NarutOneechan [ El camino de Akane ]

Capitulo.- 1     —El camino de Akane—






Una joven Kunoichi en la primavera de los diecisiete años, disfruta del maravilloso paisaje verde, desde lo alto de una colina, apoyando su mano en el tronco de un árbol. Sus rojizos cabellos bailaban con el viento que corre por ahí, y sus ojos mantenían una intensa mirada, tan áspera e intensa que parecía brotar un aura negra de su cuerpo. ¿A que se debe esa energía negativa? ¿Por qué en su corazón alberga una absorbente oscuridad?.


—Cabello claro, ojos azules, túnica negra con nubes rojas —musitaba— Un artista loco. ¡Una mierda! ¡Un bastardo! —se exalta y con furia impacta su puño contra el tronco, haciendo una cavidad.


En honor a su fallecida madre. Akane vestía tal y como Kushina en sus días de ninja. De hecho parece una copia total de ella, casi como un clon, en tanto a cabello, rostro y ropa. Del mismo modo que hacia Rock Lee con Gai Sensei.
Una hoja del árbol que con rudeza golpeó, cae lentamente, como desciende una pluma en el aire. Y estando a unos centímetros de tocar su cabeza, aquella aura negra que emanaba su ser, la deshace con una chispa de fuego, como cuando se quema un papel en las llamas. Todo ese odio que contenía su alma, es maligno y poderoso de alguna forma. Sin embargo era justo lo que ella cree que necesita, para poder vengar la muerte de su madre.
Por tanto tiempo, ha estado intentando a duras penas desviarse del camino que le quiere forjar su padre. No desea seguir los pasos de él, ni los de su tonto hermano, ella es diferente. Su fría y cruel personalidad que ahora la dominaba no le permite hacer muchos lazos amistosos como hacia su hermano, quien es el único que parece quererla de verdad, mas no entenderla. Cada que alguien le habla, cree que es con hipocresía, una de las cosas que más odia.

Es tan triste que se aferre, a ese sentimiento de odio que la carcome y que ha ido arrastrando hasta hoy en día.


—¡Akane! ¡Akane!


A viva voz como es usual, su hermano gemelo Naruto, la llama mientras se acerca corriendo hacia ella, con una enorme sonrisa en su rostro. ¿Como puede ser tan feliz? ¿Como puede seguir sonriendo? Después de perder a su madre.
¿Será que es insensible? ¿O realmente es un tonto?. Es casi imposible creer que ellos dos son hermanos, ya que son todo lo opuesto, y no falta mucho para que se dividan por distintos caminos.

Naruto muy alegre y con confianza estira su brazo a su espalda intentando alcanzar su hombro.



—No me toques. —lo mira de reojo con desaprobación.



El se estremeció y retrocedió unos pasos. Es impresionante que aún después de tanto tiempo conviviendo y tratando con ella, le siga temiendo cada que le dedica esa cruda mirada. Quizá sea por que es la viva imagen de su madre, o por que realmente su hermana es escalofriante.


—Eh... A-Akane-chan... —inseguro al hablar, frota con su mano su nuca esbozando una forzada sonrisa— Yo, Sakura y Sasuke iremos a comer ramen a Ichiraku ¿No vienes con nosotros? Sasuke dijo que él pagaría tu ración —pierde esa postura para verla sonriente.

—Sabes que odio el ramen. —dándole la espalda en tanto ese suave aire acaricia su larga y colorida cabellera.

—¡Lo sé! ¡y no se por que lo odias!... ¡es delicioso! —su rostro se transforma a uno extasiado y con ojos grandes y brillantes al imaginar el tazón de ramen.

—Estás loco —lo encara frunciendo el ceño— ¿Como puedes vivir así?... Tan despreocupado, tan tranquilo. ¡Ah! ¡Eres un verdadero idiota! ¡déjame sola! —camina pasando por un lado de él.

—¡E-Espera! ¡Onee-chan! —la sigue por detrás.

—¡Cállate! ¡no me llames así, por eso tengo nombre! —sin detener sus pasos.

—¡Lo siento! ¡Akane! ¡espera por favor! —frustrado camina tras ella— ¡Espera! ¡¿a donde vas?!



Akane se detiene en seco y mira el pasto bajo sus pies.


—Todavía lo preguntas ¡Ya te había dicho que hoy es el día que cobraré venganza! ¡a ese maldito bastardo! ¡ya me he vuelto más fuerte! ¡ese maldito me lo pagara!. Iré ahora mismo a buscarlo, no regresaré hasta verlo muerto y a mis pies... —continua su camino con determinación.


Una tercera voz se escucha.


—No, no lo creo Akane.



Ella y Naruto alzan su mirada visualizando frente a ellos a su padre Minato.


—¡Padre! —le grita Akane molesta y adivinando a lo que ha venido.

—¿Hija, cuantas veces te lo he dicho?. Pero no parece quedarte claro... los akatsuki, no son ninjas que puedas tomar a la ligera, tu sola, jamas podrás vencerlos.

—Entonces ¿Por qué tu y Naruto no me acompañan? ¿ya olvidaron, que mi madre fue asesinada en sus manos? ¡¿que acaso solo a mi me importa?!

—Por supuesto que no hija, pero, tanto yo como tu hermano, sabemos que la venganza no sirve de nada... además —se aproxima para acariciar su cabeza con su mano, haciendo que Akane se encoja de hombros— Tú vida es más importante ahora. No quiero que te suceda nada malo... es cierto que ya eres más fuerte, pero... eres mi hija, y como tal tienes que obedecerme. A tu madre no le hubiera gustado ver en lo que te estás convirtiendo. Créeme que... yo hice todo lo que pude por proteger a tu madre, pero ella dio su vida a cambio de que los Akatsuki dejarán la aldea en paz. Murió honradamente, como la gran heroína que era. Ablanda tu corazón y se una gran ninja como lo fue tu madre hija... —retira su mano de la cabeza de Akane para observarla detenidamente.



Naruto dice "si" con su cabeza y mira a su hermana con una tenue sonrisa.


—Así es Akane. La venganza solo te está consumiendo y llevando a un abismo repleto de oscuridad. Eres mi hermana, la única que tengo. No quiero que sigas ese camino —sonando serio.



La chica baja su vista y aprieta con rabia sus dientes y puños.


—Ustedes... ustedes... ¡Ustedes no entienden nada!


Con sus ojos cerrados se adelanta apunto de correr, levantándose levemente su cabello al aire y Naruto junto con Minato la intentan sujetar pero ella desaparece en un abrir y cerrar de ojos, dejando en su lugar una copia de ella formada con shakra roja. Minato y Naruto se percatan de lo que están tocando y esta masa de energía moldeada se expande empujándolos hasta donde los arboles detienen su caída y se deslizan por el tronco al suelo. Ambos logran percibir una asombrosa energía.

Naruto con sus ojos muy abiertos y sentado en la tierra al pie de un árbol piensa profundamente « No lo esperaba... Akane, te haz vuelto muy fuerte... cierto, tengo que buscarla, antes de que vaya tras Akatsuki. No puedo dejarla irse ¡De ninguna manera! »


El chico se pone en pie y dando grandes saltos por los arboles empieza a buscarla con su mirada.



—¡Naruto! —vocifera Minato preocupado y sin dudarlo lo sigue.


.

.

.

.

.

.