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Capitulo- 2 -Soledad-
La fría noche fue más extensa de lo que pensó… Y como lo
esperaba, no pudo dormir bien.
Aunque quisiera quedarse todo el día en su cama, sabía que
no podía hacerlo, tenía que asistir a clases, tenía que seguir adelante…
Llegó la hora de ir a la universidad. Es lunes, y la
oscuridad en el cielo, se había desvanecido con el brillante y leve sol de
otoño.
Sasha estaba a punto de atravesar la gran puerta de la
mansión, que previamente fue abierta por Elliot.
-Señorita Sasha… No desayuno… -Articula en ese tono apocado,
el joven rubio-
-No importa, ya comeré algo después… -Despreocupada terminaba
de abrocharse su abrigo negro-
Ya en sus ojos era notable el desvelo que había pasado,
noche tras noche. Lo que a Elliot le preocupa de sobre manera, que aún sabiendo
que solo es el mayordomo, se atreve a preguntar…
-Señorita Sasha… ¿No esta durmiendo como debería? –Se acerca
un poco más sin romper su porte elegante, mirando sus dorados ojos-
-¿Qué?... No… Es decir, sí, estoy bien, no… I-Importa
–Titubea al bajar su mirada quedando pensativa y seria-
-… -No muy convencido de su respuesta, suspira, para luego
observar como abotonó desordenadamente su abrigo, seguro a causa de la falta de
descanso, que era obvia- Si tiene algún
problema, dígamelo por favor… -Pronuncia con un tono casi inaudible al acercar
sus manos hacia ella, para desprender los botones de su abrigo y asegurarlos
correctamente-
-¿Dijiste algo? –Cuestiona observándolo extrañada, al no
haber entendido ni escuchado bien lo que dijo-
-No, no es nada importante… -Dice con voz clara, al
enderezarse y verla con una leve sonrisa-
-¡Como sea, debo irme ya o llegaré tarde! –Sale apresurada
yendo hacia la limusina que la esperaba-
-(Luce muy cansada y triste, todo el tiempo… ¿Qué es lo que
tanto la agobia? Que hasta le roba el sueño…) –Se cuestiona en su mente al
fijar su mirada en ella, viendo como se marcha-
-Elliot… ¿Qué haces? –Se escucha la voz de una chica detrás
de él que interrumpe sus pensamientos-
-Stacy… -La nombra al girarse a verla-
Era una joven chica, con un rostro muy similar al de él,
también de blondo cabello, el cual siempre arreglaba en dos largas trenzas que
dejaba ver al frente, poseía unos brillantes y grandes orbes esmeraldas, vestía
como sirvienta, era su hermana gemela.
-Nada… -Responde Elliot en seco y camina pasando por un lado de ella-
-¿Cómo que nada? Si acabo de ver como la mirabas… -Se cruza
de brazos molesta, viéndolo- ¿Siempre estas pensando en ella no?...
-… -Detiene su andar al escucharla y adopta un rostro serio
sin voltear a verla, solo le da su espalda-
-Elliot… -En un tono mas suave se aproxima a él y posa su
mano sobre su hombro- Te he dicho que la olvides, solo eres un sirviente, nada
más… ¿Realmente crees tener oportunidad? –Susurra mirando sus rubios cabellos-
-… -A pesar de que encuentra las palabras adecuadas en su
mente, prefiere callar-
-… -Suspira dejando su hombro, para posicionarse frente a él
y ver su rostro, colocando sus manos en sus mejillas delicadamente- Oye… Soy tu
hermana, y tú eres mi única familia, solo quiero verte feliz, no sufrir…
¿Entiendes? –Le sonríe mirando directamente sus ojos-
-Sí… -Con un semblante melancólico la mira-
-Bien… -Sin borrar esa sonrisa da media vuelta y se retira
tranquilamente-
-… -Libera un ligero suspiro y la ve irse sin decir más,
volviendo a su trabajo habitual-
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La pelinegra de larga cabellera, entraba a una de las
clases, donde pudo encontrar rostros conocidos… Los que fueron sus amigos, y el
que fue su novio, hace apenas unas semanas atrás…
Aún no entendía, por que se habían alejado de ella, por que
no la entendían, por que no le creían, ya que ella sabía que les dijo la
verdad, cuando intento contarles los extraños sucesos que vivía por las noches…
Antes, pasaba inadvertida, ahora al estar presente, es el
centro de atención, siendo atacada por burlas y el rechazo de sus compañeros,
queriendo desaparecer de su vista.
