martes, 4 de junio de 2013

Amor Demoniaco (Relato)










No recuerdo muy bien, desde cuando mi vida se torno tan extraña. Siendo una joven tan normal y sin ningún problema, con una vida tan común como cualquier otra joven de veinte años.

Todo este tiempo lo he guardado en secreto. Por supuesto, es obvio, si le llego a contar a alguien me dirán loca. Quien sabe, a estas alturas, probablemente si lo sea, no lo sé.
¿Pero que es lo que está pasando? Quiero que este tormento, este miedo, se vaya, no me gusta ¿Que deberia hacer? Estoy tan llena de amigos, poseo la más grande y unida familia. Mucha gente me ha dicho, que todos los chicos me buscan y me quieren por que soy bastante bonita. Que mi piel blanca, cabello castaño y pupilas color avellana, junto a mis finas facciones, los vuelven locos. De esta forma, nunca he tenido que estar sola, es decir, siempre hay alguien acompañándome, o cerca de mi. Sin embargo, por las noches, algo frio y tenebroso, me asecha, me susurra, me toca.

Es en cada noche cuando me siento realmente sola. Aunque duerma junto a mi novio, no puedo interrumpir su sueño. Si lo hago ¿Que le diria al respecto?. Es ahí cuando profundamente, puedo experimentar lo que llaman soledad, y también, miedo.

.

.

Es la tercera vez en la noche, que esa misma sensacion, como si algo o alguien me mira muy de cerca, me despierta de sobresalto. Como lo esperaba, es una luna más, que no podre descansar debidamente. Esto me esta volviendo loca, o quizá ya lo estoy.

Rendida deje la cama y cubrí bien con las sabanas a mi novio, el dormia como un tronco y yo me preocupaba por no poder hacer lo mismo. Era frustrante y agotador no hacerlo.
Me aleje de él, sin dejarlo de ver, acomodé detrás de mi oreja mi cabello. Una voz y una presencia a mi espalda dijo mi nombre con suavidad.


–Layla...


Se me puso la piel de gallina, y un escalofrio, recorrio mi cuerpo. Bajé mi mirada, mientras pensaba que hacer, sabia muy bien que por mas que lo intentara no iba a poder dormir. Reparé en mi novio nuevamente y algo halo la sabana dejando al descubierto su cuerpo semidesnudo. El tenia el sueño tan pesado, que no fue suficiente para despertarlo.
Descontroladamente empece a temblar. No éramos los únicos en la habitación, algo maligno y espeluznante rondaba por ahí, y yo lo sabia muy bien, lo podía percibir. Mis ojos se abrieron de par en par al ver frente a mi una presencia. Por primera vez era muy clara, un cuerpo transparente de un hombre joven de oscuros cabellos algo alborotados que llegaban al cuello, una mirada absorbente y seductora, pero a la vez llena de odio.


–Mátalo... –Pronuncia en un tono ronco.



Estaba boquiabierta, y retrocedí unos pasos. Un revoltijo de emociones provoco que me alterara hasta el punto de estar por entrar en pánico. Pálida y atónita, no sabia como reaccionar, solo quería que se fuera. Ese ser maligno continuo hablándome.


–Hazlo... El te engaña con otra mujer. Ella tiene el cabello rubio y largo, es blanca y fea, pero su vanidad es muy alta.


No era capaz de contestarle o decirle algo. Era una impresión tan fuerte. Estupefacta tan solo lo miré. Algo de lo que decía era verdad "Yenni" era la compañera y amiga del trabajo de mi novio, y fisicamente estaba en lo correcto. No es posible. Dudaba de sus palabras. En ese momento, solo queria que apartara su directa mirada de mis ojos, por que yo no puedo hacerlo. Mi corazón estaba inquieto y queria gritar.


–Ese hombre no te ama –Elevo su voz– Solo te quiere para saciar su apetito sexual. ¡Matalo!


Volvio a decir, esta vez con voz alta llevando ira. Logre decir "No" con mi cabeza, a lo que el grito desgarradoramente hacia arriba, resonando en las paredes y lastimando mis oídos. Solo cubrí mis orejas muy asustada, cerrando mis ojos. Cuando los abri pude ver como saco a mi novio de la cama de un jalón y el desperto viendo a todas partes alarmado.


–¡¿Que pasa?! ¡Layla! –Me miro mientras el ente lo arrastraba por el suelo desde sus pies– ¡Ah! ¡¿Que esta sucediendo?! ¡Ayudame Layla! –Inútilmente aferraba sus dedos al suelo.

–¡Henry! –Exclamé aterrada sin saber que hacer.


Tal parece que Henry no puede verlo, solo yo ¿Pero como puedo luchar contra alguien invisible? Es imposible.
Tocando mi pecho mientras veia como lo remolcaba dando vueltas por el suelo y escuchando los gritos de mi novio, me dispuse a comunicarme con ese ser. No habia otra manera, de todos modos Henry ya lo esta viendo, por decirlo asi.


