miércoles, 4 de julio de 2012

Lovely Rose [ La daga de oro ]











Capitulo.- 42                        -La daga de oro- 








Ash suelta una burlona carcajada, el demonio no deja de mirarlo con desprecio.

En ese instante todo es silencio, solo se escucha el suave viento pasar y agitar la ramas de los arboles que los rodean, moviendo a su vez suavemente los cabellos del ángel y Sebastian.
Hasta que Ash rompe el silencio.


-Debe ser horrible para ti quedar en ridículo, ser inservible e inútil -Sonriendo con el ceño fruncido- Estabas mal acostumbrado a que todo te saliera bien, a ser tan eficaz, pero eso ya quedo en el pasado...

-... -Más molesto solo lo observa detenidamente, preparado para cualquier ataque-

-... -Guarda su espada y eleva sus brazos al cielo con una gran sonrisa trazada en sus labios- !Pronto esas almas serán purificadas, salvadas! Y créeme... -Baja sus brazos y lo mira- Me gustaría enviarte al infierno, pero tengo cosas mas importantes que hacer, y ya no eres un estorbo... -Ríe y moviendo sus alas de arriba y abajo vuela a lo alto desapareciendo de su vista-

-...

Sebastian solo continuo su camino, aunque aborrecía a ese ángel con todo su ser, y quería matarlo, sabia que no podía hacerlo, solo desperdiciaría energía, seria inútil intentarlo. Pero lo que mas le denigraba era el sentir algo especial por la mujer que esta ligada con sus apreciados felinos. Por culpa de un sentimiento humano que nacía en el, no se atrevía a consumirla, aparte que no podía hacerlo, pero sabe muy bien que cabe la posibilidad que el devorar su alma no sea imposible, si ella se entregaba a el.
Lo que sentía, era parecido a aquel sentimiento que tuvo hacia Grell pero creía que este era aun mas profundo, con el demonio rojo fue mas bien una atracción pasajera, que por ahora desea olvidar.

El demonio estaba furioso aunque no lo expresaba, mantenía una dura seriedad en su atractivo rostro.
Sabia muy bien que a estas altas horas de la noche, la chica de orbes como el ámbar estaría dormida así que decide entrar en su humilde casa y adentrarse sigilosamente a su habitación, era demasiado lo que le estaba ocurriendo, necesitaba relajarse y quitarse toda esa tensión que no lo dejaba tranquilo.
De casualidad encuentra un lindo gato dentro del dormitorio de Charlotte y lo acaricia observandolo con una sonrisa llena de satisfacción, por un momento quería olvidarse de todo y el visitar la "casa de los gatos" como le llamaba, era la única manera.


Charlotte tenia el sueño muy ligero, por eso con el mínimo sonido que hizo Sebastian se despertó y soñolienta se levantó de su cama y en la oscuridad aprecio la silueta del demonio.
Sebastian se percata de esto y sale de la parte mas oscura de la habitación y le sonríe gentilmente.


-Buenas noches... -Con el gato en sus brazos-

-¿Se-Sebastian? -Observa sus rojizos ojos sorprendida-

-Discúlpame, si interrumpo tu sueño, pero... -Con un rostro afligido deja al gato en el suelo- Necesito hablar contigo... -Camina hacia ella- Las cosas se han tornado de gris a negro...

-¿Como?... ¿Osea que todo a empeorado?

-Así es... Esto ha ido demasiado lejos... -Molesto mira hacia otro lado-

-Entiendo, ya me lo habías contado, !De verdad gracias por confiar en mi! -Sonriendo felinamente abraza su torso- Y... No estés triste todo se solucionara...