Apenas entra al salón de clases y todos le dirigen su
indiscreta mirada y comienzan a escucharse murmullos y risitas burlonas, ella
los ignora y llega a su asiento dejando salir un profundo suspiro…
-Eh, Sasha… ¿Qué dicen tus amigos invisibles? –Se escucha la
molesta voz de uno de los chicos-
-Cállate… –Masculla Sasha frunciendo el entrecejo, irritada
y mira de reojo a una chica pelirroja quien fue su amiga-
-Oye, no me mires así, me das miedo… Dime ¿Sigues poseída
por demonios? –Decía haciendo una mueca de desagrado al verla, la pelirroja-
¡¿No los trajiste contigo o si?!
Se escucha que alguien de fondo dice “Cuidado con la loca” Y
todos ríen a su alrededor, haciendo despertar al profesor que se había quedado
dormido en su escritorio…
-¡Oigan! ¡Ya basta! –Exclamó el maestro, frotando su rostro
con sus manos para espabilarse- ¡Sigan leyendo que habrá examen!...
De inmediato todos clavan sus miradas en las páginas de sus
libros, haciéndose el silencio…
Sasha apoya su codo en su pequeño escritorio, recargando su
mejilla en su mano, su rostro denotaba el fastidio que sentía y dentro de ella
podía sentir un profundo vacio, de la soledad que la envolvía, sabia que ahora
estaba sola, sin amigos, sin novio, sin familia… Con quien sentirse apoyada…
En el receso todos la evadían, incluso evitaban el acercarse
a ella… Por más que deseara hablar con alguien, no podía, nadie era confiable,
nadie la quería ni siquiera ver… Como si fuera una asesina, como si fuera un
monstro, estaba convencida, que cometió un error al contarles lo que le pasaba…
Un gran error…
Se sentó completamente sola en una de las mesas en la
cafetería de la facultad y saco de su maletín un libro y su laptop,
aprovecharía el tiempo, haciendo sus tareas pendientes, en algo bebía
entretenerse, para despejar su mente de esos horribles recuerdos de lo que paso
anoche y de la terrible pesadez que se había vuelto la universidad…
Pasados unos minutos, se le viene a la mente entrar a
internet para averiguar sobre lo que le sucede, pero ya no le queda tiempo,
además no tenía la certeza de “eso” que le sucedía solo por la noche… ¿Cómo
buscaría información sobre algo que desconocía?...
Cerro su computadora portátil y resopló, estaba molesta,
angustiada, se sentía tan mal, necesitaba desahogarse hablar con alguien ¿Pero
con quien?... Y apenas era lunes, faltaba mucho para el domingo, cuando iría a
terapia… Sabía que la semana con todo y noches, sería larga…
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El crepúsculo que anunciaba la noche era escalofriante para
Sasha, sabia lo que venía, cada noche era lo mismo, y no podía eludirlo…
Estando ya en casa, investigaba en internet sobre
“Fantasmas” Pues eso cree ella que es… Por más tonto e infantil que parezca
“¡Eso es!” Pensaba con seguridad la joven pelinegra y se repetía en su cabeza
una y otra vez “Que no estaba loca”…
Su gran habitación era iluminada por la luz artificial,
aunque aun no cayera la noche, pues sabía que el atardecer pasa rápido y
tenía miedo…
Cerca de una de las amplias y largas ventanas cubiertas por
extensas y elegantes cortinas color vino, sentada en su escritorio indagaba en
la red con su laptop, leía y leía, obsesionada y casi desesperada por saber
sobre espectros sobrenaturales y el modo en el que se manifiestan, todo lo que
leía le parecía muy familiar, todo concordaba era justo como a ella le
sucedía…. También leyó algunos comentarios en las páginas de internet, de
personas que vivían una situación idéntica e igual que la suya, ahora sabía que
no era la única persona que experimentaba esto… Una prueba más de que no estaba enloquecida…
Poco a poco la luz en el cielo se apagaba, el sol se
escondía y los dedos de Sasha al escribir temblaban, al sentir que alguien la
observaba, luego percibe una cercana presencia como si alguna persona estuviera
detrás de ella… No duda en voltear a ver que es y no hay nadie, pero esa
sensación de que alguien sigue ahí, pero ahora a su lado no se va… Como lo
esperaba, “eso” había vuelto… Y le perturbaba.
