Capitulo- 22 —Frenesí—
Una oleada de gruñidos y gritos, resuena a las
afueras del laboratorio Eastlund. Es toda esa masa de personas rabiosas, de
ojos exaltados, que desesperados se empujan unos a otros, buscando los
“intrusos”.
Solo se hacen daño entre ellos, congelándose hasta
los huesos, pero no lo pueden sentir. La mente es poderosa, la mente lo es todo,
y es también el juguete del Haarp. Son esas mismas personas que Break y su
equipo desean salvar.
Los héroes acceden al laboratorio, abandonando
sus naves, pero siendo custodiados por su grupo de Alienbots. En sus manos,
llevan el control en forma de un plato mediano y fino, casi transparente. Con
el que pueden controlarlos, moviendo sus pulgares.
Steve, Greg y Derek, no saben lo que piensa
hacer su líder ahora. Break recuerda a Jake, sabe que debe estar por alguna
parte dentro de este laboratorio, pero no hay tiempo de buscarlo, aparte, está
claro que si desea recuperarlo, tiene que acabar con el Haarp primero. Ese es
el objetivo principal, y el enemigo, es su propio antepasado: Gerard Eastlund.
Se dejan conducir por el radar que les indica en
donde se encuentran sus compañeros, y por lo visto son acompañados por su
objetivo. Gerard.
A sus pies, hay un montón de nieve, y en su
contorno, pinos, pinos y más pinos… bañados de blanco. Su aliento, sale por sus
labios convirtiéndose en vapor, al respirar, agotados de caminar. Cada paso es
pesado y cada vez es más difícil seguir adelante.
Siguen buscando, algún refugio en dónde
ocultarse, pero más haya, a la distancia, no ven más que nieve y montañas. Tan
solitario…tan vacío, sin vida, sin una pizca de civilización. Piensan ir a las
montañas, lo único que quieren es alejarse lo más posible del laboratorio, del
peligro. María no desea ser un estorbo, y Edric se siente con la
responsabilidad de cuidar de la mujer latina, y no abandonarla, es también una
compañera, además esta herida.
—Solo… —se
desliza de los labios entumidos, de una pálida María— necesito, un momento.
Sus
ojos se cierran y deja caer su peso. Con todas sus fuerzas el joven que la
acompaña le da soporte con sus brazos. Se ha desmayado, o eso parece.
—¡María!
—la sacude un poco.
Vuelve
en sí, y lo impulsa con sus manos sosteniéndose en pie.
—¡No!
¡No voy a desfallecer! ¡No aquí, no ahora! ¡Yo puedo seguir! —mira atrás. El
laboratorio— Aunque… —baja el volumen— Me gustaría ayudar. El Haarp… por culpa
del maldito Haarp, perdí a Tim… —sus orbes brillan, conteniendo sus lágrimas—
¡¿Cómo sabremos si todo va bien?! ¡¿Qué haremos?!
—Tranquila…
—toca su hombro con inseguridad— Por
ahora no…
—¡Qué
sorpresa! —suena una tercera voz— ¿Así que no soy la única que está huyendo?
Las
cabezas de María y Edric se giran hacía donde proviene la voz. La soldada
Alexa, de cabello tan oscuro como el carbón y lacio, enmarcando un rostro
caucásico, con facciones duras y atractivas.
En un
movimiento los apunta con su arma de doble cañón, que sostiene con las dos
manos.
—¡Pero,
mi misión es acabar con todo aquel intruso! ¡Están muertos! —les sonríe.
—Ahora
que lo sabes. Adelante…mátame. —abre sus brazos invitándolo a atacarlo.
Las palabras
de Gerard se enredan en la mente de Seungri, creando miles de nudos,
confundiéndolo, haciéndolo entrar en duda. ¿Es verdad, o es mentira? ¿Y si en
parte tiene razón? No sabe que, o como responder.
Ahogando
una risa escabrosa, Gerard lo observa. En tanto su compañera continúa en el
suelo, incapaz de hacer algo, siquiera de moverse, por culpa de esos aros que
presionan su cuerpo.