-... -Acaricia una mejilla, mientras enfoca su mirada en sus ojos- No tienes nada que agradecer... -Susurra y cierra sus ojos al atrapar sus labios con los suyos, comenzando a besarla-

-Mgh... -Sonrojada trata de corresponder nerviosa medio cerrando sus ojos-

-... -Separa sus labios para hablar- De tus labios parece que brota miel... -Con voz sensual y una mirada provocadora-

-Sebastian... -Ruborizada no deja de mirarlo-

-... -La carga en sus brazos llevándola a la cama, la recuesta cuidadosamente y se coloca sobre ella apoyándose en sus manos, acerca su rostro al ajeno- No tengas miedo... -Susurra con seriedad-

-... -Inmóvil y temblando de temor cierra sus ojos, con sus mejillas coloreadas-


El demonio hace gala de sus habilidades y la despoja de sus ropas sin apartar su carmesí mirada lujuriosa de sus inocentes ojos que parecían brillar por las lágrimas de miedo que pedían salir.
Pervertidamente pasea su endemoniada mirada por el hermoso y joven cuerpo de Charlotte, su blanca piel y sus ojos era lo que mas resaltaba con la tenue luz de la luna que entraba por la ventana. El vil demonio estaba listo para descargarse en ella.

-T-Tengo frío... -Pronuncia timidamente Charlotte temblando un poco y cierra sus ojos sonrojada, cuando siente que el demonio reparte besos por todo su cuello- Sebastian... -En un tono entrecortado por los nervios-



No era de extrañarse, pues era la primera vez que alguien la besaba y la veía así. La inexperta chica no sabia que hacer, permanece quieta. El demonio con sus dientes se quita sus blancos guantes y pasa sus manos por la suave piel de sus piernas a lo largo de ellas y posiciona su entrepierna en el centro de las piernas de ella, sonriendole lascivamente, le da una larga lamida a su mejilla.

-Como lo esperaba... Tú piel también es dulce... -Sin dejar esa sonrisa-

-Te amo... -Menciona en voz suave la pelinegra con sus ojos entrecerrados a causa de la excitación que le provocaba el demonio-


Sebastian se impresiona era nuevo para el, jamas alguien le había dicho esas palabras que para el no significan  nada, solo continuo su labor, acariciando uno de sus pechos y volviendo a atrapar sus labios pero esta vez adentrando su ansiosa lengua a su húmeda cavidad formándose un juego de lenguas. Deja sus labios y musita al oído.

-Charlotte... -Con profundidad-

-¿S-Si? -Sonrojada hasta su nariz-

-¿Tú...? -Mirándola directamente- ¿Te entregarías  a mi?

-... -Abre mucho sus ojos sin comprender-

-Tú alma,. al igual que a ti... La necesito -Pronuncia con suavidad y medio cierra sus ojos, queriéndola seducir con la mirada-

-Si... -Responde y gira su cabeza a un lado avergonzada-

-... -Sonríe maliciosamente y hace un camino de besos pasando por su pecho, abdomen, hasta llegar a su intimidad donde se detiene y claramente en su pierna se marca un sello rojo, indicando que le pertenecía al demonio-


Esa alma ya era de el, pues se había entregado podía devorarla ahora mismo pero sabia que si lo hacia su hermosa damisela moriría al instante, tenia que haber otra forma de romper con todo ese problema puesto que algo claramente les salio mal. Por mas que necesitara del alma de Charlotte no puede consumirla, un sentimiento se lo impedía y no quiere perderla, es lo único que tiene.

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Como era de esperarse Sebastian le da los buenos días a su amo, junto con las malas noticias...


-!¿Que no esta muerta?! -Se pone en pie el conde dejando caer la taza de té al suelo quebrándose al impactarse-


Con un rostro lleno de asombro pero frunciendo el ceño observo a su mayordomo, no sabia como reaccionar pues sus emociones se confundían. Por un lado se sentía feliz de saber que su amada aún vive pero el otro lado, estaba hirviendo en furia pues la quería muerta para que todo terminara, para sentirse liberado.
El demonio prefirió guardar como un secreto el que puede consumir el alma de Charlotte al ella haberse entregado, es mas conveniente para el que sea su propio amo el que aniquile a la doncella. El elegante y galante mayordomo miraba con seriedad a su joven amo, escuchándolo con atención.


-!¿Que no matándola el anillo se destruiría?! !Eso dijo el sepulturero!... !¿Acaso nos ha mentido?! -Molesto-

-Probablemente Bocchan... -Hace una pausa silenciosa- El día de hoy usted no tiene mas compromisos, así que se puede tomar el tiempo necesario para visitar a ese Shinigami y averiguarlo... -Sonríe malicioso- Si usted así lo desea... Le puedo dar una lección.

