con la forma de un huevo. Lo sostiene en sus manos y lo deja caer frente a los ojos de Akane en el suelo, retirándose lo suficiente para accionar rápidamente su jutsu.

—¡Explota!


Resuena la detonación y Deidara revisa con su mirada sin encontrar a la chica. « ¿Qué? ¿a dónde fue?...». Alarmado mira a todas partes preparando más arcilla, cuando descubre que Tobi sostenía tanto a Hidan como a Akane. Los dos han colapsado.

—¡Tobi tú...! —Indignado lo fulmina con su mirada.
—¡Ah Sempai! ¡Lo siento, perdóneme por favor! ¡Pero no puedo permitir que la lastime más! —emite una risita traviesa— Además... Pain-sama podría interesarle ¿Sabe a lo que me refiero?
—Tch... —aprieta sus dientes cargándose de coraje.

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Ya es muy tarde cuando Naruto llega al lugar junto con Sasuke.

—Hay rastros de sangre... —informa Sasuke revisando la tierra.
—Akamaru. ¿Estás seguro que Akane estuvo aquí? —Naruto mira al perro.

El canino asiente y produce un corto ladrido afirmativo.

Naruto aprieta su puño que alza hasta frente de su barbilla y con sus ojos cristalinos y una expresión de gravedad.

—Akane...

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viernes, 27 de septiembre de 2013

Teengears [ Valor y Riesgos ]




Capitulo.- 14         —Valor y Riesgos—





La catástrofe que se vive alrededor del mundo está acabando con la humanidad. Ya no existe eso que una vez se llamó vida, para las personas fuera de Estados Unidos. Apenas son alimentados, y cada que algunas naves estadounidenses descargan cajas llenas de alimento por las calles. La gente que sobrevivió y ahora se encuentra esclavizada, se lanza con desesperación y ansiedad a romper esas cajas, empujándose y arañándose para poder alcanzar algo de comida.
No tienen conciencia, ni pensamiento propio. Están como programados a obedecer y vivir para servir a los Estados Unidos. Esta gente no puede hacer nada para defenderse. Permanecen involuntariamente bajo el dominio del HAARP y la nueva orden mundial que impuso E.U.
Siendo el único país en el mundo que conserva a su gente con una estabilidad mental normal, sin la alteración del Haarp. ¿Será que este demonio seguirá reinando en este infierno que el mismo ha creado?.

Dentro del país los medios de comunicación estaban amenazados al igual que todos los habitantes. Su deber es simplemente informar y hacer como si nada pasara, entreteniendo al publico. Muchos ciudadanos estaban atemorizados y eran cobardes, prefieren callar y continuar con sus vidas. Sin embargo desde la inmensa oscuridad se alzaba una chispa de luz, una pizca de esperanza que todo el país conocía. Se trata de un grupo de valientes personas que se oponen al Haarp y al nuevo dominio mundial manipulado y forzado. Para algunos pueden parecer tontos, puesto que sin armas ni nada a su favor, siendo una minoría, es imposible que consigan algún cambio en el gobierno. Pero, este grupo de personas quienes se nombraron así mismos : “ C.E.H ” Siendo siglas de“ Contra El Haarp ”. Aún tienen fe, aunque puede parecer demasiado tarde o demasiado inútil. No se darán por vencidos tan fácilmente.

María, es una mujer que casi pisa los 30 años de edad. Por sus venas corre sangre Mexicana, pero nació afortunada o desafortunadamente en E.U.
Usualmente viste sencilla con pantalones de mezclilla y abrigos color arena, botas cafés de agujetas y normalmente recoge su oscuro cabello con una coleta bajo su oreja. Su piel canela, sus ojos grandes y marrones, nariz respingada y labios carnosos. Una belleza inigualable y una fuerza de voluntad imparable.
A pesar de las amenazas de muerte, no tiene miedo y alienta a su grupo como una buen líder.

Vocifera frente a su equipo en una sala de juntas del ultimo piso en un edificio.

—...¡Por eso! ¡Necesito su apoyo! ¡Se que puedo contar con ustedes! —ve a esas treinta personas sentadas en las sillas poniéndole toda su atención— ¡Hacen falta más miembros y más empeño! —hace a un lado el mechón de su cara— ¡No podemos dejar las manifestaciones! ¡Es lo único que podemos hacer por ahora! —aprieta sus puños— Si... —baja el tono de voz— Si tan solo todo el país se opusiera sin miedo como nosotros —mira la punta redonda de sus botines cafés— Quizá... lograríamos algo.


Algunas personas podrían jurar que María estaba apunto de llorar. Al contrario, ella levanta su frente con una mirada determinada.

—¡Es todo por ahora! ¡Preparence para mañana! ¡Lo intentaremos de nuevo! ¡El Haarp debe caer!


Se empieza a escuchar el rumor de las voces de la gente en la sala que poco a poco iban desocupando sus sillas.
María camina hacia un ventanal largo y contempla detenidamente la gris cuidad y el movimiento en las vías y calles que alcanza a ver. « Aquí, todo parece tan normal. Pero ni siquiera me gustaría imaginar... ¿Cómo la esta pasando esa gente?...» Coloca su mano contra el muro de cristal que parecía ventana y aprieta sus labios sintiendo que alguien se acerca. Su novio.
Naturalmente pelirrojo y de apariencia y estilo Dark. Le gustaba el color negro y no quedaba duda.


—Amor... —pasa su brazo encima de sus hombros viendo con ella la cuidad— Sabes que estoy contigo. Y que te apoyo pero. Mírame —tomando sus hombros y la voltea hacia el—... ¿Estamos bien cierto?. A nosotros no nos ha pasado nada y a esta cuidad tampoco. Sabes que por mi, estaría mejor que renunciaras a todo esto. No tiene caso amor. Solo te estás poniendo en peligro... ya los haz escuchado —alza sus cejas— No me gustaría que te pasara algo. Fíjate el tiempo que llevas manifestando y...
—Basta Tim...


Desvía su mirada y Tim puede detectar que se ha enojado.


—No renunciare. —se aleja de él, yendo a la puerta. Y es seguida por Tim— ¡Piensa en los niños que murieron!  ¡Todos murieron!. Y los que nacerán en un futuro, serán esclavos a partir de los ocho años. Y el Haarp volverá a ser activado para poder controlarlos ¡Piensa en todo eso! —llega al umbral de la puerta y ahí se detiene sin mirar atrás.

Tim la alcanza y acaricia su hombro. Tronándole un beso en su mejilla.

—Entiendo pero... piensa en ti primero. En nuestro futuro. ¿Si?

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A plena luz del día. Pero en lo más profundo y oscuro del océano, no se distingue la diferencia del día y la noche.
Steve les ha puesto un duro y agotador entrenamiento a Lea y Seungri. Entre los cinco científicos mantienen el secreto de la fuerza sobrehumana que poseen. Ellos tan inocentes creen que la facilidad con la que se mueven, esa agilidad, fuerza y rapidez es gracias a los sensores que les implanta Steve en tobillos, rodillas, codos y cuello. No era más que un pretexto. Break sabe que sus jóvenes engranajes no deben confiarse, ya que deben superar sus expectativas, de no ser así jamas podrán vencer a ese demonio estadounidense llamado: Haarp. Que cuenta con un ejercito de élite, siendo parte de esa gran asociación.

Desde la primer prueba que les puso Steve. Ha pasado una semana y las pruebas se volvían cada vez más difíciles. Lea siempre es quien se esfuerza más en superarlas. Seungri seguía siendo un bobo que nada toma en serio, como si fuera incapaz de darse cuenta de la situación que esta viviendo.

Greg, Steve, Jake, Edric y Break, avanzan muy rápido en el cambio del mecanismo y mejoramiento de los Alienbots. Faltaba muy poco para darlos por terminados. Han trabajado duro todo el tiempo, solo hacían breves pausas para atender sus necesidades, también dormían muy poco, pero parecían inhumanos. En sus rostros no se reflejaban los desvelos ni el cansancio. ¿Será por que son del futuro, y su organismo es diferente?. Al ser de una era avanzada.