—¡Seungri
no seas estúpido! ¡Mátalo!
—¿Y si
lo que dice es cierto?
—¡¿Cómo
puedes creer en tremenda tontería?! ¡Eso es falso!
El
heredero ha medido su fuerza, sabe que sus guardias serán inútiles contra él.
Es por eso que quiere distraerlo para que caiga en “una trampa”
Esa
trampa, que con un chasquido de dedos, le indica a sus hombres que la
“activen”. Pero…
Un
sonido ensordecedor, puede ser escuchado. La puerta y parte de la pared, son
destrozadas. Los Alienbots robóticos se han abierto paso a la fuerza, tomando
por sorpresa a Gerard.
«Esos
son… »
Apenas se ha percatado.
Siendo
muy tarde el hombre de cabello cano, echa un vistazo a la proyección tras él.
El
campo de batalla se ha despejado. Ni los cadáveres de sus soldados han quedado.
Los Alienbots, los desintegraron…volviéndolos polvo. Y la gente manipulada por
el Haarp, se ha esparcido en su locura por encontrar a esos intrusos que les ha
programado “destruir”.
Sus
ojos se abren más y más. Y cuando vuelve su vista a los demás. Sus guardias ya
son polvo en el piso. La chica rubia es liberada, y un Alíen le ayuda a ponerse
en pie. Temblando incontrolablemente es encarado por Break. Frente a frente,
viendo directo a sus ojos, el líder se cruza de brazos con disgusto.
—Gerard
Eastlund. —pronuncia con énfasis.
—¿Qué
diablos son ustedes? —estupefacto.
Derek
cubre sus labios escondiendo su sonrisa.
—Eso
pregúntatelo tú mismo anciano. Después de todo, tú eres quien ha provocado todo
esto ¿O no?
—Derek,
mantén la boca cerrada. Deja que Break se encargue. —espeta Steve viéndolo de
perfil.
Dejando
salir un suspiro. Break retrocede unos pasos.
—Vamos
directo al grano, Gerard. Sabes lo que queremos… desactiva la función del Haarp
o tendremos que matarte e intentarlo nosotros.
—¡Eso
no es posible Break!
Interviene
la voz del coreano. Atrayendo la mirada de Break.
—Si lo
matas destruirás el Haarp… —continúa el joven— ¡Pero, junto con él, las mentes
de las personas, ocasionando eventualmente su muerte! La máquina solo funciona
con el ADN de la familia de Gerard. Solo los herederos pueden manipularlo.
—Así
es… —agrega el heredero— Esta máquina, genera una enorme red llena de
conexiones invisibles, que lo une todo en una sola materia. Siendo el heredero,
quien lo programa y controla todo, claro… —exhibe con orgullo una sonrisa.
Desconoce
que Break es su descendiente.
«Suena
lógico, jamás lo hubiera pensado. Así que ese era el secreto que nunca pudimos
descubrir, y por eso nuestra contra-maquina no funcionó como esperamos. Pero,
aquí hay algo, algo que falta por saber. ¿Solo los herederos? Que llevan la
misma línea de ADN… ya veo… »
Distinguiendo
que la mujer está por dispararles. Edric se aparta llevándose de un tirón a
María.
—¿En
serio crees que vas a poder evitarlo?
La
soldada se acerca para agarrar de sus viejas ropas a Edric. Son las mismas que
no ha podido cambiar desde que los aprisionaron.
Con sus
manos, débilmente el científico hace un esfuerzo por separarla de él. María se
va contra la mujer, empujándola con lo que queda de sus fuerzas.
—¡Suéltalo!
En eso,
el cañón lo dirige a María, en cuanto Edric estira su brazo para apartar de
ella el arma, tronando el disparo a otro lado.
—¡María!
¡Vete! ¡Rápido! —alcanza a gritar.
Recibiendo
un golpe con el codo en su mentón, es tan fuerte el impacto que lo hace
balancearse y marearse un poco. María duda unos segundos, viendo la escena,
pero le gana el temor yéndose lo más veloz que puede, por la pesada nieve, de
vuelta al laboratorio, con la intención de ocultarse en algún rincón. Porque
está más cerca que las montañas.
