Saranghae Oppa! [ Alcanzándote ]

Capitulo.- 35                    —Alcanzándote—






Frío y con los delicados rayos del sol bañando la cuidad. De ese modo, amaneció en Otawa Canadá.
Con tranquilidad y energía, Luna le ayudaba a su madre a limpiar los pisos del pequeño restaurante, antes de abrir. Mientras su padre preparaba la cocina para empezar a trabajar. No era un negocio muy prospero, sin embargo, siempre les ha dado lo suficiente para el pan.
Anteriormente, Luna y Cat habían sido obligadas a ayudar en el pequeño negocio de su padre, es por eso, que eran buenas en la cocina.

Horas más tarde. Luna se quedó apoyando en la cocina, completamente sola, ya que sus padres salieron a atender algunos asuntos.
Usando el cuchillo adecuado, marcaba cortes rápidos y precisos, en una especie de carne. « Era más divertido cuando Cat estaba aquí y estábamos siempre juntas. »
Pensaba profundamente, con un semblante sereno.
» Me pregunto que tal le esta yendo con Jiyong ¿Ya se habrán casado? Me hubiera gustado ir a la boda... no, estoy mejor aquí. »

Inevitablemente, extrañaba a su pequeña hermana y se preocupaba por ella, día a día. Tal vez, ha sido una mala amiga para los chicos del grupo, y para Minhoo. También una mala hermana, por no escucharla, siendo tan egoísta. Aveces pensaba de esa forma, y otras veces sus pensamientos cambiaban y se mezclaban creándose un lío mental y sentimental.
Creía que probablemente fue muy precipitado e inmaduro de su parte, no haber aclarado las cosas con Taeyang en su momento, y en lugar de eso, huir como una verdadera cobarde. Dejó que CL ganará, en lugar de luchar por el amor. Pero, sabe muy bien, que ya es muy tarde para enmendarlo. Si regresa, quizá Taeyang ya la haya olvidado, y este con  CL, después de todo, eso fue lo que entendió con aquella llamada. Ella estaría sola y se sentiría fracasada, aunque todavía cuente con la hospitalidad y apoyo de Osiel, seria algo muy vergonzoso.
« Tae... Yang... ¿realmente eres un sol?. Me he alejado tanto de ti, y ese brillo que me transmitías se ha opacado... te necesito. ¿Sería muy tonto soñar que aún me recuerdas y vienes por mi?. Como quisiera decirte que al pensarte mi corazón todavía brinca por ti... he sido muy tonta... ¿me perdonas?... yo... »
Cortaba con más fuerza la carne, al tiempo que en sus orbes se acumulaban lágrimas. » yo... quiero estar contigo. »


Es un sentimiento creciente que la desconcentra y con un mal movimiento aquel filo del cuchillo raja su dedo brotando una pizca de sangre.


—Ah... —expresa un quejido.


Suspende sus acciones y contempla su dedo herido detenidamente, con una expresión de resentimiento.
Impresionantemente, seguía conservando y atesorando ese celular purpura, que Taeyang le había obsequiado hace tiempo. Por más absurdo que pareciera, solo lo guardaba por él, como si fuese la imagen de un recuerdo. No lo ha usado desde la última vez que se comunica con él. Era única y exclusivamente para llamarlo a él y recibir sus llamadas, que siempre había esperado tan ansiadamente. Como se trataba de un objeto tan especial y lo único que le quedo para recordarlo, siempre lo llevaba dentro del bolsillo de su abrigo, o de su bolso.

Estaba muy tranquila, y la inesperada sensación de que algo vibra en su bolsillo, la altera un poco sin saber como reaccionar. Confundida, ahora escucha su tono de celular, el mismo que ya tenia tiempo sin oír, lo que la impresiona al grado de abrir de par en par sus grandes y verdes ojos.


—¿Young bae?... —se atreve a contestar, sintiendo su corazón sacudirse por los sentimientos encontrados—... ¿eres tú?


Espera por unos eternos segundos, con el corazón apunto de reventar, y la esperanza de escuchar su voz

—¡Vaya, esto es impresionante! ¡¿De verdad todavía lo conservas?!


Suena la grave voz de una mujer desconocida para sus oídos. Desubicando a Luna.


—¿Q-Quién eres tú? ¿Este no es el numero de Young bae?... —algo decepcionada con su pecho adolorido.

—Si claro que lo es, lo siento... solo que —resopla— Young bae se lleno de vergüenza al escuchar tu voz el muy tonto —emite una risa breve— ¿No es ridículo?. Dijo que no podía hablar.


Una ligera sonrisa se apodera de Luna y se relaja, sintiéndose complacida de escuchar eso. Camina hacia donde encuentra papel, para secar la sangre que ha salido de su herida, intentando preguntar con interés.


—E-El... ¿esta ahí contigo?. ¿Dónde están?