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Después de un arduo entrenamiento con el estricto y poco sociable Steve. Lea se dispone a tomar un descanso. Y buscando desesperadamente una distracción, visita el jardín subterráneo del edificio. El único sitio en donde podía ver un paisaje natural muy parecido al de la tierra. Y los reales rayos del sol que se proyectaban desde ese techo blanco, la bañaban proporcionándole energía y dándole color a su rostro. Sintiendo la tibieza en su blanca piel, se integra al jardín tan verde y colorido. Tocando a su paso las pequeñas flores que desprendían un dulce aroma y palpando los troncos de los arboles se dibuja una sonrisa en sus labios.
Finalmente puede estar sola y con tranquilidad. Entre la naturaleza, descubre un pequeño arroyo y algunas mariposas que volaban por ahí. Se ve tan real, que por un momento olvida que se encuentra bajo el océano y en un jardín.
Se sienta en la orilla del arroyo y sumerge sus pies desnudos en la cristalina agua, sintiendo como corre naturalmente, sensación que la relaja. Apoyando sus manos en el pasto bien cortado, cierra sus parpados y trata de vaciar su mente hasta del mas mínimo pensamiento.

—¡Lea!

Se oye el grito de Seungri y unos pasos apresurados cada vez más cerca. Con un respingo Lea abre sus ojos y voltea a verlo tras ella arrugando el ceño.


—¡Vete de aquí! ¡Quiero estar sola!

Seungri se arrodilla y observa sus pies en la corriente de agua.

—¡Oh! ¡Yo también quie...!
—¡Cállate y lárgate! ¡¿Que no escuchaste?! —espeta, mirando a otro lado indignada.
—Oye... yo solo. —hace su labio inferior hacia adelante como haciendo puchero— ¡No quiero estar solo! ¡Break y los demás están en lo suyo y estoy aburrido!
—¿Y a mi que me importa?... —mirando sus pies.

Por unos segundos solo se escucha el rumor del agua.

—Lea... ¿Qué pasa contigo? ¿Por qué estás tan molesta?
—¿Por qué lo estoy? ¡¿Todavía lo preguntas?!

Seungri se atreve a sentarse a su lado con sus piernas dobladas cómodamente.

—En cada prueba... —responde Lea sin verlo— ¡Haz sido un idiota como siempre! ¡Todo me lo dejas a mi! ¡Estoy harta! ¡No haces ni el mínimo intento!. ¡Solo gritas y huyes...!. Eres tan cobarde. Le pediré a Break, que te abandone en tu país. No sirves de nada...


Aunque sus palabras fueran bastante crueles. Seungri muestra una sonrisa, de algún modo le parece linda.

—Ah, es eso... —libera una risita— ¡Ah Lea!. Incluso enojada te vez muy bonita. —la mira con el rabillo de su ojo.
—¡¿Eh?! —abre mucho sus ojos mirándolo.
—¿Sabes que he notado?... Ya no te haz mordido las uñas ¡Increíble! —con una amplia sonrisa toma su mano y la observa con una sonrisita— Poco a poquito, irán restaurándose —frota su mano en el dorso de ella suavemente.

Lea no puede dejar de ver su rostro perpleja. Y la sensación de la mano de Seungri le resulta placentera y cálida, lo que hace que brote un rubor en sus pálidas mejillas. No entiende por que su corazón vibra como loco.

—¡Déjame! —retira su mano y vuelve su vista a sus pies sonrojada.


Era tan claro como el agua el color de sus mejillas puesto que era muy blanca. Verla le conmueve a Seungri y es tentador para él. Lo incita a hacer algo más, pero toma fuerza para contenerse, sabe que si se atreve a tocarla, lo lamentará después. Callado la mira recordando aquella vez que la vio darse una ducha, y relame sus labios.

Lea se siente tan incomoda por lo que Seungri le provocó, que saca sus pies del agua y se dispone a irse.


—¡Espera, espera, espera! —Seungri con sus manos la mantiene en su sitio y del bolsillo de su pantalón saca un pequeño tubo de plástico del cual extrae una toallita portátil.

Se inclina ante ella y con la toallita palpa uno de sus pies secándolo, en tanto Lea queda como inmovilizada y estupefacta. No sabe que hacer... si darle un golpe o gritar. No puede, sus labios no le responden, al igual que todo su cuerpo.

—Ahora el otro... —dijo y paso al otro sonriendo.

Ese sonido y sensación de su acelerado latir. Confunde a Lea. « ¿Qué es esto?... ». Sus pies están secos y Seungri deja la toallita a un lado levantando su mirada, puede ver como los ojos y labios de Lea están medio cerrados y en sus mejillas resalta un matiz rojizo, delatando la excitación que siente. Apoyando sus manos y rodillas en el césped, Seungri se acerca a ella llegando a rozar su nariz. Lea siente el flujo de su sangre como si la quemara por dentro y no puede responder ni moverse. « ¡Aléjate! ¡Aléjate idiota! » Solo grita en su mente, de nada servirá. Apretando sus ojos, al sentir la suave respiración de Seungri que choca en sus labios y penetra en su nariz derritiéndola en su interior. Seungri pega sus pestañas y posa sus labios delicadamente sobre los de Lea.

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Antes de que cayera la noche en la cuidad de Nueva York. Algunos agentes del gobierno localizaron la vivienda de la líder del grupo:“ C.E.H ”. Ya están cansados de tolerar sus manifestaciones y ya le habían advertido muchas veces. Llevan a María junto con su novio Tim hasta la concentración del H.A.A.R.P en donde avientan a María en una habitación vacía y oscura, con solo un foco que colgaba del techo y apenas alumbraba. Separándola de Tim. A él lo llevan a otro lado.


—¡Tim! —corre hacia la puerta que le azotan en sus narices— ¡Tim! ¡Abran la puerta! —la golpeaba con sus palmas alterada— ¡Tim!


De repente una pared se ilumina, llamando la atención de María. Descubriendo que la pared era un cristal y permite ver hacia la habitación de a lado, que por lo visto acaban de encender las luces. María puede ver que en el otro cuarto hay un sofá negro en el centro y algunos muebles. En eso entra un hombre con traje blanco, apoyándose en un bastón de oro, acompañado de un par de soldados que traen a Tim casi a rastras, quien a pesar de oponer resistencia con toda su fuerza, esos soldados sin ningún esfuerzo lo sujetaban.

—¡Tim! —María se pega al vidrio— ¡Suéltenlo! ¡El no tiene nada que ver! —su voz tiembla.
—Señorita María, tome su distancia por favor. Y escúchenos.


Se escucha la voz del hombre de blanco desde las bocinas en las esquinas de la habitación. El hombre cuya identidad María conocía bien. Era Gerard Eastlund, heredero del H.A.A.R.P y principal enemigo. Gerard se sienta en el sofá y apoyándose en su bastón, la mira sonriendo.

—Le habíamos advertido de todo esto ¿No es cierto? Y sin embargo ¿Usted que hizo?.

María retrocede y exalta sus ojos mirando con desprecio al hombre que le habla.

—Ciertamente. No es nada conveniente para usted ¿No es así, señorita María? —continua— Desgraciadamente... esta vez, no los hemos traído aquí para advertirle otra vez. En este momento dígale adiós a su pareja.
—¡¿Qué?! ¡¿Que esta diciendo?! —María empieza a temblar y tiene ganas de romper el cristal y llevarse a Tim lejos. Pero eso sería imposible con esos soldados ahí.


Con una señal que Gerard hace con su mano. Uno de los soldados golpea a Tim en cierto punto arrebatandole la vida en segundos. María solo es capaz de ver a través del cristal como Tim se derrumba al suelo como en cámara lenta.