Su
brazo aún lastimado no deja de tocarse con su mano. Alexa tiene la intención de
dispararle, cuando el valor se inyecta en Edric, echándose sobre ella para
tumbarla a la nieve, en la que se hunden por su peso. Dándole así, más tiempo a
María para que huya.
Edric,
forcejea para impedirle el levantarse o moverse, pero no resiste mucho y Alexa
logra tocar con su doble cañón el pecho del contrario, muy cerca de su corazón.
En un
disparo acaba con la vida de Edric, y así se lo quita de encima, dejándolo a un
lado boca arriba. Se incorpora para ir tras María, quien ha logrado retirarse
una buena distancia, pero el camino para llegar al laboratorio, todavía es
largo. Alexa dispara pero la chica se esfuerza para serpentear su camino y asi
evitar los tiros.
Aquel
grupo de seres marinos, han regresado al océano. Y en las más oscuras
profundidades se han vuelto a reunir, rodeando esa esfera luminosa “Migima”.
Solo pueden vigilarlos, y estar dispuestos a recibir órdenes de sus espíritus.
—El
Diju y el Lubus aún no liberan todo su poder. Todavía no es el momento.
Suena
en eco, la voz pacifica de Zafrina.
Esa
puerta de plata que Lea y Seungri tumbaron de golpe, y por donde habían
escapado, también ha sido el medio de salida para un Jake alterado, enloquecido.
Ha subido a un piso más elevado, dejando atrás la oscuridad. Puede percibir en
su olfato la presencia no muy lejana de Lea y Seungri, se deja guiar, avanzando
lentamente por el largo pasillo bien iluminado del laboratorio, deslizando su
cuerpo por la pared. Su mirada es vacía, opaca…y su cuerpo vibra y produciendo
bufidos, continúa.
La
multitud de humanos con la misma situación que Jake, pero un poco más
violentos, detectan a una “intrusa”. María, quien vulnerable y cansada, corre y
corre entrando por la puerta principal del laboratorio que Break y sus
Alienbots han dejado perforada.
Con un
miedo creciente al ver aquellas personas que como abejas al panal van siendo
atraídas a ella. Unos caen, otros tropiezan pero no la dejarán escapar. Han sido
programados para eso.
¿A
dónde puede ir María? No le queda más que atravesar la puerta. Sabe que la
soldada está persiguiéndola y ahora se le ha sumado esas personas que como
animales intentan alcanzarla, llenando las habitaciones, y corredores reducidos
del laboratorio.
Alexa
se detiene afuera viendo como terminan de entrar hombres y mujeres, alborotados, desesperados. Toma un respiro.
«¡Já!
Dudo que salga viva de eso. Mejor me largo de aquí. »
Pasa su
mirada por los suelos. En donde encuentra cenizas a montones.
» No
quiero terminar como Nick… hecha polvo. O Asesinada por esos locos ».
Se
retira.
—Eso
tendré que comprobarlo yo mismo.
Articula
Break viendo a su antepasado frente a él. Ese que no sabe que es su
descendiente.
Un
semblante sereno permanece en Gerard. Realmente no comprende lo que quiere
decir Break.
—Llévame
al control del Haarp.
El
suelo y las paredes tiemblan como si fuera un terremoto leve. A sus oídos
llegan lejanos sonidos guturales, ahogados por las paredes. El peligro se
avecina, es esa gente bajo el control mental del Haarp. Han entrado al
laboratorio.
Sin
dudarlo Break voltea a ver a su equipo.
—Son
“ellos”. Tengan cuidado, ya vienen.
—¿Ellos?
No me digas que son…—Seungri se espanta al instante.
—¡Podremos
acabar con ellos! —asegura Lea con firmeza.
—¡No,
no lo hagan! ¡Ni se les ocurra lastimar a esas personas! ¡¿Entendido?! —los
señala con su dedo.
—¿Entonces
qué haremos? —cuestiona Steve con suma seriedad.
Sin
dudarlo Break voltea a ver a su equipo.