—Ah, Young bae, quiso tomar sus días de descanso para venir a buscarte. Justamente, estamos saliendo del aeropuerto, pero el quiere que lo ayudes a llegar a donde sea que estés ahora. Realmente esta muy decidido y quiere verte. —trata de explicarle.

—¿Ahora?. ¿El está aquí? —Con gran asombro mira abajo un tanto alarmada— ¡¿P-Por que ha venido?!


Nuevamente espera en la linea unos segundos.

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En Seul ha anochecido, y el maknae del grupo espera en su cama a que Minhoo termine de ducharse. Acostado viendo al techo y con sus manos en su nuca, sus parpados se cierran permitiéndole el recordar todas aquellas ocasiones en las que toco a Luna. Esa indecorosa y degenerada imagen de verla bajo él, con ese miedo grabado en su rostro, su colorido cabello alborotado y su piel resaltando a media luz, gritando con horror y sufrimiento, viendo su delicado y fino cuerpo moverse por el impulso de las rudas penetraciones.
Algo en su cuerpo despierta, exigiéndole atención, por lo que sin abrir sus ojos lleva su mano a su pantalón holgado con el que acostumbraba dormir, facilitándole el introducirla en el interior y palpar su propio miembro, respirando profundamente se sumerge en los recuerdos mas insanos que almacena su atrofiada cabeza. Con la imagen de la inofensiva Luna, se auto-estimulo, como suele hacerlo.
Continua hasta que lo deja fuera del pantalón, sintiéndolo ya muy duro, suavemente lo desviste y lo vuelve a vestir, al tiempo que unos gemidos brotan de sus labios. Lo vuelve loco imaginar que tiene a Luna haciéndole el favor. Ha vaciado su mente y se ha olvidado de todo, tan solo se enfoca en restregar con su mano su firme "amigo" hasta que un liquido particular fluye libre. Acto que puede ser visto por Minhoo quien lista para dormir con el, permanece observándolo sin querer interrumpirlo, ve como Seungri se remueve en la cama por el éxtasis que alcanza y suelta gemidos llenos de placer, mientras apretaba su miembro en su mano.

Ya es común que Seungri haga esto a diario. De hecho Minhoo lo sabe muy bien, aunque no siempre lo ve. Y no le importaba, ni hacía drama, por que verdaderamente lo ama tal y como es, además lo conoce muy bien.

Lo que significa que el maknae aquel día que quiso regalarle a Luna esas flores para disculparse ¿No fue sincero?.
Ni siquiera el sabia  por que su cuerpo le exige tener esa relación carnal y placentera con Luna, no lo entiende. ¿Realmente es tan pervertido? Que a nadie, absolutamente a nadie puede ver en serio.

Lentamente su cuerpo se empieza a enfriar y al sentirse más relajado, despega sus parpados girando su cabeza. Se percata que Minhoo esta ahí, mirándolo inmutable y serena muy cerca de la cama.


—¡A-Ah! ¡Mi Minhoo! —de inmediato se sienta en el colchón esbozando una descarada sonrisa— ¡Ven aquí! —Abre sus brazos ante ella, invitándola a acercarse con él— ¡Te estaba esperando!


A lo que la chica sonríe complacida yendo hacia el y abrazándolo con calidez.

—¡Seungri te amo! ¡Aunque seas un pervertido! Es lo que me gusta de ti, que no ocultes nada, aparte de otras cualidades que tienes ¡Nunca te dejaré! ¡Por favor tú nunca me dejes!

—Oh ¡Claro que no!. Tenemos meses juntos ya... a decir verdad nunca había durado tanto tiempo con alguien, eres especial —ríe por lo bajo y la estrecha entre sus brazos— Ah... ¿Viste? ¿Acaso lo viste todo? ¿Eh? —en un tono suave mientras pasa sus labios suavemente por encima de su corto cabello— Si fue así... ¿por qué no me ayudaste? —delinea un camino de besos desde su oreja a lo mas bajo de su cuello.

—No, no lo vi todo, pervertido... —con una enorme sonrisa— Eres un enfermo sexual ¿Lo sabias?...


El chico baja su mirada sintiéndose mal hasta consigo mismo. ¿En verdad ha sido tan malo con ella?. Sus emociones se encuentran tan confundidas que le es tan difícil saber si la ama, por lo visto su lujuria es más fuerte que su propia voluntad y se apodera totalmente de él, haciéndolo auto-estimularse, e imaginar a Luna convirtiéndola en un objeto sexual, como siempre lo han sido las mujeres para él. Pero ¿Qué es exactamente "eso" que lo ha mantenido unido a Minhoo por tanto tiempo?. Para el, es un enigma.

Es en el momento en que Minhoo se quiere apartar de sus brazos, que Seungri la atrae nuevamente a su cuerpo. Lo que a ella le sorprende. No es normal esa clase de gesto en Seungri.

—Espera un poco Minhoo. Permanezcamos así un momento ¿De acuerdo? —habla seductoramente.