–¡Maldito! ¡Dejalo en paz! ¡¿Qué es lo que quieres?! –Desesperada mis ojos brillaron por el sentimiento.


El ente no me respondio, solo prosiguio llevandolo a una esquina de la oscura habitación. Ahí lo levanto del suelo, aventándolo de espalda a la pared.


–¡Layla! ¡¿Qué es esto?! ¡¿Sabes que es?! ¡Detenlo! –Inmóvil del susto, apegándose a la pared.

–¡No se que es Henry! ¡No se que hacer, lo siento! –Con mi voz quebrantada.


Escuche esa misma voz, pero ahora dentro de mi cabeza "No quisiste matarlo, entonces, lo haré yo"

–¡No! –Grite con pavor.



La mano de ese hombre transparente aprisionó su cuello con fuerza, apretándolo cada vez más. Era horrible ver como Henry luchaba, oponiendo resistencia, mientras se retorcía entre quejidos, conforme iba quedándose sin aire.


–¡No! –Volví a gritar corriendo hacia donde estaba Henry pero sentí que un golpe de energía me empujó haciéndome volar hasta la otra pared, cayendo al suelo.


Desde ahí, no podia hacer nada para detenerlo, solo podía ver como acababa con la vida de Henry. Escuchandose su carcajada demoniaca, era tan perturbador. Mis lagrimas salieron abundantemente. Cubriendo mi boca para no soltar el llanto, lloré viendo que Henry dejo de moverse y sus ojos no se cerraron pero si se apagaron. Posteriormente terminó en el suelo, sin vida.

Esto no puede estar pasando, esto, esto no puede ser real. ¿Como puede existir algo asi?. El silencio inundo la habitación, pero yo lo rompi con mi llanto. Cubria mi rostro ahi sentada en el suelo, mi pecho ardía, mi corazon estaba agrietado, tenia mucho miedo. Henri se ha ido en lugar de esa cosa. ¿Ahora que voy a hacer? ¿Que voy a decir al respecto? Nadie va a creerme.
Esta noche se que no podré pegar la pestaña. Ni siquiera pude acercarme al cuerpo de Henry, permanecí viendo la luna por la ventana, envuelta en una sabana. Anhelando, ahora más que nunca que saliera el sol de una vez, para que volviera la paz a mi. Por eso odiaba las noches.

Sollozaba con mis ojos humedos, cuando senti que alguien me abrazo por atrás, rodeando con sus brazos mi contura y un aliento frio chocaba en mi oreja. Mi cuerpo tembló y aterrada no podía moverme para huir. Era como si me hubiera congelado al instante. Una agitada respiración sonaba a mi oído, un mareo se apodero de mi, creía que iba a desmayarme, no podía más. Me sentía tan débil, tan vulnerable, tan expuesta.


–Él ya se ha ido... –Me dijo al oído– Tú eres mía, no puedes estar con alguien más, si un hombre te toca, ese hombre morirá.

–Ve...te –Apenas pude articular, mi lengua se mantenía pegada al paladar. Solo podía pensar.


¿Por qué a mi? ¿Por qué a mi? ¿Por qué a mi?. Esta cosa no se va a ir, todavía faltan unas cuantas horas para que amanezca, no puedo moverme.

Poco a poco, perdí mi visión y lo vi todo oscuro. En efecto me habia desmayado. Al pasar la noche, el sol salia anunciando un nuevo día. Abrí mis ojos, esperando que todo fuera una pesadilla, pero estaba cerca de la ventana tendida en el suelo, como dios me trajo al mundo y curiosamente, mi zona intima sangrada y dolia.


–¡Ah! –Estiré mi brazo para alcanzar a duras penas la sabana y me cubrí con ella, temblorosa voltee a ver a Henry seguía ahi, visualmente muerto, justo y como habia quedado en la noche– (No habia sido un sueño...)



Caminé enrollada en la sabana, hasta el espejo y mire mi reflejo. Pálida, con ojeras y mi cabello despeinado.


–(¿Qué me ha pasado? ¿Por qué estaba sin ropa? y me duele...)–Bajé mi mirada afligida– Henry... –Cerré mis ojos lentamente agachando mi cabeza.

.

.

Increiblemente me creyeron cuando les dije que el habia sufrido un infarto. En el entierro de Henry la llovizna no paraba, pude ver a mi alrededor rostros que expresaban dolor y sufrimiento. Y entre las personas ahi de pie, me contemplaba ese mismo ser que me sonrió maliciosamente, yo solo lo ignoré y controle mi temor. Pero es noche ¿Como puede seguirme asi?.


Semanas despues. Tenía nauseas que me hacian vomitar, me sentía muy cansada. Estaba experimentando todos los sintomas de un embarazo. No lo entiendo ¿Como puede ser? Si yo y Henry siempre nos protegimos, no puede ser.