-... -Respirando agitadamente mira al suelo apretando sus puños, indignado, trataba de nivelas su respiración y de calmarse- Sebastian... Vamos -Le dirige su afilada mirada-

-Yes... My Lord... -Reverencia con una leve sonrisa-

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La carroza que era conducida por Sebastian recorría el camino que los llevaría con el sepulturero.
Ciel con una expresión entre afligida y molesta miraba su anillo mientras acariciaba sus manos con nerviosismo.

-(No entiendo ¿Que fue lo que hice mal? ¿Que me falto? Aunque realmente, no me gustaría verla muerta, no quiero ver muerto a alguien mas... ) -Recuerda a sus padres, a su tía Ann y a Lizzy- Tch... (!Maldita sea! Mi corazón se acelera de nuevo y la necesidad de tenerla entre mis brazos cada vez es mas fuerte... Esto.. Esto me esta destruyendo por dentro... Lentamente...) -Pensaba-


El sonar de las pezuñas de los caballos se detiene cuando llegan al sitio y Sebastian se encarga de ayudarle como es debido a bajar de la carroza  y Ciel pone sus pies con firmeza fuera de esta, decidido camina hacia la entrada, volviendo a abrir esa puerta que rechina, adentrandose al lugar que carece de luz.
Quedan esperando en silencio un momento y cuando Sebastian esta apunto de hablar.


-Bienvenido Conde... -Se escucha esa peculiar voz detrás de Ciel-

-.... -Ciel puede sentir como los largos dedos y uñas del Shinigami tocaban la piel de su rostro-


El joven conde, cohibido y mirándolo de reojo con extrañeza no responde...


-Undertaker-san... -Habla el demonio-  Hemos venido a hablar con usted... -Mirándolo despreocupado-

-Ah~ Yo ya sabia que vendrían y... Les tengo una sorpresa, un regalo especial, Ji Ji Ji

-¿Regalo? -Se cuestiona Ciel con el ceño fruncido-

-Sí~... -Se aleja de el y los mira frente a frente- Pero antes díganme ¿Que sucede? -Sonriendo-

-!Sepulturero! !Tu me haz mentido! Dijiste que si mataba a Shinku el poder del anillo desaparecería... -Muy enfadado lo mira con determinación-

-¿Eh?... ¿Yo dije eso? -Dudoso coloca su índice en sus labios-

-Si así fue... -Contesto en un tono alto el conde-

-Bocchan enveneno a la señorita Shinku, quien es portadora del dichoso anillo Reiner Rubin -Agregaba el demonio- Aquel que usted bien nos dijo, que enamora a su portador y al alma que ha sido dividida y que el ángel desea mantener unida, aquellas almas que el desea salvar... Sin embargo... Bocchan, a pesar de hacer un esfuerzo en dicho acto, ella sigue con vida y nada ha cambiado... ¿Nos puede decir la razón?

-Ah eso... Es debido a que... No lo hicieron bien Ji Ji Ji... -Cubre su boca al reír- Pero, pero... No se preocupen, aun no todo esta perdido.

-¿Como?... -Sorprendido Sebastian-

-Yo les dije que el joven conde debía matarla con sus propias manos... Realmente... Es literal y debe matarla con sus manos y algún arma blanca que utilice -Ríe divertido- !De verdad! !¿De verdad creyeron que seria tan fácil?! -Ríe mas y cae sobre una mesa boca abajo- !Eso es muy gracioso! -Ríe a carcajadas-

-!Sebastian! -Lo nombra Ciel con enojo-


El demonio de inmediato se acerca al Shinigami y lo hala de su ropa mirándolo fijamente con desprecio.

-... -La expresión del rostro del demonio cambia y sonríe cerrando sus ojos- No inicie una pelea por favor... -En tono amable-

-... -Su sonrisa se desvanece- Esta bien~... Jí Ji Ji... Tampoco te conviene a ti...