—Solo
reténganlos, lo más que puedan. Ellos quieren atacarlos, pero si trabajan en
equipo, pueden detenerlos, mientras...
Una
mujer aparece. Es la misma que ya han visto antes, con su brazo inmóvil se
adentra a esa habitación, al ser la única abierta que le quedó más cercana. Quiere esconderse, escapar por
su vida. Alarmada pasa por en medio, atravesando el cuarto y por impulso, se
abraza al cuerpo de Break. El hombre se mantiene estático sin responder de
ninguna forma, simplemente la observa.
A
Seungri le asombra que no venga acompañada de Edric ¿Dónde está Edric?
—¡Son
muchos! ¡Y vienen hacia acá!
En sus
ojos se refleja el temor, la adrenalina. Y se aferra a Break con todas sus
ganas, y un manojo de nervios. Como si haciendo eso, se protegiera.
—¡Ya
saben que hacer! —les grita su líder.
Se
separa de la mujer cuidadosamente, apoyando sus cálidas manos sobre los hombros
de la chica.
—Ven
conmigo. —mirando sus ojos.
Después
pasa su vista a Gerard.
—¡Tú
también! —arruga el ceño.
El
equipo, con controles en sus manos dirigen a los seis Alienbots a lo que fue la
puerta, para bloquear desde afuera, atravesándose en el corredor. El otro par
de robots quedan inactivos, ya que le pertenecen a Break. En breve, llega toda
esa gente, acumulándose. Los de adelante empujan y golpean con la intención de
apartar a los Aliens, para alcanzarlos y destruirlos.
Lea y
Seungri ven que los Alienbots a duras penas pueden controlar el paso. Por lo
que se unen a los Aliens ayudándoles a detener a la muchedumbre.
Break
ha detectado un elevador en esa misma habitación, y pasando de las puertas,
llevando a María enganchada a su brazo. Con su mano libre le da un empujón a
Gerard, obligándolo a entrar al ascensor.
Las
puertas del ascensor se cierran y suben dejando abajo al equipo encargado en
retener a las personas.
María
no deja de temblar como si sintiera frío. Para confortarla un poco, Break la
hace soltar su brazo, pasándolo a sus hombros acercándola más a su cuerpo.
—Cálmate,
no te pasará nada. —voltea a ver a su enemigo de reojo con repugnancia.
Mientras
los brazos de María rodean su torso intentando asi relajarse, cierra sus
parpados lentamente.
¿Cómo
puede compartir sangre con él? No puede tolerar que tenga un lazo sanguíneo con
ese hombre tan asqueroso para sus ojos.
Del
otro lado del pasillo que protegen Lea, Seungri y los Alienbots del equipo. Se
acerca el salvaje Jake. Viniendo a sus espaldas, nadie se percata de él, hasta
que sus dientes se clavan en el cuello de Seungri, arrancando su carne, al
tiempo que salpica sangre.
Lea
logra ver como su amigo se desploma al suelo. Su estruendoso grito horrorizado,
retumba en las paredes.
—¡Seungri!
El mencionado
ya no respira en el piso. Un charco rojo va haciéndose más grande, conforme
brota desde su cuello.
Apenas
el equipo de Break se da cuenta de lo ocurrido, y a Greg le resulta muy difícil
asimilarlo. A pesar de lo impactante que es, no pierden su concentración en los
Alienbots, que no dejan pasar a la gente.
—¿Ese
es Jake? ¿Nuestro Jake? Dios mío… Seungri —el rubio está completamente
perplejo.
Acto
seguido, Lea se defiende de él, golpeándolo con sus puños y pies, llena de furia.
Lastimándolo de verdad.
Sus ojos
guardan lágrimas, su pecho se contrae, un fuego inmenso recorre su interior, quemándola,
haciéndola arder.
Jake
aunque quiera atacarla no puede, son tan duros los golpes del recipiente de uno
de los espíritus, que lo dejan como aturdido, pero sin siquiera perder el
equilibrio. Sale sangre de su boca, bajando por sus labios, aparte de la ajena
que ya tenía. Le esta hinchando el rostro, si Lea sigue así…lo matará. Pero así
se está desahogando… lo ha perdido, ha perdido a Seungri.