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domingo, 22 de septiembre de 2013

Saranghae Oppa [ Tensión creciente ]





Capitulo.- 38       —Tensión creciente—



Con entregarles la invitación a sus padres. Gdragon ha concluido su lista de invitados. Finalmente termina. Un sentimiento de satisfacción se mezcla con amargura.
Ha quedado muy curioso con aquello que sus padres le dijeron. “ Kiko nos había dicho que tenía una noticia muy importante que darnos. Últimamente, la veo diferente, su forma de vestir y actuar... es como si ocultara algo. ¿No estará embarazada? ”.
¿Exactamente que quieren decir con eso? ¿Será que Kiko realmente lo está y se los dijo o insinuó?. De ser así, a el no le importa, sabe que es de otro sujeto, ya que el y Kiko no fueron mas que amigos. Pero lo que le preocupa es que esta chica pueda mentir sobre eso. Puede hablar con ella para advertirle ¿Pero que ganaría? De todas formas no le obedecerá, al  final hará lo que le plazca. Eso le da un poco de rabia.
No le queda más remedio que esperar y rezar por que no sea así. No puede tener problemas, no ahora que todo va de maravilla y esta por tomar la mano de Cat.
Sospecha que Kiko quiere estropearlo todo, suficientes problemas tiene con CL y Dara.

Gdragon se dirige a su cama. Ya es hora de dormir. Ahí puede ver a su preciosa Cat quien seguramente se cansó de esperarlo y quedó dormida. Una sonrisa se delinea en sus labios y le echa un último vistazo a la belleza que reposaba en su cama para después ir hacia la puerta de su gran armario.
Suena su móvil que guarda en su bolsillo. Sin poder adivinar quien era a esta hora de la noche y sin querer descubrirlo tampoco, solo responde rápido.

—¿Hola?...
—Ji... Soy yo, Dami.
—¿Dami?... ¿Qué sucede?.

Rara vez recibe llamadas o visitas de su hermana, lo que le parece fuera de lo normal.

—Quería... Hablar contigo. Quería hacerlo mañana, pero no se si tengas el tiempo, por eso lo hice ahora. Espero y no te moleste que te llame tan tarde ¿Estás ocupado? ¿O muy cansado? Si es así... entonces dime cuando puedo llamarte o si lo prefieres, verte.
—Ah no, esta bien. Debe ser importante —deduce por lo raro de su inesperada llamada.
—Bueno, algo así —Se escucha su risita— Verás... ayer fui a ver a papá y mamá. Sabes que te estoy apoyando y quiero convencer a mamá aunque me dijo que... Bueno, eso no es importante, lo que te quiero decir es que mamá...
—¿Ajá? —un poco intrigado y paciente.

Sin quitar la bocina de su oreja con una mano abre la puerta de su armario y entra buscando su pijama en un mueble de madera con cajones y puertas.

—Mamá me pidió que te dijera que... si Kiko Mizuhara, esta esperando un bebé tuyo, tu deber es tomar la responsabilidad.


A Gdragon le cae como plomo en su estomago ¿De verdad cree que Kiko esta embarazada de él?. Sabia que Kiko mentira en un futuro sobre eso, usándolo en su contra ¿Y ahora que debe hacer?.
Había encontrado su pijama y la deja en su lugar, viendo al suelo y guardando silencio por un minuto.

—¿Ji?.. Ji dime ¿Es esto verdad?... Yo creí que...
—¡Claro que no es verdad! —vocifero poniéndose rojo literalmente de su cara.


Esta tan alterado que apenas cae en cuenta que pudo haber despertado a Cat con su grito, aunque estando dentro de su armario probablemente su voz no llegó a sus oídos.

—Escúchame bien Dami. No es verdad. —dice con énfasis.
—Entonces ¿Por que mamá lo dice?. Espera... ¿Kiko no habrá mentido?
—Claro que lo hizo y ni lo dudes. Es una maldita bruja —masculla— Ya ha llegado muy lejos —camina con desesperación de un lado a otro en el largo pasillo de su armario— Solo espero que no le digan nada de esto a Cat. Si es así no se que haré. Pronto será nuestra boda, no puede arruinarse todo así. ¡No así!
—Tranquilízate hermano. Yo se que Cat creerá en ti.
—¿Y si no es así?... —sonando mas relajado se detiene frente al mueble.
—Ustedes se aman, yo se que esto no les afectará en nada. Tampoco quería angustiarte, solo que, es mejor que lo sepas de una vez, para que lo tomen en cuenta y vayan con cuidado ¿Me entiendes?.

« Tengo que hacer algo para evitarlo ¿Pero que? Kiko no se detendrá... » Dijo a sus adentros sintiendo la incertidumbre a flor de piel.
Con su ropa para dormir, se mete entre las sabanas junto a Cat y naturalmente con su brazo la acerca más a el como abrazándola. No puede dejar de pensar en la situación. Tiene miedo de que eso pueda hacer que Cat se aleje de él.
Haciendo un gran esfuerzo, cierra sus ojos intentando dormir.

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Es muy temprano en Canadá. Mina Kwon le había avisado a Taeyang que su vuelo sale en un par de horas. Deben volver a Corea. Los ensayos de Big bang tienen que continuar.
Luna se cuelga en el cuello ese símbolo de amor, esa joya de plata con forma de una Luna y un Sol juntos. Y ese oso de peluche no puede soltarlo, al igual que la mano de Taeyang quien desde que amaneció fue a buscarla a Casa con un único propósito.

—Mamá... papá. Les presento a Young Bae.

Sonriendo ante sus padres en la pequeña cocina de su casa, donde su mamá ya preparaba el típico desayuno Canadiense, antes de ir a trabajar a su micro-negocio. El aroma del tocino, huevos, papitas fritas y panqueques envolviendo su alrededor, era exquisito.

—Oh vaya si que es apuesto —dice su madre suspendiendo la cocina para prestarle atención.
—Otro coreano... —desganado el padre de cabello rojo volvió su vista al periódico que leía en la mesa.
—Eh... si papá —algo incomoda Luna mira a su padre sin saber que más decir.

Taeyang nota el nerviosismo de Luna y apretando su mano para darle apoyo, mira a los señores occidentales.

—Señores, es un placer conocerlos. —muestra una sonrisa— Gracias por permitirme entrar a su hogar.
—El placer es nuestro —la madre se para detrás de donde su marido estaba sentado leyendo y apoya sus manos sobre sus hombros— ¿Han venido por algo especial? —en su rostro se podía ver su emoción.
—Si... —contesta Luna y toma aire— Quiero decirles que... yo, amo con todas mis fuerzas a este hombre que ven aquí. A Young Bae. —busca su mirada. Y él le sonríe.

La señora Scarlett pone una mano contra su pecho conmovida y el señor baja el periódico viéndolos interrogante.

—Yo y Luna regresaremos a Corea ahora mismo. Anoche lo hemos hablado —muerde sus labios el chico— Y tomamos esta decisión. Disculpen, se que es muy apresurado, pero no cuento con más tiempo.
—Ya he preparado mis maletas —habla con calma Luna— De hecho estamos apunto de irnos, pero quería avisarles y despedirme de ustedes. Pienso vivir el resto de mi vida en Corea junto a él. Pero cuando pueda, vendré a visitarlos. Lo prometo. Gracias por todo papá... mamá.

Esperan la reacción y respuesta del señor y señora Scarlett. William deja el periódico para ponerse en pie y posicionarse enfrente de ellos con un semblante rígido. A cierta distancia de ellos, tiende su mano al joven de rasgos asiáticos y esboza una casi imperceptible sonrisa.
Luna abre de más sus ojos viendo la mano de su padre con incredulidad. ¿A que se debe este cambio? Solía ser muy estricto e histérico.
Taeyang entiende su gesto y se dan un apretón de manos.

—Confío en ti hijo. Cuida de mi Luna. —sacude con calidez su mano.

Ante la aceptación agradable del padre de Luna. No le queda mas que agradecer y buscaba las palabras correctas para decir.

—Muchas gracias señor Scarlett, así será.

Aunque no lo demostraban por dentro los corazones y emociones de Luna y su madre se agitaban de alegría.
La señora Scarlett dio pasos hacia la escena y con sus manos unidas bajo su barbilla y una radiante sonrisa, apunto de derramar lagrimas los observa.

—Te deseamos lo mejor hija. Me es muy grato ver como tu rostro recupero el color que parecía que habías perdido desde que regresaste. Ve a donde este tú felicidad y aférrate a ella —sus ojos se llenaron de lagrimas que jamas saldrían— Nada es mas importante. Se fuerte hija —se une a ella en un abrazo que Luna recibe con pequeñas lagrimas que brotaron de sus ojos.
—Mamá... gracias... —su voz tiembla y pega sus húmedas pestañas.