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Por otro lado… Ahí mismo en la mansión, pero en otra
habitación, más bien, en el dormitorio de la servidumbre, se encontraba Elliot
con su hermana Stacy. El no dejaba de caminar de un lado a otro, inquieto y
preocupado por su ama…
Stacy lo observa con desdén desde su cama mientras deshacía
sus trenzas con sus dedos lentamente…
-…Algo le pasa… ¿Pero que es?... ¿Sera su escuela? ¿Sus
padres? Sí, debe ser eso… -Analizaba el rubio mirando al suelo mientras
caminaba-
-Relájate… -Lo contempla con seriedad-
-No puedo… -Deja de caminar y se deja caer de sentón en su
cama angustiado-
-Quizá solo es insomnio… ¿Recuerdas que tu sufrías de
insomnio cuando tenías quince años? –Ríe- Que no podías dormir y me
despertabas… Por que no querías dormir solo… -Sonriendo en modo divertido lo
observa peinando su cabello con sus dedos-
-¡No era insomnio! –Agacha su cabeza y sus pálidos cabellos
de enfrente cubren parte de su rostro- Eran… Demonios… -Murmura aferrando sus
dedos a la sabana del colchón-
-¿Demonios?... –Estalla en carcajadas-
-… (Ahora que lo recuerdo… Eso era un tormento… Espero y no
sea eso lo que atormenta a Sasha y no la deja dormir…) –Piensa permaneciendo
con su cabeza inclinada-
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Es tiempo de ir a la cama… Y Sasha toma su enorme oso de
peluche para sentirse “acompañada” entrando a su cama, minutos antes había
dejado una pequeña lámpara en uno de los buros de los lados de su cama,
encendida, para alumbrar su oscura habitación, no soportaría ver de nuevo las
tinieblas rodeándola. Siendo esa tenue luz lo que le da más serenidad, dándole
confianza para cerrar sus parpados…
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Dentro de un sueño desagradable… Estando durmiendo boca
arriba, siente un peso encima, como de un cuerpo queriéndola aplastar, lo que
la hace querer despertar de inmediato, pero le es imposible, es tan extraña y
espeluznante la sensación, que decide dejar de soñar, pensando que se trata tan
solo de un sueño. Haciendo un gran esfuerzo logra medio abrir sus ojos, así lo
siente… Puede ver su habitación en tiempo real, pero ese peso que sentía sobre
ella no se va, solo empeora, ella sigue sintiendo lo mismo, pero no puede ver
que alguien este sobre su cuerpo, quizá siga dormida… ¿Pero como? Todo se ve y
lo siente tan real, esta completamente consiente, y esta segura que entre abrió
sus parpados, pero no puede moverse, es como si su cuerpo estuviera congelado,
cree que sus intentos por mover su cuerpo o hablar son inútiles, le entran
ganas de gritar del terror que recorre cada rincón de su ser, pero no puede… “Eso”
que esta arriba de ella, se lo impide, es como una fuerte energía que se
aferra, queriendo entrar dentro de su cuerpo. Y vuelve a escuchar voces, como
de una multitud de hombres hablando, pero no les entiende que es lo que dicen,
Sasha solo quiere “despertar” Por que sigue pensando que es su mente, su
imaginación, una pesadilla… ¿Pero por que siente miedo entonces?
Escucha un gruñido en ese estado paralizante, cerca de su oído,
que parecía provenir de “eso” que la presionaba cada vez más fuerte y profundo.
