miércoles, 4 de enero de 2012

Bajo la luna [Miedo]


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Capitulo- 1                                                    -Miedo-


En algún lugar de Inglaterra… Dentro de una habitación especial, grande y acogedora. Un Psicólogo tomaba nota con un rostro serio, permaneciendo sentado en un sofá negro y moderno, el joven castaño de veinticinco años, escuchaba con atención a una linda y pelinegra joven de diecinueve años de edad, quien recostada en un sillón largo abrazando un cojín, hablaba sin parar…

-Siempre es lo mismo, desde hace unos meses, todas las noches, son una pesadilla… Siento que hasta ha arruinado mi vida... ¡Lo odio!.. –Mira el techo con melancolía dejando caer sus extra largos cabellos negros-Además, siempre me siento sola… En esa enorme y fría mansión aunque estén ahí mis sirvientes… No es suficiente… Mis padres son tan indiferentes, mis amigos, me han abandonado, mi mundo, es tan oscuro… Y cuando sale la luna, cuando la luna aparece en el cielo… El miedo, el temor, vuelve a mi… -Le dirige su dorada mirada-

-Ya veo… -Ajusta sus anteojos- Se que tus padres te aman, so por nada te han dicho que vengas a terapia, cada semana, ellos quieren ayudarte… -Pasa sus dedos por su semi-largo cabello castaño para acomodarlo con sus ojos cerrados- Pero, lamentablemente no tienen tiempo, según se… Son personas muy ocupadas en su trabajo… ¿No? –La mira con esos orbes azulados-

-No lo creo, no me demuestran afecto ni atención, y me pagaran terapias con usted, por que dicen que estoy loca… Tch –Se sienta dejando el cojín a un lado- Eso es lo que creo, no les importo, en absoluto… También creo, que no estoy loca… -Frunce el ceño-

-No, no lo estas… -Sonríe leve- Muy bien Sasha, es todo por hoy, ya han pasado tres horas desde que empezamos… Debes estar cansada… -Deja sus notas en la mesita de su lado-

-S-Si… -Se sonroja leve al mirarlo-


Era la segunda vez que veía a ese joven y atractivo Psicólogo, y ya le atraía algo de él… Quizá por que es maduro, guapo, gentil y sobre todo, es el único que la escucha y no le llama “Loca” Era perfecto, pero mayor que ella.

El castaño solo se levanta de aquel sofá dispuesto a acompañarla a la puerta para despedirse de ella, ya que, después esperaría a alguien más que debía atender.

-¡Oiga!... –Exclama casi con desesperación al verlo ponerse en pie y lo observa-

-¿Si?... –Voltea a verla con seriedad-

-Podemos… -Ruborizada desvía su mirada aun sentada en ese sillón- Salir a tomar algo… No se ¿Un café?... –Lo mira disimuladamente-

-Lo siento… No puedo, en unos quince minutos más llegara una señora y estaré ocupado… -Borra su rostro serio y eleva levemente sus comisuras formándose así una sonrisa- Pero, gracias por la invitación.

-… -Suspira y mira el suelo-

-… -Con esa misma sonrisa se acerca y le extiende su mano para que la tome-

-¿Oh?... –Lo observa mientras un rubor aparece en sus pálidas mejillas-

-Podemos salir en otra ocasión… -Sonriendo-

-Sí… -Sonríe y toma su mano poniéndose en pie y mirando sus ojos azules apenada-

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Una negra limosina, la recoge, yendo de vuelta a su casa, a su gran casa… Una enorme mansión…
A pesar de tener toda clase de lujos, dinero y todo lo que deseara, un profundo vacio permanecía dentro de su corazón, una inmensa soledad la envolvía y una agria y fría noche la esperaba… Era domingo así que no asistiría a la universidad, cada domingo tendría que ir a terapia con el Psicólogo Albert Green…

Llego a su morada… Y al entrar rápidamente fue recibida por el mayordomo de la casa Callander.
El tímido sirviente rubio de orbes esmeraldas de dieciocho años que vestía elegantemente con su cabello largo hasta los hombros pero lo ataba con un delgado lazo negro en una coleta baja hacia su hombro, dejando algunos cabellos al frente de su rostro… Se aproxima a ella y con una reverencia….

-Bienvenida a casa… Señorita Sasha… -Con voz suave y baja mirando al suelo-

-… Elliot, tengo hambre –Se quita su abrigo negro que portaba sobre ese vestido negro que le llegaba hasta las rodillas que parecía de muñeca también negro pero con detalles blancos, tirando la prenda al suelo-

-S-Si… -Sonrojado recoge el abrigo inmediatamente- En un momento más se le servirán sus sagrados alimentos… -Con el abrigo en sus manos observa como le da la espalda, extrañado al verla tan quieta mirando hacia uno de los cuadros como perdida en él-

-… -Fijaba su mirada en ese cuadro, una pintura de una mujer medio desnuda rodeada de querubines en un fondo negro-

-¿Señorita Sasha?... –La llama preocupado- ¿Esta bien?