-Sueltalo Sebastian... -Ordena el conde-


Sebastian deja al Shinigami y vuelve a un  lado de su amo. El Shinigami muestra una amplia sonrisa y hace movimientos extraños...


-Entonces Bocchan, debe matarla con sus propias manos... -Lo mira de reojo-

-... Tch (Esto cada vez es mas difícil) -Sintiéndose horrible por dentro, pues se sentía incapaz de herirla, su corazón lleno de amor atacaba de nuevo haciéndolo sentir ganas de llorar, y aparece la duda en su mente, solo mantiene su compostura-


Minutos después el Shinigami legendario saca de entre sus polvosas cosas una caja rectangular y no muy grande, abriéndola frente a sus ojos, les muestra una hermosa daga dorada que brillaba tanto que era posible ver los rostros de Ciel y Sebastian reflejados en ella.. Sorprendidos la observan.


-Esto es... El regalo que quería darles... Ji Ji Ji

-Ya veo, con que esto es la sorpresa, que considerado de su parte, es un tesoro... -Articula Sebastian examinándola con su mirada-

-¿La conoces Sebastian? -Cuestiona Ciel-

-Algo así... Esta daga, es llamada "Filo de la muerte" Por el poder que posee, mata al instante con solo un rozón, es parecida a una "guadaña" de un Shinigami, pero esta, es la única que puede ser usada por cualquier ser, ya sea Shinigami, demonio, ángel o humano... Se dice también que el oro mas puro y el fuego del infierno la formaron... -Mira al Shinigami- ¿Por que nos obsequia esto?

-Por que... Amm... Umm -Queda pensativo- ¿La quieres o no? -Ríe-

-Por supuesto...-Sonríe el demonio- Lastima que no sea capaz de matar ángeles... De todos modos, le servirá a Bocchan, con solo un rasguño le quita la vida a un simple mortal... -Mira a su amo- Bocchan, así no hará un gran sacrificio...

-Cállate... -Molesto observa la daga-

-Vamos conde, tomela... -Le dice el Shinigami sonriendo-

-... -Ciel asiente con su cabeza y la coge mirándola en sus manos- Quema...

-Si, esa daga puede matar demonios... -Comenta el mayordomo- Shinigamis y humanos pero no ángeles, si fuera  así, seria perfecta... -Le dirige su mirada al sepulturero- Lo que quiero saber es... ¿Por que hasta ahora nos da esta daga? ¿Por que no nos la dio desde un principio? -Alza una ceja al verlo-

-Por que... De esa forma... !No seria tan divertido! -Ríe a carcajadas-

-... -Solo lo mira con seriedad-

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Con una valiosa arma en sus manos, Ciel regresa a su mansión, dispuesto a usarla en Shinku, aunque aun no estaba muy convencido, le dolía el pensarlo, y eso el demonio lo sabia muy bien...

Al llegar la noche Ciel y Sebastian caminaban hacia la carroza, le harían una visita nocturna a la doncella. Ciel detiene su paso estando apunto de entrar en la carroza, llevaba consigo aquella daga.


-Sebastian, recuerda que esto lo tengo que hacer yo solo... Así que no me sigas, solo llévame a la mansión Trancy estando yo ahí, te marchas ¿Entendido?

-Como usted ordene Bocchan... -Le sonríe- Pero ya sabe, cualquier cosa que le suceda por medio del sello podre enterarme... -En un tono mas bajo-

-... -Solo lo mira de reojo y sube a la carroza y el mayordomo cierra la puerta-


Con la luna en el cielo... El joven conde se preparaba para la peor noche de su vida, la noche en que asesaría el amor que no terminaba por aceptar... Con ayuda de la daga de oro... Pero solo... Como el quería estar.


-(Shinku, perdóname por lo que haré) -Pensó afligido Ciel-

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1 comentario:

  1. *o* que padre cap
    ajaj ese sepulturero!! es bien burlista XDDD

    aww pobre ciel va tener que matarla u__u

    ajaja ese sebastian me da risa que habla bien correcto :D

    megusto el cap y el titulo -u-

    bueno ya sabes que espero el siguiente



    Excelente ;D

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