Capitulo- 3 -Oscuridad-
Sasha podía escuchar en su interior como su corazón
palpitaba a un ritmo descontrolado al haber percibido que algo o alguien se
aproxima hacia ella.
De pronto siente que la toman de sus hombros, dando un
respingo involuntario, y abre completamente sus ojos en un segundo.
-¡Señorita Sasha! –Exclamó su mayordomo, usando ropas
cómodas, con una expresión llena de preocupación al verla-
Siente un gran alivio al ver que era Elliot quien se había acercado
a ella, solo libera un suspiro y lo observa, sintiéndose mas tranquila.
-Elliot… -Lo mira con algo de asombro-
-¿Qué hace a esta hora por los pasillos? ¿Se encuentra bien?
–Pregunto con voz baja al acercarse más a ella-
-… -Relaja sus facciones y mira de reojo sus hombros que él
aún tomaba indebidamente-
-Oh, lo siento, señorita… -Retira sus manos de ella y
mantiene su distancia-
-Esta bien… Yo… -Desvía su vista, pensando que responder y
vuelve su mirada a él, fijándola después en sus manos-
Con un gesto lleno de extrañeza, observo con gran curiosidad
las manos de su mayordomo, estas tenían una especie de collar de perlas con plata,
y le colgaba algo parecido a un amuleto que figuraba ser una cruz, nunca antes
en su vida, había visto algo igual, lo que llamó totalmente su atención.
-Elliot… -Lo nombra en un tono claro al ver sus orbes
verdosos-
-¿S-Si?... –Nervioso al encontrar muy intimidante su mirada-
-¿Qué es eso?... –Sin soltar su oso que aún abrazaba, señala
con su dedo el “collar”-
-Ah… V-Vera, esto es… -Dirige su mirada al suelo, jugando
con lo que tenía en sus manos-
-¿Si?... –Alza leve una ceja esperando respuesta-
Gracias a la compañía de Elliot, por un momento Sasha olvido
el miedo, volviendo a tener su mente tranquila…
-¡Es un rosario! –Responde en un tono elevado y se sonroja
al verla-
-¿Un rosario?... –Frunce el ceño con extrañeza-
-Sí… -Sonríe- Vera, esto es muy importante para mí… -Observa
su rosario con una tenue sonrisa-
-¿Por qué?
-Por que… (Nunca pensé que fuera a hablar de esto con ella…)
–Piensa sin dejar de sonreir- Por que gracias a que rezo por las noches, me
siento mas tranquilo y… puedo dormir en paz… -Se coloca su rosario en su
cuello-
-¿Rezar?...
Apenas podría entender lo que decía el rubio… Nunca en su
vida, esas palabras habían estado presentes, era algo que desconocía completamente…
Sasha comenzó a formar una serie de preguntas en su mente, en ese instante ¿Qué
era eso llamado rosario? ¿Para que servia? ¿Por qué Elliot lo usa, reza y logra
dormir bien? ¿Por qué el, al igual que ella, le cuesta descansar agusto por las
noches?...
Hay un momento de profundo silencio. Elliot y Sasha solo se
miraban a los ojos, hasta que el silencio fue roto por el sonido de un costoso
jarrón que se había roto en mil pedazos al caer al piso, muy cerca de ellos. El
inesperado ruido hace que la pelinegra se exalte del susto y mire a sus lados
con temor.
-¡¿Qué fue eso?! –Muy alarmada Sasha-
-Seguro fue el aire… -Murmura con sarcasmo Elliot al mirar
hacia donde estaban los restos del jarrón-
-… -Solo abraza con fuerza su oso-
Las luces de lo largo del corredor parpadean y una
estruendosa carcajada burlona como de dos mujeres hizo eco en el lugar, lo que
hace que la piel de Sasha se erice y quede paralizada de miedo…
-Venga, tenemos que irnos de aquí… -Le extiende su mano de
una manera elegante aunque este en pijamas-
-¡No!... ¿A dónde podemos ir?...
-La llevaré a su habitación… -Sin dejar de ofrecer su mano
insistente-
-No… -Niega con su cabeza, permaneciendo en su lugar sin
mover un musculo- ¡No quiero!
