Lovely Rose [El mayordomo elige]

Capitulo- 1                                                       -El mayordomo elige-













La luna alumbraba la oscura noche en londres, en sus calles no se encontraba ni un alma… Estas lucían totalmente vacías, pasaba de media noche… Una silueta de un hombre, vestido de negro, con anteojos en los cuales se reflejaba la luz de luna, impidiendo ver sus ojos, asechaba su presa, un alma solitaria, débil, y completamente pura, nunca antes había encontrado un alma igual, era de lo mas suculenta y exquisita ante sus ojos, pero sabia que aun mantenía un contrato con un alma, así que tenia que abstenerse, pero de pronto una sonrisa siniestra se apodero de su rostro, al pasarle por su pensamiento una indescifrable idea…



Se trataba de una chica, que se encontraba escapando de unos hombres, que querían abusar de ella, y usarla como de costumbre, ella temerosa y llena de desesperación corría, sus cabellos castaños, ligeramente rizados, ojos tan bellos como esmeraldas, una tez que se confundía entre blanca y morena, todo en ella era belleza…



-¡Ya por favor! –Suplicaba rendida, arrodillándose ante ellos, mientras grandes lágrimas resbalaban por sus mejillas-

-¡Sera mejor que cooperes sarah! –Decía uno de los hombres-

-¡Si ya tómala de una vez y vámonos! –Dijo otro de ellos-



La chica resignada, bajo su mirada, mientras su cuerpo se estremecía, al escuchar los hombres burlándose de ella…

De pronto alguien desconocido para sus ojos, apareció frente a ella, mostrándole su espalda, y en un modo defensor…



-¡¿Quién es este?! –Dijo otro de los hombres-



Cuando, solo se escucho un grito de agonía que resonó por las calles de londres…



Ella al instante había cubierto sus ojos con sus manos, y con sus dedos temblorosos, aparto lentamente sus manos de su vista, mirando que había sangre derramada y los hombres se encontraban muertos, el hombre extraño que la había salvado, se giro y le dedico una mirada fría, sus ojos eran como el ámbar, ella se sentía profundamente agradecida, pero sus experiencias pasadas le impedían agradecérselo como se debe, así que por instinto solo corrió, pero antes de que fuera mas lejos ese hombre la detuvo abrazándola… Ella solo permaneció inmóvil y sin saber que hacer ni decir…

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La luz del sol había desvanecido la oscuridad de la pálida noche… Y en la mansión trancy, un adolecente de dorados cabellos, con tan solo 14 años de edad, descansaba plácidamente en su habitación, cuando el mismo hombre extraño, se acerca a la puerta de la habitación del niño, y golpea con cuidado la madera…



-… -Al instante el chico rubio despierta lentamente y con una débil voz- Adelante…



De inmediato su mayordomo entra, sirviéndole té como todas las mañanas, mientras decía…



-Danna-sama, para esta mañana le traigo té “Oolong”…

-… -Sin decir nada, solo se levanta, estirando sus brazos, para luego mirarlo de reojo-¿Dónde estabas anoche?... Claude… Te llame y no viniste –Sonríe con malicia, mientras se sienta en el borde del colchón-

-Por favor, discúlpeme, es solo que me encontraba buscando la suplente de hannah, como usted me ordeno que lo hiciera… -Dobla una rodilla para alcanzarlo y comenzar a abotonarle su camisa-

-¡¿Qué?! ¡¿Ya la encontraste Claude?! –Emocionado sonríe alegre-

-Sí… -Se ajusta sus anteojos y continua vistiéndolo, colocándole su chaleco verde-

-Y… ¿Cómo es?... Quiero verla… Claude… -Lo mira serio-

-Anoche me encargue en darle unas cuantas instrucciones… Al parecer no sabe nada del servicio, a pesar de que era esclava de un hombre codicioso… -Termina de abrochar su chaleco y continua con los pantalones cortos-

-E-Esclava… ¿Dices? –Exalta sus ojos sorprendido, recordando su pasado-… Tch –muerde su labio inferior- ¡Pues que inútil! –Desvía su rostro y su mirada, fingiendo molestia-

-… -Termina de vestirlo y se incorpora-Con su permiso… -Despues de una pequeña reverencia, se retira, mientras el chico solo lo observa irse sin decir más, ríe un poco con los ojos cerrados-





Cuando el chico rubio estaba desayunando, sarah, se escondía tras la puerta, por el temor en ver como se comportaba con sus sirvientes, que tenían el mismo rostro, eran tres jóvenes, al parecer muy serios, de pronto se exalto al escuchar como se rompe un plato en el suelo…



-¡Maldita sea! ¡¿Qué les sucede?! ¡¿Por qué no hacen lo que les digo?! –Exclamaba el chico furioso, mientras los tres limpiaban al instante el desastre-

-Sarah… -Escucha cerca de su oído la voz de claude, quien apareció a su lado sin que ella se diera cuenta-

-C-Claude-san… -Nerviosa lo mira, y su cuerpo tiembla al notar como sus ojos aun a través de esos anteojos, al mirarlo fijamente, se tornaron de un rojo carmesí, ella solo cerró sus ojos apretándolos, cuando se escucha la voz de su amo-