Un momento después cuando Luna y Taeyang estaban por salir de la casa. Mina Kwon ya los esperaba en un taxi afuera. Y Luna llevaba sus maletas con ruedas.

—Que tengan un buen viaje. Que Dios los acompañe. —les sonríe la mujer de blonda cabellera y gran parecido a Cat.
—Si... —dice Luna mientras sonríe junto a Taeyang.
—Casi olvidaba decirles, que nosotros muy pronto iremos a Corea una vez más.

William asiente cruzándose de brazos.

—¡¿De verdad?! —se sobresalta de gusto Luna.
—Si, tenemos que estar presentes en la boda de tu hermana. Esperamos que nos den invitación. Tu padre ha cambiado de parecer y esta vez iremos preparados, hemos estado ahorrando y pedimos dinero prestado, para no abusar del futuro esposo de tu hermana. —esconde con su mano su encantadora risa.
—Claro, aunque —añade su padre— Si ese joven desea ayudarnos. Con gusto recibiremos su dinero.
—William... —le pega con el codo en su costado algo avergonzada la señora.

Luna suelta una risa al escuchar a su padre. Es sorprendente, parecía completamente otra persona.
El motivo de su cambio es el conocimiento de la fortuna que posee su futuro yerno, pero por supuesto que no lo diría.

—Los estaremos esperando... —articula Taeyang.

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Gdragon confía plenamente en que si Kiko se atreve a mentirle a Cat, ella no le creerá. Se sentía más presionado que antes, debe casarse ya, pero aún no puede hacerlo. Los ensayos para el inicio de la gira del grupo estaban en puerta.
Es un soleado día de primavera, y en el edificio de la YG los chicos esperaban pacientes a Taeyang. Todo el equipo de bailarines ha llegado, tan solo hacia falta él, para empezar.

—...y dije ¡No, no por favor! ¡Todo menos eso! —contaba Daesung con exageradas expresiones corporales a Seungri y Top quienes entre risas lo escuchaban.


El líder no podía estar tranquilo. Aparte de sus problemas personales no toleraría que su amigo llegará tarde, no le importaba que fuera su mejor amigo. Trabajo es trabajo.
Cat era quien lo acompañaba a su lado, ahí parados cerca de la puerta para entrar al salón de practica y no dejaba de verlo como queriendo adivinar sus pensamientos puesto que la expresión de su rostro era muy reveladora. Algo pasaba con él.

—¿Te sientes bien? —cuestiona la chica interesada.
—Si, si. Es solo que, los ensayos son importantes y se supone que no debería tardar tanto.
—Relájate. Vino volando desde Canadá seguramente esta muy cansado. Tú mismo me has dicho que los viajes son muy agotadores.
—Claro que lo son. Pero aún así. —con sus dedos peina su cabello hacia atrás y resopla con pesadez.
—Te noto muy tenso. Más de lo normal. ¿Por que no vas con los demás y platicas con ellos mientras llega? Yo puedo ir a la cafetería por un café para ti.


Lo conocía muy bien, además Gdragon siempre era muy obvio. Sabía que algo andaba mal con el. Mas aparte trata de ser amable y comprensiva, lo tiene que ser si desea ser su futura esposa.

—No, estoy bien Cat, solo son los nervios que normalmente me entran cuando voy a iniciar una gira.


En parte es cierto. Todo el peso cae sobre el por ser el líder, pero ahora es solo un pretexto. Por más que se esfuerza no puede fingir simplemente que... no pasa nada y todo esta bien. Kiko no salia de su mente y eso lo agobiaba.

Tras unos minutos. Taeyang atravesó la puerta tomado de la mano de Luna. Al estar dentro de YG puede ser libre de hacerlo. Aunque posiblemente fueron vistos por alguien que les informará a CL y Dara, y no solo a ellas. Pero ahora es lo que menos le importa, han vuelto y con una resistencia enorme, como si el haberse distanciado les afecto tanto que al volverse a encontrar y juntar sus manos una corriente de energía se haya creado, proporcionándoles mucha fortaleza y seguridad. Y se les notaba en sus caras.

—¡Hey! —Seungri fue el primero en descubrirlos y corre hacia ellos.

Gdragon mira hacia la puerta con el ceño fruncido y se acerca como el resto del grupo.

—¡Vaya! ¡Que gusto verlos juntos se ven perfectos! —enérgico Seungri con una ancha sonrisa.

Taeyang y Luna solo sonreían parecen estar conectados. Gdragon escuchando las risas y comentarios de Daesung, Top y Seungri.

—¿Por que tardaste?... —replica el líder captando la atención de todos.
—Vine lo más rápido que pude.

Cat se aproxima buscando con su mirada a su hermana pues había escuchado que la mencionaron y Luna al detectar a su pequeña hermana, no pudo evitar soltar la mano de Taeyang, yendo a Cat para abrazarla.

—¡Cat!
—Oye... —un tanto apenada.
—¡Te extrañe! ¡¿Y cómo está Zafiro?! —se separa de ella para ver sus ojos emocionada.
—Esta bien... —responde asomándose detrás de su hermana para ver la escena de los chicos.

Gdragon y Taeyang ignoraban a sus novias, y guardaban silencio. El líder se mostraba muy molesto. Desde que Cat llegó a su vida que no lo veían de ese modo, lo que les impresiona de sobremanera. ¿Por que actúa así ahora? El líder ha explotado.

—¡Sabias que ensayaríamos! ¡Nuestro tiempo es valioso y lo sabes!
—Hey man... no grites, no tienes por que enojarte, ya estoy aquí. —intenta sonreír.

Gdragon echo un vistazo a los demás que evitaron su mirada.

—¡Y ustedes!—exclama provocando un sobresalto en Daesung y Seungri— ¡No pierdan mas tiempo y preparence! —da media vuelta y visualiza todo el salón donde los bailarines esperaban sentados en las largas bancas de la pared, mirando de reojo con curiosidad— ¡Quiero que todos tomen sus posiciones ya! ¡Rápido!

De inmediato los bailarines y los chicos se acomodan. En tanto el encargado de la música empieza a organizar.
Cat y Luna escuchan a Gdragon como nunca lo habían oído. Lo desconocen pero realmente esta siendo el viejo Gdragon, antes de enamorarse a primera vista de Cat.
La chica de grandes y hermosos ojos azules y larga cabellera rubia, avanza hacia su novio dejando atrás a su hermana y dirige su felina mirada a Gdragon. Algo tiene que hacer para calmarlo, su comportamiento es inaceptable.

—¿Te haz vuelto loco? ¿Qué estás haciendo? Tú amigo y mi hermana acaban de regresar ¿Esta es tú forma de recibirlos?

Gdragon voltea a verla arrugando el ceño y sus palabras son como si se clavaran en su corazón. Era verdad ¿Que estaba haciendo?. Ha perdido completamente el control. No cabe duda que solo Cat puede hacerlo entrar en razón tan fácilmente. Mantiene la boca cerrada y mira al suelo reflexivo.

—Bueno, ya olvidemos esto —habla Taeyang para aligerar el ambiente— Mejor vamos a iniciar con los ensayos —se anima a palmear su hombro amistosamente con una sonrisa. Conoce perfectamente a su amigo—Vamos man.

Cat no le despega su mirada a su novio, esperando sus palabras. Gdragon ordena sus ideas y se esfuerza en recapacitar. Todo es culpa de Kiko, si sigue dejándose llegar por la tensión que le provoca, podría poner en peligro su relación con Cat. De una u otra forma conseguirá lo que quiere. Eso no lo puede permitir.
En el silencio, inoportunamente suena el celular de Luna. A ella le pareció muy escandaloso y era incomodo sentir las miradas de todos en el salón.
Se apresura a responder viendo la pantallita « Osiel...»