-Sí… -Cierra sus ojos un momento para luego caminar hacia la gran escalera de la mansión- Estaré en mi habitación, cuando este lista la comida, me llamas… -Se va lentamente-

-Por supuesto… -Leve reverencia y mantiene sus verdes ojos puestos en ella hasta perderla de vista- (Estaba…. ¿Pálida?) –Piensa-


Sasha estaba muy asustada… Faltaban algunas horas para que anocheciera y temía lo que podía pasar después de medianoche… Sentía un profundo miedo, pero trataba de ocultarlo, no le quedaba de otra… Sabía que tenía que ser fuerte, ya que nadie le creía y esa actividad extraña y tenebrosa de la noche, no la podía evitar…
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Las estrellas junto con la brillante luna adornaban el oscuro cielo… El reloj del buro en el dormitorio de Sasha, marcaba las nueve de la noche, aunque aun fuera temprano para descansar… Sasha estaba lista para dormir, debía dormir temprano ya que mañana a alas seis en punto se despertaría para prepararse e ir a la universidad…
Al entrar en la cama y cubrirse con las frazadas, da un gran suspiro, preocupada y llena de miedo al sentir una invisible presencia, como si alguien la estuviera observando todo el tiempo…
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Ahora el reloj indicaba que eran las tres en punto de la mañana, Sasha se veía completamente dormida abrazada de un gran oso casi de su tamaño, cuando el repentino sonido de una fuerte respiración cerca de ella la hace despertar y su corazón se acelera… Sabía lo que era… Era “eso” que desde hace meses la espantaba, la atormentaba y no la dejaba dormir bien…

Levanta su espalda de la cama y observa a su alrededor, detenidamente, estaba muy oscuro, solo su cama era levemente alumbrada por la tenue luz de la luna que entraba por las orillas de las cortinas en las dos ventanas de su habitación. Aquel sonido de lo que parecía una respiración se fue disminuyendo y en las sombras logra ver una especie de nube de humo blanco que se mueve hacia el techo y desaparece…
Al principio piensa que son sus ojos, así que los talla con sus manos y vuelve a observar y logra ver como si una sombra o silueta negra de un hombre se aproxima hacia ella, y antes de llegar al pie de su cama se desvanece…
El miedo vuelve a invadirla y comienza a alterarse sus nervios… Empieza a temblar volviendo a creer que hay algo dentro de su habitación… Y estaba sola… Sin nadie a quien recurrir…
Vuelve a acostarse y cubrirse con las sabanas abrazando su oso con el que siempre dormía, intentando conseguir el sueño, quería olvidar todo lo que acababa de ver… Pero apenas cierra sus ojos y puede percibir un olor como a humo de lumbre o fuego, y a varias personas murmurar cerca de ella… Sasha vuelve a asustarse y comienza a sudar en frio, abre sus ojos como platos, abrazando con más fuerza su oso y esos murmullos se hacen mas fuertes escuchando como una conversación entre muchas personas pero no entendía lo que decían, era como si hablaran en otra lengua… Después de unos segundos, se escuchan risas burlonas y completamente atónita y paralizada cierra sus parpados apretándolos sin saber como dejar de escuchar, se cubre sus oídos con sus manos, cuando siente que alguien toca su brazo, se exalta y grita…

-¡Ahhh! ¡Déjame, no me toques! –Exclama en un tono muy alto y deja la cama para pararse con esfuerzo por el temor que recorría su cuerpo y enciende la luz-

Al ver su habitación iluminada no había nadie, y aquellas voces se habían ido… Pero no quería volver a su cama, y tratar de dormir, sabia que si dormida a los minutos volvería a suceder algo, esto parecía no tener fin… Y tan solo eran las tres de la mañana con veinte minutos. Lo único que deseaba era que todo eso terminara, que se fueran, que la dejaran en paz, sea lo que sea, ya que, no estaba segura si eran fantasmas, brujas, demonios, su mente, su imaginación, o alguna pesada broma de alguien ¿Pero de quien?... No sabía como hacer que eso se fuera para siempre, que dejara de interrumpir sus sueños, nadie la ayudaba solo le llamaban “Loca”, nadie ni nada quería ayudarla, o ponerle fin a esta larga pesadilla…

-Odio… La noche –Murmura para si misma y apaga la luz volviendo a verse toda la habitación completamente oscura de repente-

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5 comentarios:

  1. Un buen comienzo, interesante y a la vez, magnífico, es una novela de suspenso, verdad?

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  2. Si algo asi ^^... Espero te guste, apenas comienza... Gracias por tu comentario

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  3. No hay de qué, con solo leer los primeros párrafos me interesó.

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  4. Hola!!! Buen inicio... fue como si viera en mi mente todo en un anime y a los personajes. Se nota tu influencia en lo del anime pero ese es un plus extra, seguiré leyendo.

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  5. Wooww!!! que buen comienzo...me dio miedo y. me hizo recordar viejos tiempos en los que la pasaba igual, muy bueno como reflejas sentimientos....voy a seguir leyéndolo

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