Los dos, enlazados en un abrazo, cerraron sus ojos. Y Seungri comenzó a hundirse en los recuerdos de lo sucedido la noche pasada.


Disfrutaba de una noche brillante y excitante acompañado de tres chicas en un hotel, cuando sin previo aviso Minhoo irrumpió en su habitación presenciando la escena de su novio "jugando" con esas sensuales mujeres en la cama. 


—Seungri... 


Lo nombró con claridad y el mencionado junto con las chicas se detuvieron viéndola como espantados. Lógicamente esperaban que armará un melodrama, pero en cambio Minhoo pareció insensible, solo los vio con desdén. 


—Cuando termines, regresa a dormir conmigo, no te quedes aquí ¿Está bien? —despreocupada. 

—Eh... si, esta bien Min... —Respondió asustado. 


Llegando a creer que Minhoo no lo quiere. ¿Cómo puede ver tal acción sin decir nada al respecto? Después de haber llamado tanto a su celular y ver que no contesta, luego ir hasta donde sabia que estaba y no mostrar ni el más mínimo resentimiento, sugiere dicho pensamiento. ¿Por qué no lo cela? Como las demás. ¿No lo ama? ¿Solo está con el por su dinero?.
En ese momento su mente se saturaba de absurdos pensamientos. 


Cada que Seungri le pedía perdón por cargo de conciencia, ella lo perdonaba y lo abrazaba, sin reclamo ni protesta. No la entendía.
Tampoco podía olvidar todas esas ocasiones en las que se comportaba tan dulce con el y tomaba el rol de una madre haciéndolo sentir como un pequeño niño.


—¡Tengo hambre! —expresó Seungri, con voz infantil. 

—¿Tienes hambre? De acuerdo, te haré algo de comida, solo espera —con una dulce sonrisa le pellizcó una mejilla. 


Entonces todas esas muestras de afecto le ayuda a comprender los sentimientos de Minhoo, que eran verdaderos e incondicionales. Por que, definitivamente, nunca antes había recibido tanto calor de una mujer. Y no de esa clase de calor que generan los cuerpos al estar en medio del coito.

Todo esos recuerdos, de los cuidados y amor que le ha demostrado Minhoo, lo hacen suspirar y abrir sus ojos que poseen ahora un brillo muy especial. Trazándose a su vez una delicada sonrisa en su faz.

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—Por ti...


La distinguida voz de Taeyang a través del móvil que sostenía Luna desde la cocina del restaurante. Hace erizar la piel de la chica.


—¿Por mi? ¿Ha-Haz venido por mi? —sonando temblorosa.

—Si... disculpa, si te he tomado desprevenida. Pero... bueno, hay tantas cosas que quiero decirte, por eso... me gustaría verte cuanto antes.


Luna mira hacia arriba un tanto conmocionada.

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Gracias a la accesible dirección de la pequeña estancia de comida. Taeyang puede llegar a donde se encontraba Luna todavía trabajando en la cocina.
Apenas los coreanos se adentran al sitio y acaparan la atención de los comensales, por ser extranjeros más que nada.


Luna con esmero y un revoltijo de emociones. Freía en una sartén la especialidad del restaurante. Cuando sus oídos captan una conocida voz tras de ella.


—Luna...


La joven sufre un sobresalto, suspendiendo su labor, y girándose pausadamente hacia atrás, puede apreciar ese rostro que echaba de menos.
Un sentir que golpea con fuerza su pecho le vuelve imposible el hablar. Ella solo concentra su mirada en el chico que con timidez muestra una sonrisa.

—Se que... —con cierta inquietud— Estás muy ocupada, solo tenia tantas ganas de verte... y sabes que estás bien ¿Lo estás cierto?


Luna se encuentra atrapada en un remolino de sentimientos, una crisis emocional. Ya no sabe que pensar o que hacer.
Puede sentir como su cuerpo vibraba involuntariamente a causa del desorden dentro de ella. Taeyang, sostenía ese oso personalizado con el collar perteneciente a Luna en su cuello. Descubre en su mirada que esta muy perpleja y no quiere obligarla a hablar o ponerla más nerviosa de lo que se muestra, prefiere aligerar el ambiente. Por lo tanto, decide adelantar el regalo con la intención de que la expresión en su rostro cambie.

Sin decir más, Taeyang extiende su brazo ofreciéndole el adorable peluche con una simpática sonrisa gravada en sus labios.


—Esto es para ti. Por favor acéptalo.



Su amiga Mina Kwon, veía al par de enamorados con intriga. Muy en el fondo ella anhelaba que todo saliera bien, después de todo sabe que se aman el uno al otro y el esfuerzo de Taeyang por viajar hasta donde están y buscarla, no debe ser en vano.
Por su parte, Luna se limita a mirar con sus labios medio abiertos el oso, identificando su collar de plata.

El joven cantante sin perder esa postura. Ahora esta dispuesto a ser persistente, protector y no dejarla escapar de ninguna manera.

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