—Hola... —cohibida opta por dar la espalda y caminar hacia un rincón solitario.
—Luna me he enterado que haz vuelto.
—¿Cómo...?
—Ya sabes que tengo contactos en YG. ¿Lo recuerdas no?
—Oh, cierto... «Vaya que rápido corren los chismes...»
—Como sea, no sabes las ganas que tengo de verte.


En su interior Osiel reventaba de coraje. Sabia que su plan no había dado resultado y Luna habia vuelto por Taeyang. Pero ahora ha cambiado de estrategia.

—¿Así?... —sonando nerviosa.
—Si.

Hay un silencio rotundo.

—¿Podríamos vernos mañana?. Paso por ti a las cinco de la tarde. ¿Estarás en casa de los Bangs cierto? Muy bien ¿Que te parece?
—Bueno...

Quiere pensarlo más a fondo, pero por ahora tenia que responder rápido. La situación con su hermana, novio y futuro cuñado no pintaba nada bien. Mira hacia ellos y solo pudo captar como intercambiaban miradas entre ellos sin decir una palabra y el resto del salón esperaba en silencio.

—Si esta bien.—insegura cierra sus ojos con abnegación.
—Perfecto, entonces nos vemos mañana. Adiós. —cuelga.

Luna baja su celular y lo guarda en su bolso liberando un suspiro.

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domingo, 15 de septiembre de 2013

NarutOneechan [ Siguiendo a Akane ]






Capitulo.-3                 —Siguiendo a Akane—







Absorta y a la defensiva. Permanecía parada viendo como se aproximaban a ella, quedando al centro de ellos, completamente acorralada. Akane sabe a que han venido, lo que la exaspera un poco.



—Quiero que se vayan. —pide bajando su vista.

—Hija, como tu padre, te ordeno que vuelvas a casa y abandones ese oscuro deseo. —espeta Minato con el ceño fruncido.



Akane se limita a decir algo. Esta lo suficientemente convencida de su decisión, nada ni nadie lo cambiará. Ella esta totalmente entregada y dispuesta a todo, por seguir su intenso deseo de venganza.

El joven bien parecido, de cabello como el carbón pone un pie adelante para llamar su atención.


—Akane... ¡Tú no puedes hacer esto! ¡No estás ni siquiera al nivel de un Jounin para intentarlo! ¿Como piensas retar a Akatsuki así? ¡¿Eres tonta?!



Su hermano de ojos azul brillante no ha dejado de ver su rostro con determinación. Es incapaz de permitir que su hermana deje la aldea con el propósito de ir en busca de Akatsuki.


—¡Akane! ¡No lo hagas! ¡No podrás contra ellos tu sola!

—¡Ustedes no entienden nada! ... No lo hago por mi, sino por mi madre. ¡Por nuestra madre Naruto!.


Atentos y enfocados en ella. La escuchan.

—Ellos tienen que pagar, especialmente, el tipo de cabello amarillo, que tiene jutsus explosivos. Ese es mi objetivo. ¡El mato a mi madre! ¡Si ustedes son tan cobardes como para no hacerles pagar por lo que hicieron! ¡Entonces no estorben! ¡Lárguense!


Conocían los motivos. Aún así Akane se los repitió, por que parecía que no les había quedado claro. La razón de Akane era absurda pero a la vez algo comprensible.
Al juzgar por la mirada de la chica, claramente se puede saber que se encuentra dominada por ese deseo y es irreversible.

En un momento hay silencio. A Naruto se le ha ocurrido una estupenda pero arriesgada idea. Si no puede detenerla, entonces va a acompañarla, por lo menos así la protegería y cuidaría. Idea que descarta rápido. Es lógico que su hermana quiere enfrentarse sola a Akatsuki, de no ser así, les hubiera pedido que la acompañaran desde un principio. Y no logra detectar una pizca de miedo o duda en sus ojos. Realmente se a cargado de una fuerza y una valentía admirable. Sin embargo sigue siendo peligroso para ella.


—Akane —cambia el tono de Naruto a uno más mensurado— Entiendo tus sentimientos pero. Aún si lo logras, que lo veo difícil. Tienes que saber que Mamá no volverá. —agacha su cabeza y una sombra impide ver sus ojos— Y... así como se que ella no volverá... yo, y estoy seguro que no solo yo. No quiero pensar que tú tampoco lo harás.



Minato y Sasuke miran detenidamente a Naruto sin abrir sus labios. En tanto Akane se impulsa del suelo y con un gran salto al aire, se aparta de ellos y sus pies vuelven al piso, viéndolos lejos. De inmediato empuña su kunai y en posición de defensa, grabándose una severa expresión en su rostro y una mirada amenazante.


—¡Cállate! ¡Deja de decir tonterías! —vocifera ante ellos—¡Yo tengo un plan! ¡¿Acaso crees que soy tonta?! Lo he pensado todo muy bien. No intenten volver a detenerme se los advierto. No me importa que sean mi padre, hermano y amigo. Si intervienen otra vez en mi camino ¡Los matare!.


Termina de gritar y echa a correr llegando a la imponente puerta principal de la aldea que estaba abierta de lado a lado.



—¡No Akane! —suelta un largo grito exaltándose al verla irse.



Desesperado adelanta su cuerpo para ir tras ella, pero siente el tirón hacia atrás que le da su padre.


—Basta hijo. Déjala ir... ya volverá.



Sasuke intercede algo inquieto.


—¿Y si no es así? ¿Qué pasará? ¿Que haremos al respecto? —viéndolo interrogante.

—Entonces, haremos algo para recuperarla. Por ahora no podemos hacer nada. Ella no dudara en pelear con nosotros. Ya la vieron, y ya la escucharon. ¿Acaso quieren lastimarla?. Esa no es buena opción.



Se abstienen a responder algo. Simplemente miran a otra parte tratando de comprender las palabras del mayor.


—Pero... —suena la voz de Naruto— ¿Y si le pasa algo? ¡Va en busca de Akatsuki! ¡Esos ninjas son peligrosos! —viendo los ojos de su padre lo sujeta del chaleco con alteración— ¡¿Dime que vamos a hacer?!

—Ya hemos hecho lo que pudimos. Tú hermana a tomado ese camino. Eso me enferma, desobedeció a su padre. Pero tengo la esperanza que en poco tiempo regresará. —alza su mirada al cielo— Se que lo hará.

—¡¿Como puedes estar tan seguro?! ¡¿Y tan tranquilo?! —lo sacude agarrando su chaleco— ¡¿En serio crees que volverá?! ¡¿Que no vistes sus ojos?!

      Mañana la seguiré.

Escucharon la voz de Sasuke.

—Y no me importa lo que digan, pero mañana la rastrearé y la cuidaré desde lejos.

—¡Sasuke! —Naruto le dirige su mirada impresionado— En ese caso yo quiero ir contigo. —suelta a su padre para ver a su amigo arrugando el ceño con determinación.

—No Naruto, tu quédate aquí y realiza las misiones que te otorguen. Seré mas discreto si voy yo solo.

—¡Pero Sasuke! ¡Es mi hermana!



Minato mirándolos con desaprobación. Lo piensa un minuto mientras los escucha discutir.


—Sí Naruto, tú no vas ya te dije que primero hay que esperarla. —voltea a ver a Sasuke— Sasuke, no me parece lo más adecuado debes tener cuidado de no ser descubierto. Pero es una buena idea, cuidarla sin que se de cuenta. Confío en ti —le sonríe leve.

—¡¿Que?! —Naruto queda atónito.

—Gracias, Minato-sama. Así será —formula Sasuke con suma seriedad.

—¡Oigan! ¡Papá! ¡¿Como puedes confiar más en Sasuke que en mi?! —apunta al mencionado con su índice extendido, muy asombrado e indignado.

—Hijo, a decir verdad —mirándolo sonriente— Tú eres muy escandaloso y malo para ser discreto. —cierra sus ojos sonrientes.

—¡¿Eh?! —tieso como piedra, se le cae la quijada.