Continue con mi vida, apenas habia dejado la tristeza de haber perdido a mi novio. Claro que no habia logrado dormir bien en la noche. Esas paranormales manifestaciones seguian y yo no planeo contarselo a nadie. Ahora vivia sola, aunque aveces sin importar que fuera de noche o de día esa visión del joven transparente volvía, pero ya no decía nada, solo reía como burlandose de mi. A pesar de todo yo recupere el animo y me enamore de otro hombre, aunque sentia miedo por lo que le fuera a pasar. Temía que ese ente le hiciera lo mismo que a Henry, pero, no pienso obedecerlo.


Días despues de iniciar mi relación con Erick. El yacía muerto en mi cama cuando desperté. Otro golpe duro para mi, lloré como nunca, estaba muy sensible por el bebe que se desarrollaba en mi vientre. Nadie podia explicarlo, no sabian por que ellos se suicidaban. Según yo les mentía. Ellos no tenian motivos para hacerlo, me empezaron a señalar, y a dudar de mi, dando especulaciones sobre mi.
Mi familia ya no me veía igual, mis amigos se han alejado, yo ya no puedo seguir asi, me volveré loca. Me han interrogado, estan por acusarme, de algo que yo no hice. No me quedo de otra más que escapar. Viaje a otra cuidad muy lejos de casa. Nueva York sería mi nuevo hogar, me pregunto si ese ente se quedo haya espero y asi sea.
Estaba equivocada, por que, durante la noche volvi a vivir las mismas manifestaciones, tan conocidas, pero aún escalofriantes.


–Layla... –Mencionaba con profundidad mi nombre una vez más.

.

.

Fue una linda niña, aunque había algo peculiar y nada común en ella; su cabello. Era violeta y sus ojos, que extrañamente ya habia abierto, también. En el hospital los doctores no hayarón explicasión, solo se apartaron viendome con rareza. Lo más raro es que no se parece a mi, como si no fuera mi hija. Estoy segura que esta bebe viene de aquel ser. Aún así, yo voy a amarla, se que es mi hija. Y como todos los niños, necesita una familia. Ese pensamiento me hizo morder mis labios con desazón.
Una familia, esta compuesta por padres, necesita un padre, pero, ese demonio no lo permitirá ¿El es su padre? ¿Por qué esta pasando esto?...


Se que mi hija llevara una vida dificil, por ser diferente. No es común que una niña tenga cabello y ojos violetas, pero yo se que es valiente y fuerte.

–Se fuerte Monse... –Le dije a mi bebé y bese su mejilla con dulzura.


No es como si fuera un monstruo solo por venir de el. Es mi hija tambien, y es hermosa, y humana.

.

.

Me arriesge, lo intente y odie eso. Un día después de mi boda, cuando Monse ya habia cumplido un año de edad. Presencie en el tocado, cerca de la regadera como ese demonio apuñalo hasta la muerte a mi esposo Daniel. Falleció ante mis ojos. Nuevamente, volvio el dolor a mi, me deje caer de rodillas al suelo y me desahoge. Esto, no tiene fin, entonces, yo le pondre fin a esto.


Monse cumplia sus doce años, ya habia crecido, aún sin un padre. Mi belleza se habia consumido, las arrugas aparecieron más pronto, unas bien marcadas ojeras volvian mi mirada mas cansada, estaba muy delgada. ¿Topdo esto por no comer y dormir bien? No lo creo, es demasiado. Se que es a causa de ese demonio, ya no puedo seguir asi, mi vida, se ha vuelto tan vacia, sin amigos, vuida y sin familia, lo único que tengo es mi hija, que disfruta de su día comiendo un pedazo de tarta de chocolate conmigo. No quiero abandonarla soy lo único que tiene, también, quiero que viva bien.


Una noche subí al techo de mi casa mientras Monse dormia y lo vi a él, igual que como la primera vez. Cabello oscuro, atractivo, joven y con una mirada rojiza penetrante. El flotaba en el aire fuera del limite de la orilla del techo, me tendio la mano con una sonrisa y yo sin alzar mi mirada pose suavemente la mia sobre la suya.


–Lo siento Monse, se fuerte...

.

.

Me abrazó y fuí tragada por un oscuro y hondo abismo.









1 comentario:

  1. Interesante y tú temiendo a una crítica cuando el problema es solo en la ortografía. Me hiciste recordar el libro "En tierra cruenta". Si no te auto sabotearas tendrías más lectores, aclaro solo he leído esto y me parece muy bueno aun que con detalles. Bueno mientras escribía esto decidí leer algo más y fue saranghae-oppa-en-contra, sera por mis gustos pero amor-demoniaco es mil veces mejor.

    ResponderEliminar

¡Gracias por leer!. Puedes comentar no importa si no tienes Blog, comenta como Anónimo, o pon tu nombre y el link de cualquier pagina, ahí te da opciones el Blog. Recuerda tus comentarios son gratificantes e importantes para mi :)