-¡Claude! ¡¿Dónde esta sarah?! –Aun en su asiento le grito desde ahí, al notar la presencia de claude, cerca de la puerta-

-Esta aquí mismo danna-sama –Coloca una mano en su pecho, mientras mira de reojo a sarah, indicándole que se muestre ante su amo-…

-… -Aun nerviosa y en desconfianza, sale lentamente, ya traía puesta la vestimenta de hannah, pues ella seria quien ocuparía su lugar-

-Ah, así que eres tú… -Cambiando su humor, sonríe leve, mientras se levanta de su asiento, caminando lentamente hacia ella-… Parece que la ropa de hannah te a quedado bien… -ríe un poco y se detiene frente a ella-…Sarah –susurra-

-¿Si danna-sama? –Temerosa evita mirarlo a los ojos, pues claude le indico que esta totalmente prohibido mirar a los ojos a su amo-

-… Claude, Tráeme más comida, esa no fue de mi agrado… -Coloca una mano en su cadera, mientras voltea a ver a claude-

-Sí… -Hace una leve reverencia y se va lentamente-

-… Sarah –En un tono firme que hace temblar a sarah-

-¿Si?... –Aun sin mirarlo a los ojos, une sus manos al frente, temerosa-

-Me gustaría saber más de ti… -Ríe un poco- ¿Cómo cuantos años tienes? –Sonriendo leve-

-17 años, señor.

-Oh… Ya veo –sonríe con malicia-Claude algo vio en ti, por eso te eligió…-Sonriendo aun en levedad- Me gustaría saber que fue… –Desvía su mirada, mientras esboza una maliciosa sonrisa-

-… -Aun mirando al suelo-

-¡No me agradan las personas inseguras y miserables como tu! –Exclama frunciendo el ceño mirándola, mientras sarah cierra sus ojos con fuerza por el temor- Pero… -Se aproxima a ella, cierra sus ojos, aspirando con sutileza, el aroma de su cabello- Hueles bien… -Sonríe leve mirándola, y comienza a reír a carcajadas-



Claude había permanecido oculto detrás de la puerta escuchando y observando con disimulo la escena, y solo frunce el ceño, ajustándose sus anteojos, mirando a su amo con recelo, mientras se escuchaba su fuerte risa…

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En la tarde, el joven rubio, se encontraba en su despacho, mirando con desinterés los papeles que tenia que firmar, apoyando su codo en el escritorio y recargando su mentón en el dorso de su mano…



-… Tch, que aburrido… -Lanza el papel al aire, y este se va volando, hasta que topa en el rostro de claude, quien a penas había entrado al despacho-

-Danna-sama… -Se quita el papel de su rostro- Disculpe que lo moleste, pero… Ah llegado una carta… -Le entrega una carta sellada en sus manos-

-¿De quien es? –Mira el sello con duda, y mucha curiosidad- Que más da… -Rompe el sello y abre la carta, mientras claude lo miraba sereno, e inexpresivo-

-… ¡N-No puede ser!... –Exclama exaltando sus ojos mientras leía-

-¿Qué sucede danna-sama? –Pregunto fingiendo preocupación-

-… -Unas pequeñas lágrimas, brotaron de sus ojos, deslizándose por sus mejillas- ¡Tío arnold!...

-… -Solo lo miraba sin inmutarse-

-¡Mi tío arnold murió! –Lloraba-

-…

-¡Claude!... ¡No quiero leer más tu léela! –Se la entrega y claude la mira, comenzando a leer en voz alta- “Me he quedado sola, y sin esperanzas, ya que he perdido a mi padre, arnold trancy, y mi casa junto con todas las propiedades, me veo en la obligación de pedirle a usted primo, alois trancy, que sea tan amable de recibirme en su mansión a partir de mañana, lo visitare, atentamente… Shinku trancy.”

-¿Quién es ella? –Deja de llorar y adopta una expresión seria en su rostro-

-No lo sé, danna-sama… Al parecer, su prima…

-¡¿Pero por que mi tío arnold no me menciono nada de ella, la ultima vez que vino?! –Se levanta de su asiento y golpea la mesa con sus palmas-

-... -Mantiene su compostura solo prestando atencion a sus palabras-

-… Pero –desvía su mirada aun sin comprender y suspira con sus ojos cerrados- Ella de todos modos vendrá de visita mañana, ya le pediré que me explique… -Abre sus parpados y sonríe con malicia- Ya quiero que llegue…

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Al día siguiente, una chica de dorada cabellera, ojos como el zafiro y piel tan blanca como la nieve, de no muy alta estatura, con un vestido carmesí, venía sentada educadamente en la carroza que era conducida por un hombre algo extravagante con cabello rojizo y ojos verdes…

-¡Ya casi llegamos mi lady! ¡Ya quiero ver a sebas-chan! –Sonreía mostrando sus afilados dientes-

-Grell, guarda silencio, por favor, me molesta que seas tan ruidoso…

-Pero…Esta bien… -Sonriendo aun, seguía su camino, dirigiéndose ala mansión trancy-

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