Sasuke y Minato se marchan tranquilos. Ya podían estarlo gracias a la excelente idea de Sasuke. No tenían que preocuparse, Sasuke sería capaz de defender a Akane de otros ninjas incluso salvarla si se llegara a encontrar con Akatsuki, pero por supuesto que tendría que hacer algo para evitar que llegara a ellos, hasta que se canse de buscarlos y decida por su cuenta regresar a Konoha. Por otro lado Naruto con pasos pesados apretando sus puños con el ceño fruncido dio marcha hacia su casa. Ya era muy noche y su padre no lo dejaría ir detrás de su hermana.

Sabe que no podrá sacársela de la mente tan fácilmente, le seguirá preocupando. También sabe que tardara para encontrar el escondite de Akatsuki, y para hallarlo necesitara un golpe de suerte. Podrían haber otros ninjas en su camino, pero por ahora no puede hacer nada para ayudarla, aunque una idea surge en su cabeza que lo hace dar un pequeño brinco de satisfacción.

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Seguía un sendero que serpenteaba entre el oscuro bosque débilmente iluminado por la luna. Este camino la conduciría fuera de la zona cercana a la aldea de la hoja. Parecía ridículo y sin ningún sentido el modo en que ha decidido partir, sin contar con la mínima pista de donde podría encontrar a Akatsuki. Sin embargo Akane confiaba en su más agudo sentido. Ese mismo que parecía ser un "Don": Poder detectar niveles de shakra a largas distancias. Por lo mismo debía seguir su instinto que le pedía que se desviara del sendero marcado abriéndose paso al apartar las ramas y grandes arbustos de su camino, avanzando lo mas rápido posible. Esta noche no podría pegar la pestaña, no puede perder tiempo tampoco debe bajar la guardia. Ya que aunque pase de media noche podrían haber ninjas rondando por el bosque y buscando molestar. Es por eso que le seria imposible dormir, mas aparte se siente llena de energía.

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Durante la noche había hecho breves pausas tan solo para descansar un poco sus piernas, no para dormir.

El cielo lentamente se iba aclarando, hasta que se mostró el brillante y colorido amanecer. Akane respiraba ruidosamente agitada por seguir corriendo, tomando un rumbo desde el cual podía percibir una concentración de shakra. Si bien pueden provenir de cualquier grupo de ninjas o alguna aldea. Mantiene la esperanza de que se trate de Akatsuki, aunque seria demasiada suerte y muy pronto. De no ser así, no se rendiría, sabe que tiene que encontrarlos, tarde o temprano.

A causa de que no tiene ningún otro punto que seguir, no le queda mas que seguir el instinto que posee para captar el shakra. Después de todo tiene la voluntad y valor para enfrentarse a cualquier ninja, si así sucede.


Como lo suponía. Se ve rodeada de otros ninjas en un claro del bosque. De cinco para ser exactos. ¿Cual era el motivo para combatir con ella? Por supuesto las bandanas de su frente lo decían todo. Son de la aldea de la lluvia una aldea enemiga de la hoja y Akane, estúpidamente olvido quitarse su bandana que exhibía en su frente. Gran error, pero es demasiado tarde, se ve obligada a defenderse aún si le ganan en cantidad.

Los cinco ninjas se trepan a las resistentes ramas de los arboles a su entorno, y ella mientras pensaba como atacarlos a todos a la vez, planeando alguna estrategia. Una lluvia de hilos de metal se cruzan a su alrededor atrapándola como una telaraña que la inmoviliza. Varios papeles explosivos suspendían de los hilos y podía escuchar las risas burlonas de los cinco ninjas que la veían desde el follaje de los arboles.


—¡Estás muerta niña!

—¡Eres muy lenta!

—¡Fue muy mala idea acercarte aquí!



El más destacado del grupo, al parecer el líder de ellos. Con el kunai en su mano, del cual colgaba un papel bomba lo lanza en dirección a ella. Era claro que cuando el kunai tocara algún hilo activaría los papeles explosivos con el más mínimo rozón.
Akane con tranquilidad y con un rostro inmutable cierra sus ojos y resuena una explosión, retumbando el sonido en la tierra de esa zona del bosque. Los ninjas ya habían tomado su distancia y reían entre dientes satisfechos de la victoria que aseguraban.

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—¡Vamos! —dice con muchas ganas Naruto.

—Pero... Yo quería ir solo. Tú estorbarás Naruto. —sonando disgustado Sasuke.


Estando a unos pasos de salir de la aldea. Es un día de suerte para Naruto, a su padre le han encomendando una misión importante, que debía atender desde que amaneció. Y hoy es justamente el día en que Sasuke ira tras Akane para cuidarla a sus espaldas. Es evidente que Naruto no puede quedarse a cumplir simples misiones, su hermana es más importante y no dejará que Sasuke fuera sin él.


—¡Anda! ¡Ella es mi hermana Sasuke! ¡Es mi deber protegerla! ¡Yo no puedo quedarme aquí sin hacer nada! ¡Ademas! ¡¿Somos amigos no es así?!

—Claro —responde seco cruzándose de brazos y con sus parpados cerrados— Pero ¿Que hay de Sakura? Ella es tu novia, seguro se enojará si sabe que te iras sin ella por un tiempo. —abre sus ojos.

—No es mejor así, que no lo sepa. —emite una risa tonta rascando su cabeza y segundos después recupera su posición viendo directamente a Sasuke y adoptando un rostro serio— Sasuke, por favor. No podre con esta angustia, necesito ir contigo para cuidar de lejos a Akane.


« Vaya si que es terco... Pero seguro me seguirá. El no sabe cuando darse por vencido. No hay mas remedio.»

—De acuerdo. Vamos juntos.


En ese momento el rostro de Naruto pareció iluminarse con una ancha sonrisa.


—¡Si! ¡Gracias Sasuke, eres el mejor amigo! —lo arrima a su cuerpo con sus brazos apretándolo en un abrazo amistoso que casi deja sin aire a Sasuke.

—¡N... Naruto! ¡Suéltame! —apenas brota de sus labios.


Precisamente en ese instante. Kiba, un gran amigo de los dos llega a ellos trayendo consigo a su enorme perro que creció hasta alcanzar la mitad de su cuerpo.


—¡Hey chicos! ¡Oh! ¡Lo siento! ¡¿Interrumpo en algo?!


De un empujón Sasuke se separa de su amigo, recuperando su compostura.


—Bah. ¿De que hablas? No es nada. —con una pizca de vergüenza cierra sus parpados alzando una ceja.

—¡Kiba! —lo nombra con alegría Naruto.

—Sasuke, créeme que me cuesta dejarte a Akamaru. Tú sabes, yo y el somos inseparables, bastante unidos por lo que, me duele un poco —sonríe pudiéndose ver sus colmillos.

—¿Dejarnos a Akamaru? —pregunta Naruto sin tener una idea de lo que habla Kiba.

—Entiendo pero lo necesitamos —hablo Sasuke con suma seriedad.


Naruto ve a uno y otro sin comprender. Kiba asiente con su cabeza, esta claro que el sabia de la situación. Como si desde antes se hayan puesto de acuerdo en algo. Kiba toca el suelo con su rodilla para ponerse a la altura de su canino.


—¡Akamaru! ¡Haz lo mejor que puedas! ¡Guialos por el camino correcto y cuídalos bien! ¿De acuerdo? —frotaba con su mano la cabeza de akamaru.


El perro parecía sonreír como si respondiera positivamente a la orden de su amo y amigo.


—Ay chicos... —se incorpora y los mira sintiendo una opresión en el pecho— Me gustaría acompañarlos, de verdad me es difícil separarme de Akamaru, pero tengo misiones que hacer. Sin akamaru no será igual pero entiendo por lo que están pasando y supongo que es mucho mas importante. Así que... adiós Akamaru —le dedica una mirada a su perro— ¡Espero y vuelvan pronto los estaremos esperando! —les sonríe.


Sasuke lo observa y mira a Akamaru.


—No te preocupes, regresaremos en un santiamén.

—¡Ahora entiendo todo! —Naruto eleva su índice al cielo, como si hubiera resuelto un gran misterio— Es para poder encontrar a Akane ¡¿cierto?!. ¡Akamaru nos ayudará! ¡Por dios! ¡Gracias Kiba! —volviendo a su postura con una sonrisa— «Es verdad, si no ¿De que otra forma podríamos dar con su paradero? Vaya si que Sasuke piensa en todo »

—Eres un genio Naruto. Felicidades —sarcástico Sasuke lo mira con el rabillo del ojo.