-¿Por qué? –Baja su mano y la observa-
Las luces seguían parpadeando y esas risas eran mas leves,
comenzando a escucharse como si arrastrarán cadenas. Después de unos segundos
Sasha habla.
-Tengo miedo…-Con un tono tembloroso- Mi habitación es horrible… Pasan cosas
terribles… -Susurraba con el temor grabado en sus ojos- ¡No quiero volver ahí! ¡Cada
que duermo algo me despierta con horror!... –Baja su mirada- Así ha sido desde
hace meses… Estoy cansada… -Comienza a sentir un nudo en su garganta al
desahogarse- ¡Ya no quiero dormir nunca más! –Grita con voz entrecortada- ¡Despierta
estoy mejor!... C-Creo… -Sus ojos se llenan de lagrimas que se desbordan
bajando por sus mejillas- No… No quiero estar sola… En la oscuridad.
-Yo estaré con usted… -Sonríe leve sin mostrar un gramo de
temor hacia lo que se escuchaba-
-¿Eh?... –Siguen corriendo sus lagrimas y lo observa-
-Vamos… -Camina tomando su mano haciéndola caminar junto a él-
Justo cuando caminan por el pasillo en dirección al
dormitorio de Sasha, las luces se apagan de repente volviéndose todo
completamente oscuro y la pelinegra deja caer su gran oso para abrazar a Elliot
por el terror.
No logran ver absolutamente nada, todo se ve negro y ambos percibían
una tercera persona que respiraba agitadamente detrás de ellos…
-Tranquila…. –Susurra el rubio y corresponde su abrazo con timidez-
Debemos seguir, ya casi llegamos…
-¡No! Alguien esta… Detrás de nosotros, no me quiero mover…
-Se aferra a él-
-… -Sonrojado al sentirla cerca y con algo de nervios por la
situación, suspira- Por favor… Debe seguir... Le prometo que cuando llegue a su habitación
todo pasara… -Menciona en un tono suave y bajo-
-… E-Esta bien –Se estremece al dejar de abrazarlo para
tomar su mano y entrelazar sus dedos con los de él, confiando plenamente en su
mayordomo-
-(Esos demonios, desde hace tiempo que la hacen sufrir… Los
odio) –Piensa frunciendo ligeramente el ceño muy molesto al andar con ella
lentamente por la oscuridad del pasillo-
Estando a solo unos cuantos pasos de llegar a la puerta de
la habitación de Sasha, se vuelven a escuchar esas risas que parecían de
brujas, cerca de ellos, lo que los hace detener su paso y las luces se
encienden en un parpadeo, volviendo a ver todo con claridad, prefieren no
avanzar. Frente a ellos aparecen dos mujeres con ropa pretenciosa color negro,
riendo a carcajadas, pero sus piernas no eran humanas, se podían ver en lugar
de pies, pezuñas, estas dos extrañas mujeres con cabello desordenado y ojos
rojos, se aproximan a ellos, con el resonar de sus patas, sin dejar de reír,
esto es tan impresionante para Sasha que ella se desmaya, pero Elliot detiene
su caída tomándola en sus brazos y mira como las mujeres no desaparecen ni se
van, sin pensarlo más, corre llevándose a Sasha consigo, llegando a la puerta y
la abre de una patada, entrando y cerrándola con su pie azotándole y yendo a la
cama de su ama para recostarla en ella, jadeando levemente por la adrenalina
que había recorrido su ser. Aquellas risas se desvanecen y vuelve el silencio…
-(Dios… ¿Qué era eso?... Nunca antes había visto algo así, fue
una manifestación sorprendente…) –Se sienta en una silla cerca de la cama de
Sasha quien seguía inconsciente-
Elliot observa que hay una pequeña lámpara que alumbra
tenuemente la oscura habitación y piensa…
-(¿Una lámpara?... Seguro le da miedo la oscuridad...) –Recuerda
sus palabras-
-Tengo miedo… -Con un tono tembloroso- Mi habitación es horrible… Pasan cosas
terribles… -Susurraba con el temor grabado en sus ojos- ¡No quiero volver ahí! ¡Cada
que duermo algo me despierta con horror!... –Baja su mirada- Así ha sido desde
hace meses… Estoy cansada… -Comienza a sentir un nudo en su garganta al
desahogarse- ¡Ya no quiero dormir nunca más! –Grita con voz entrecortada- ¡Despierta
estoy mejor!... C-Creo… -Sus ojos se llenan de lagrimas que se desbordan
bajando por sus mejillas- No… No quiero estar sola… En la oscuridad.