—¡No
Lea! ¡Recuerda lo que dijo Break! ¡Además es Jake! —exclama Greg preocupado.
—¡Este
maldito ha matado a Seungri! ¡Ahora yo lo mataré a él!
—¡Pero
es contra su voluntad! ¡Tienes que entender! —insiste Greg.
Steve
aparta a sus dos Alienbots de dónde estaban para tratar de controlar a Lea. Sus
Bots la sujetan, pero ha dejado libre el paso a algunas personas que
rápidamente los sobrepasan, yendo directo a ella y los demás.
Todo se
ha salido de control. Están siendo invadidos, por esos manipulados, quienes
quieren acabar con sus vidas, y Jake, está por derrumbarse, aunque ya no reciba
un golpe más de la chica, ha quedado muy dañado de su cara y cuerpo.
El espíritu
que habita en Lea la hace fuerte e imparable, su poder revienta en su interior,
y con un impulso de energía que expulsa su cuerpo destroza en pedazos a los dos
Alienbots de Steve que la sujetaban.
No
quiere morir, no sabe que pueda hace este hombre que viene del futuro. Por eso
adopta una actitud sumisa ante Break, ya no tiene defensores a su favor, por lo
tanto, lo lleva a donde desea.
Salen
del ascensor y caminan hasta llegar a una gran sala, la cual ocupa toda el área
de la “torre” más alta del laboratorio, pero con un techo cristalino, por donde
se puede apreciar la lluvia de nieve.
Están
en lo más elevado y ahí pueden ver una imponente máquina, al centro. No tiene
pantallas, ni tableros, ni ningún tipo de mando o control. Solo tiene una
pequeña puerta y arriba se extiende una antena delgada y parpadeante que sobresale
del cristal que hay por techo.
Están
en el verdadero “corazón” del Haarp.
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Asdasdfdsasdfg!!!! Ahh!!! NOOO seunriii!! nooo T__T ya murio? nooo buuuaaa -llora- u.u lea ya enfurecio por la muerte de seungri y esta apunto de matar a jake D:
ResponderEliminarSdasdd que intensoooo!!! que fuerte Asdsasas tambien ya mataron a edric u.u que sigue que break muera D: eso si que NOOO!!! si el muere ahora si llorare de verdaad!! TT__TT
adasdfsdf <3 nose ame esta parte fue bonita :3 <3
Una mujer aparece. Es la misma que ya han visto antes, con su brazo inmóvil se adentra a esa habitación, al ser la única abierta que le quedó más cercana. Quiere esconderse, escapar por su vida. Alarmada pasa por en medio, atravesando el cuarto y por impulso, se abraza al cuerpo de Break. El hombre se mantiene estático sin responder de ninguna forma, simplemente la observa.
A Seungri le asombra que no venga acompañada de Edric ¿Dónde está Edric?
—¡Son muchos! ¡Y vienen hacia acá!
En sus ojos se refleja el temor, la adrenalina. Y se aferra a Break con todas sus ganas, y un manojo de nervios. Como si haciendo eso, se protegiera.
—¡Ya saben que hacer! —les grita su líder.
Se separa de la mujer cuidadosamente, apoyando sus cálidas manos sobre los hombros de la chica.
—Ven conmigo. —mirando sus ojos.
Después pasa su vista a Gerard.
—¡Tú también! —arruga el ceño.
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.ajajaj el final fue gracioso :D aww Break fue lnido con Maria <3 amo a esos dos juntoa <3 *__*
Y AHORA QUE PASARA??!! D: todo esta hecho un desmadre,¿que piensa hacer break llevando a gerard y a maria al corazon de haarp O__o
QUIERO LEEER MAAAS!! esto ya es el CLIMAAAX!!!!! OWO
:D me encanto siguelooo!!! adfghjviyrye rgr bgrghbfhgddkxb vgxdhg <3
(Y)
ommo no puede sre que seungri este muerto esto no puede ser verdad siguelo por favor es que no me lo creo
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