El tonto rubio lleva su mano a la nuca y la frota con una risita.

Akamaru los sigue mientras Kiba los ve irse intentando contener las lágrimas que le piden salir de sus ojos. Sasuke hurga en su bolsillo y le da a oler algunos cabellos carmesí de Akane a Akamaru. El perro los olfatea unos segundos y echa a correr al encontrar un aroma familiar en el aire.
Naruto y Sasuke se apresuran yendo tras Akamaru confiando en el rastreo del canino y con el anhelo de que los conduzca con éxito hacia Akane.



—Un momento Sasuke —lo mira por encima de su hombro al correr siguiendo a Akamaru— ¿Como conseguiste esos cabellos de mi hermana? —lleno de curiosidad.

—¡Vamos! ¡Akamaru ha llegado mas lejos, no podemos perderlo de vista!


Hace caso omiso a la pregunta y Naruto queda algo intrigado sin quedarle de otra mas que ir mas veloz.


—¡Oye Sasuke no respondiste!

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martes, 3 de septiembre de 2013

Teengears [ Forjando héroes ]




Capitulo.-13   —Forjando héroes—





Se oye el sonido de los láser multicolor que disparaban los androides casi humanos, hacia los jóvenes. Automaticamente ellos esquivan con rapidez y eficacia, sin cansarse. Más sin embargo era desesperante, parecía no tener fin.

Seungri empieza a aburrirse y Lea sigue pensando a sus adentros. Ya han durado así un buen rato, sin lograr el más mínimo avance en su practica, por lo tanto ya va siendo hora de que actúen de un modo beneficioso, o defensivo, con el que puedan vencerlos, ya que es evidente que la "prueba" consiste de eso.
La chica de blonda cabellera alborotada, se sumía en sus pensamientos, sin quitar su atención a los ataques.

« Es cierto... Steve dijo que estos pequeños sensores se controlan mentalmente. Si podemos evadir los láser entonces quizá podamos enfrentarlos de la misma manera. »


—¡Seungri! —le grita tratando de acercarse a él en cada movimiento.

—¡¿Qué pasa?! —queda estático intentando seguirla con su mirada.

—¡Hay que intentar golpearlos!

—¡¿Qué?! —incapaz de escucharla con claridad, se distrae viendo a otra parte.


En eso Lea detecta que un láser esta por tocarlo.


—¡Seungri cuidado! ¡Frente a ti! —exclama sin perder el cuidado.


Antes de que el chico pudiera evitarlo el láser lo alcanza clavándose y perforando su pecho, del que fluye sangre empapándolo en una mancha roja. El ardor lo obliga a caer al suelo de espalda y con sus ojos muy abiertos mira hacia arriba manteniéndose boquiabierta sin poder articular palabras.



—¡Seungri! —vocifera desgarradoramente viendo hacia él « Maldición, si voy por el, solo estaría arriesgandome no puedo distraerme » .

Se concentraba en esquivar los disparos sintiendo una enorme impotencia.  » Esa herida es real... el dijo que esas armas eran reales, entonces ¿puede morir?. ¡Maldición ¡¿Por que nos dejan solos?! ¡¿Qué puedo hacer?! »


—¡Cierto! —expresa poniéndose más alerta.



Cargándose de coraje y valentía. Lea avanza a pasos gigantescos y veloces, hacia uno de los androides, dejándose llevar por la adrenalina. Cierra su mano y aprieta su puño impactándolo contra la cara del androide con vigor, viendo como se destroza su cuerpo metálico frente a sus ojos. Lo que la deja anonadada, pero en segundos deposita su confianza en los sensores de su cuerpo, lo que la impulsa y recorre a su alrededor repartiendo patadas y puñetazos en cada uno de los androides, haciéndolos pedazos y evadiendo a la vez los láser que seguían disparando. Desenvolviéndose una actuación espectacular, como si fuera la típica escena de acción en una película.
El joven herido y tendido en el suelo, se ha tornado muy pálido, y esta perdiendo sangre, pero respira con normalidad, aún sintiendo el latir de su corazón. Sus ojos se enfocan en Lea y observa como se desplaza y con habilidad golpea con sus puños a los "enemigos" . Sacándole una pequeña sonrisa de satisfacción.

Por lo amplio del suelo terminan los cuerpos hechos añicos y esparcidos por doquier. Lea sin una gota de sudor, ni un rasguño. Respira aceleradamente sin poder asimilar lo que acaba de ocurrir. Incrédula ve su contorno parada en el centro del gran salón de entrenamiento, rodeada de esos androides destruidos.



—Le... Lea —apenas pronuncia Seungri desde el piso.

—¡Seungri! —se apresura y de rodillas en el suelo, lo revisa con su mirada sin saber que hacer— ¡Eres un imbécil! ¡Te dije que tuvieras cuidado! ¡Ahora mírate! —sin querer tocarlo.

—Ya lo se... —dice sin ganas— ¡Mejor, trae a Break para que me ayude o... moriré! —cierra sus ojos y lleva su mano a su pecho ensangrentado sobre actuando incluso su voz— ¡Duele, duele mucho! ¡Lea! ¡Tienes que ir rápido!



En efecto le dolía, pero gracias a los poderes sobre humanos que posee y no solo el. Ese dolor es mínimo, sin embargo para el es un placer degustar de la adorable preocupación de la bella chica. Tan solo quiere llamar la atención como siempre. Aunque es increíble que Lea caiga en sus tontos engaños.


—Claro, ahora mismo voy, solo resiste un poco más ¿si? —acerca su rostro para verlo de cerca.

—Si... —en tono débil. Mira sus ojos.

—Bien.


Se aleja, y Seungri engancha su mano en el brazo de Lea impidiéndole ponerse en pie.


—¡¿Qué sucede?! —arruga el ceño al verlo.

—Lea eres increíble. Lo hiciste muy bien, eres asombrosa. —mira sus ojos como buscando algo dentro de ellos.

—Cállate y déjame ir.


Se suelta de su agarre, incorporándose para ir hacia la salida, ocultando así el ligero rubor que broto inconscientemente de sus mejillas.

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Impaciente Lea buscaba la cámara donde se supone estarían los científicos arreglando a los Alienbots. Cuando tres de ellos se cruzan en su camino por los corredores bien iluminados del edificio.


—¡Ah pero si es la chica! —resuena la voz de Jake.

—Se llama Lea, mi estimado Jake —lo mira Greg sonriendo.


Edric mira a otro lado aflojando el cuello de su chaqueta.


—Ustedes ¿Podrían decirme donde puedo encontrar a Break o Steve?... ¡Seungri tiene una lesión en el pecho y esta sangrando! ¡Tienen que ayudarlo!


Noticia que atrapa la completa atención de los tres.


—Pero que barbaridad... —expresa con asombro el rubio Greg— Esto es una emergencia, no hay tiempo que perder, vamos —se adelanta y lo siguen.


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—¡Oh esto se siente genial! —dice Seungri siendo atendido por un aparato de curación de Break.


El resto de científicos estaban en lo suyo, con los Alienbots y mantenían sus bocas cerradas y sus ojos en los robots, en tanto Lea cruza sus brazos contemplando la rápida curación del pecho desnudo de Seungri. Se concentra en ver como esa perforación se cierra lentamente con las ondas que emitía el objeto de Break.


—Listo. Ya puedes moverte —habla Break guardando el aparato en su equipo que llevaba consigo y vuelve a su lugar para continuar con las mejoras en los Aliens.

—¡Si! ¡Eso fue impresionante y muy rápido! —emocionado coge su camisa para ponérsela.


Steve los mira y suspende su trabajo para aproximarse a ellos y estando cerca eleva sus cejas para dar énfasis a sus palabras.