Una grave y ronca voz de un hombre grita diciendo unas palabras cargadas de
odio y coraje, incomprensibles, y ala vez unas grandes manos agarran sus brazos
agitándola, cuando puede librarse de eso y abrir completamente sus parpados,
viendo su habitación, ahora, sintiéndose totalmente “despierta”, respira
aceleradamente y se sienta en el colchón, mirando que su oso esta en el suelo,
una curiosa sensación de agotamiento interno se aloja en ella, arrastra su
mirada hacia el pequeño reloj del buro cerca de su cama y son exactamente las
tres de la mañana, sintiéndose impotente, débil y muy sola, un sentimiento la
embarga y temblando empiezan a brotar lagrimas de sus amarillentos ojos,
doblando sus piernas y abrazándolas. No sabía por que lloraba… Solo creía que
era necesario… De algún modo, anhelaba desahogarse, pues ese intenso miedo que
le provocaba desasosiego se hacia mas grande, sin quererse ir… Ya no quería dormir…
Cada que dormía algo tenebroso la despertaba y estaba harta de eso, pero era
una necesidad básica del ser humano… Algo muy natural, que se le había arrebatado.
Penso que probablemente esta maldecida o la mansión esta
embrujada, de ser asi ¿Por qué solo la atacan a ella?... ¿Por qué solo a
ella?... Deja de lloriquear y seca sus lagrimas con las mangas de la blusa de
su pijama, y decide dejar la cama, aunque solo fueran las tres de la mañana, no
pensaba dormir mas, no soportaría otra vez algo como lo que acaba de
experimentar, fue una energía muy fuerte y no sabía como luchar contra eso.
Poso un pie en el suelo y después el otro, abandonando el
lugar que ahora le da mas temor, era el único sitio donde se sentía segura,
pero ahora ya ni eso le quedaba. Tomó su gran oso y camino hacia la puerta para
abrirla y salir de su alcoba… No sabía que haría en todo el resto de la noche,
pero algo si sabía, que no regresaría a su habitación por nada del mundo.
Camino a paso lento por uno de los corredores de la mansión,
era muy oscuro y apenas era iluminado por pequeñas luces que colgaban en el
techo, mientras avanzaba a lo largo del corredor, podía ver pequeños muebles y
cuadros que adornaban las paredes… Estrechando con sus brazos su peluche parpadea con asombro al
ver uno de los cuadros, era una pintura de una mujer vestida de negro que en la
luz del día, era hermosa pero ahora que la ve de noche, lucia diferente… Su
rostro era tenebroso, con una amplia sonrisa y unos ojos parecidos a los de un
gato, pero rojizos… Asustada mira a otro lado y siguió caminando, en ese
momento al pasar del cuadro, siente que alguien la sigue, escuchando pasos tras
de ella, su corazón se inquieta, queriéndose salir de su pecho ¿Acaso “eso” la había
seguido? No pudo pensar en algo mejor. Dejo de caminar y el sonido de esos
pasos también se detuvo, por más que le entrara la curiosidad de ver detrás de
ella, no se atrevía, el miedo la carcomía… Prefirió correr, pero fue peor, eso también
acelero y la perseguía, Sasha dio vuelta a otro pasillo pegándose de inmediato
a la pared, sin ver un mueble a su lado que tenía un pequeño adorno de frágil material,
que al mover su oso este lo roza haciéndolo caer al suelo y destrozándose con
el impacto, haciendo un ruido que le molesta en los oídos y hasta hace eco en
su cabeza, pero ya no siente nada… Fue como si ese sonido haya roto con esa
presencia u energía…
Jadeando levemente y con sus ojos coloreados por el sueño
que tiene, permanece ahí unos segundos, apegándose a su oso de peluche… Dirige
su mirada a un lado a lo lejos, hacia fondo del pasillo, justo cuando pensó que todo había terminado, entre lo mas sombrío, algo parecía emitir un ligero ruidito como si
movieran un collar y una débil voz rezara, nuevamente el sonido de unos pasos
al acercarse la aterran y sin querer moverse de su lugar, solo cierra sus
parpados apretándolos ligeramente mientras se estremece, no quería ver nada, ni
escuchar, pero no podía cubrirse los oídos, ya que abrazaba a su oso, su única “compañía”.
Oye como los rezos cesan y esos pasos se aproximan rápidamente hacia ella, escuchándose
cada vez mas cerca.
Sasha simplemente mantiene sus ojos cerrados esperándose lo
peor, pero no tenia a donde correr ni a donde escapar…
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