El joven rubio observa con un rostro afligido a su ama, y
libera un ligero suspiro.
-(Espero este bien, y que reaccione pronto… Yo… Como le prometí…
No me iré, y ya nada pasará) –Toca con sus dedos las perlas del rosario y
empieza a rezar con un “padre nuestro” en un tono muy leve, concentrándose-
La tranquilidad y la paz inundan la habitación de Sasha quien
reacciona cuando Elliot termina de rezar…
-E-Elliot… -Lo observa cerca de ella a su lado con el
rosario en sus manos-
-Me alegra que despierte… -Sonríe-
-No estaba dormida tonto… -Le devuelve su sonrisa
permaneciendo acostada en su cama- Y… Esas mujeres ¿Ya se fueron? –Cuestiona con
una expresión melancólica-
-Al parecer sí… Todo gracias a dios… -Pronuncia en un tono
suave y bajo al verla con esa misma sonrisa-
-¿Dios?... (Por lo visto Elliot, tiene creencias muy
extrañas…)
-Si… ¿No cree usted en él? –Pone un rostro serio-
-¿Eh?... Ah… Pues… -Sin saber que decir mira hacia otro
lado-
-… -Suspira- (Vaya si que esto será difícil…) –Pensó al
levantarse de su asiento- ¿Ya vio la hora que es? Es tarde, debería descansar…
-Se pone en pie cerca de su cama mirándola-
-No… Ya te lo dije, algo siempre me despierta…
-Esta noche no será así… -Sonriendo leve- He rezado todo el
rosario, mientras usted estaba inconsciente y le pedí a Dios que la cuidara,
que no permitiera que algún ser maligno la molestara y asustara… Así que, solo
confíe en él por favor… -Se inclina en modo de reverencia y se acerca para
cubrirla bien con las sabanas-
-(¿Cómo voy a confiar en alguien en quien no creo?) –Piensa al
verlo y cierra sus ojos- Esta bien… Lo haré, confiare en ese tal Dios… -Se
mueve para quedar acostada de lado con sus ojos cerrados-
-Que tenga muy buenas noches… -Hace una reverencia antes de
dirigirse a la puerta para salir-
-Espera…
-¿Si? –Se detiene pero sin darse vuelta, solo mueve su
cabeza a un lado para verla de reojo-
-(¿Qué me pasa?... No quiero que se vaya, quiero que se
quede aquí conmigo… No… Debo controlarme…)
-B-Buenas noches para ti también –Se mantiene en su costado
dentro de su cama sin voltear a verlo-
-… -Una tenue sonrisa aparece en su rostro a la ves que un
rubor, se apodera de sus pálidas mejillas- Gracias, señorita Sasha… -Se marcha
cerrando la puerta-
-… Elliot –Susurra y cierra sus parpados lentamente-
Increíblemente Sasha logro dormir muy bien toda la noche, ya
nada interrumpió su sueño, pero le habían quedado muchas dudas y preguntas
sobre el rosario, Dios y el rezar… Dudas que deseaba en lo mas profundo de su
ser, despejar…
Cada vez en su mente se hacían mas enredos... Lo que le sucede en la noche... ¿ Tendrá que ver con la religión? ¿Es su imaginación? Si es así... ¿Por que Elliot también lo siente y lo ve? ¿O acaso serán fantasmas?... ¿Que es?... La joven pelinegra de orbes ámbar, solo espera saber exactamente que es lo que le sucede y anhela con todo su corazón encontrar un modo para liberarse de esa carga.
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bien.....está buenísimo!!! estas mezclando religión con ficción...está muy bueno....
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