—Lo hiciste muy bien Lea, te felicito. Seungri, eres una vergüenza para el equipo tienes que esforzarte más —viéndolo con una expresión grave— Si sigues así tendremos que abandonarte en tu alterada ciudad y no te va a gustar. De nada sirve que te tengamos aquí, si no vas a servir para nada, tienes que aprender a luchar y sobre todo a salir victorioso ¿que acaso ese no era tu apodo? —enarca una ceja.


La chica baja su mirada sintiéndose complacida mientras el chico se exalta.


—¿Que? ¡Oiga espere un momento! ¡¿Usted como sabe eso?! ¡¿Como sabe que Lea venció a los androides y yo salí herido sin hacer nada?

—Lo estuve viendo todo desde aquel monitor de la pared —lo señala con su índice.

   No vamos a abandonar a nadie. 


Se escucha la voz de Break quien captura la atención de Lea, Seungri y Steve.


—Como lo he dicho antes —continua el líder sin molestarse en mirarlos ni perder su atención en el Alien— Somos un equipo y como tal debemos trabajar juntos. Seungri mejorara con nuestra ayuda, así que no te preocupes Steve.


El chico sonríe amplio y de un salto grita: ¡Si!

—¿Lo ve señor? Break me apoya el sabe que tengo potencial


Steve queda callado respetando las palabras de Break, sintiéndose humillado una vez mas por el líder solo llena sus pulmones de aire. En cuanto Lea se posiciona a un lado de Steve y mirándolo con curiosidad.


—No lo hubiera logrado sin los sensores que nos implanto en nuestro cuerpo. Realmente funcionaron, tenía razón la mente es muy poderosa.



Guardando la verdad, puesto que aún es muy pronto, Steve la mira con el rabillo de su ojo un momento.


—Te lo dije... pero. Todavía tienen que entrenar más. Por ahora tómense un breve descanso, después les pondré la segunda practica —camina hacia donde estaban ubicados sus compañeros soldando y conectando el mecanismo de los Aliens. Retomando asi su posición.


Seungri pasa su brazo por sobre los hombros de Lea y la arrima a su cuerpo.



—¡Genial! ¡Vamos a comer algo Lea!. Tengo hambre —sonriente.

—Aléjate... —de un codazo lo retira—Pero tienes razón, debemos comer algo. Esta bien vamos...


Edric se distraía viendo a Lea disimuladamente desde hace rato lo que pudo detectar Break y se detiene a mirarlo, esperando a que los chicos salieran.


—Edric concéntrate en tu trabajo.

—Ah, si... lo siento —muy colorado de su rostro continua revisando.


« Sabia que él o Jake se enamorarían de Lea. Solo esta perdiendo su tiempo, no pertenece a esta época, no debería encariñarse... Aunque, lo entiendo » Dijo en el fondo Break.

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Satisfechos en sus estómagos. Seungri le rogaba a Lea que lo acompañara al Jardín subterráneo, pero Lea se opone y se aparta de él, siguiendo su propio rumbo. Realmente si deseaba sentir los rayos del Sol o la luz de la Luna, ya que estando en las profundidades del océano y viendo tan solo la luz artificial del edificio, es difícil saber si es día o noche. Pero lo que ella quería o mas bien tenia curiosidad, era en volver exactamente al mismo lugar donde anteriormente pudo ver a una preciosa Sirena blanca y llena de brillo. Tenía sus dudas, preguntas y la necesidad de hablar con alguien que no fuera un hombre, por lo menos la sirena era un ser femenino y posiblemente lo más parecido que tendrá de una amiga.
Con sus manos contra el cristal por donde puede visualizar el negro exterior, apenas mitigado por la iluminación de la cuidad. Busca con su mirada algún movimiento luminoso, alguna señal, pero sus azulados ojos no captan nada extraño, lo que la deprime un poco. « Pero... se veía tan real, estoy segura que era una autentica sirena. ¿O eran alucinaciones mías? »
Confundiéndose en su mente, pierde la atención, y trata de recordar al ser cerrando sus parpados.



Lea también se acerca y apoya sus manos en el cristal paseando su mirada a lo que alcanzaba a ver con una ligera sonrisa. Sus orbes azulados captan la presencia de una silueta negra de lo que parecía ser una "Sirena", que en segundos se oculta detrás de una roca.


–¡Un momento! –Grita Lea de repente.


–¿Qué sucede Lea? –Le presta atención Break.


–Lo que estaba por haya –Lo señala con su dedo– Estoy segura que era una sirena, o tal vez ya estoy delirando –Avergonzada se aparta del cristal.


–¿Qué? ¿Sirena? –Seungri no deja de ver afuera– Yo no veo mas que peces coloridos. ¡Oh mira ese!


–Quizá fue tu imaginación Lea –Sugiere Break detrás de ellos.


–Si, tal vez –En un murmullo mira de nuevo el paisaje.


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Baja su vista con aflicción dejando salir un suave suspiro con resignación.
De repente una melodiosa y dulce voz que parecía cantar en otro idioma, resonó por todo el pasillo.

—"Salaamiaaa, remiiinoideee, ariesadaaa, iiidioneiiidaaa".


Sonido que los oídos de Lea pudieron captar, agudizando sus sentidos. « ¿Que...? ». Echa un vistazo a sus costados sin detectar algo o alguien sospechoso.



—No estás sola...



Se escucha una voz femenina que hacia eco dentro de su cabeza.

Lea no sabe, que en este instante, se esta comunicando un ser marino telepaticamente con ella.
La chica de blonda cabellera, levanta su mirada y viendo a través del cristal visualiza a un ser precioso que hasta el momento solo había conocido en libros y películas. Una bellisíma y extraordinaria criatura que llamaban "Sirena". En ella dominaba una brillante luminosidad blanca, como luz propia, poseía unos hermosos ojos sin iris ni pupilas, como siendo cubiertos por una capa de pedreria diamantada y largas pestallas grises que sombreaban esa mirada apacible. Su cabello era pálido y su piel albina.
Esos cabellos blancos se movían con elegancia y suavidad flotando por el agua, así mismo su cola digna de un ser como ella que abanicaba con delicadeza.
Su presencia resaltaba entre la oscuridad del océano. Y cerca del cristal mostró una tenue sonrisa.


—E-Eres... —Boquiabierta trata de hablarle con sus labios sin dejar de verla como hipnotizada.




Abre sus ojos dejando sus recuerdos, que podía apostar eran reales.

« Aquella vez. Yo fui la única que la pudo ver. Hasta a Break le pareció extraño. Y la segunda vez que la vi me dijo: No estas sola. ¿Qué quiso decir con eso?. Necesito verla otra vez y preguntarle »

Vuelve a mirar a través del vidrio y frunce el entrecejo. » Estoy segura, que no fue mi imaginación... »

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Break había salido a buscar un material que necesitaba su equipo y caminando de vuelta por el pasillo cerca del cristal, no pudo percibirlo pero a su espalda y afuera del edificio, lo venia siguiendo la brillante Sirena albina lentamente muy cerca del cristal. Lo miraba con profundidad en sus ojos de piedras radiantes. Ella lo había estado vigilando de lejos, sin levantar la más mínima sospecha. Claramente es como si esa sirena quisiera ayudarlos y esta esperando el momento preciso para exponerse en su totalidad.

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El dominio del Haarp ya ha avanzado. Muchas vidas se han perdido, pero los más resistentes han sobrevivido y  sus cerebros están siendo manipulados, convirtiéndose en esclavos de los Estados Unidos. Ya no poseen pensamiento libre, ya no poseen una vida digna.
Ahora la información de lo que sucede alrededor del mundo, es transmitida en imágenes y vídeos, por los medios de comunicación de los E.U. El único país con gente en libertad y sano juicio, es decir sin efectos del Haarp. Sin embargo, aún existen manifestaciones en contra del nuevo control mundial. Y también existe el temor por la mayoría de las personas, quienes no pueden vivir tranquilas enterándose de todo esto, mas saben que será en vano replicar e incluso estarían arriesgando sus vidas. El gobierno ignora por completo las manifestaciones y opiniones de las personas. Indudablemente es un monstruo que por lo visto nadie puede vencer.


El mundo ha cambiado y las personas que aún mantienen su función mental normal, sufren y van perdiendo la fe, de que todo vuelva a como era antes.

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