miércoles, 9 de enero de 2013

Enamorada de las palabras [ Mis tesoros ]







Capitulo- 3                               -Mis tesoros-






De pronto Ale saco de su bolso un sobre blanco y me lo entregó con una sonrisa, yo emocionada lo cogí y lo observe boquiabierta.


-Es una carta -Decía ella- Él la quiso escribir cuando le conté sobre ti es un tonto, no sabía que decirte -Ríe y vuelve a beber refresco de un popote-

-Un, una carta ¡¿Para mi?! ¡¿En serio?! -La mire con una notable sonrisa-


Ella asiente sin decir más y me apresuro a abrirla con ansiedad, muero por saber que fue lo que escribió. Comienzo a leer en voz alta para que Ale pueda escucharme.


"Hola Angélica, soy Victor, Ale ya me contó de ti y creo que eres linda, gracias por quererme, me gustaría conocerte en persona algún día".

-¡Ah! ¡Por dios! -Cubrí mi boca impresionada sin dejar de ver el texto, su letra y cada palabra que escribió para mi era tan especial-

-¿Ves? Es un tonto solo pudo escribir eso, debió decirte más -Se cruza de brazos-

-¿Más? ¡Calla! ¡Esto es perfecto! ¡No necesito más! -Con mis manos puse la carta contra mi pecho viendo a Ale frente a mí-

-¿Segura? -Enarca una ceja-

-No... -Reí- Pero, si me encanto. Gracias Ale por traerme tan valioso detalle ¡Eres la mejor amiga! -Suspire ilusionada-


Ese texto aunque corto, no hizo mas que enamorarme profunda y perdidamente de él, no puedo creerlo ¿Le interesa conocerme? ¿Eso quiere decir que me quiere? Dios, no puedo ser mas feliz.

Apenas salí de la secundaria y apurada llegue a casa buscando en mi habitación algún lugar especial donde guardar tan apreciado objeto. Era el primer regalo que recibía de Victor, la primer prueba de amor.

Después de haberla leído no pude dejar de pensar en lo que me escribió, él ha robado mis sentidos, esta en todas partes es imposible no tenerlo presente en mi mente todo el tiempo.
Ahí debajo de un mueble encontré una caja de plástico en la que guardaba mi diario y unos plumones, los bote completamente para poner dentro la carta con todo y sobre. De rodillas en el suelo de mi alcoba veía con una enmarcada sonrisa la carta en la caja, pensaba que era mi primer tesoro jamas me gustaría perderla, ni permitiría que algo le pasara. La contemple por un momento y cerré "la caja especial" ocultándola nuevamente bajo el mueble.
Me dispuse a hacer mis tareas pendientes. Ya en la noche fui a la cama y comencé a imaginar y soñar el día en el que lo conoceré, mi cabeza fue invadida por pensamientos de Victor otra vez, hasta que sin darme cuenta me adentre al mundo de los sueños.

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En la mañana siguiente, estábamos en clase y mi deseo por querer ver al primo de Ale crecía. Con impaciencia y desesperación esperaba a que la clase de matemáticas terminara, ya quería hablar con Ale, la clase no me interesaba, no ponía atención solo dibujaba corazones y escribía su nombre en el cuaderno con ansiedad hasta mordía mis uñas. Finalmente llego la hora de cambiar de materia y por el pasillo de la secundaría al dirigirnos a la siguiente clase caminé a un lado de Ale.


-Ale ¿De verdad tú primo no puede venir a tu casa? -La miro interesada-

-No Angie, no... -Sin verme-

-¡P-Pero! No sé, pídele a tú mamá que convenza a tu tía, tal vez para que le ayude a hacer algo o, que la invite a cenar ¡Algo! -Sugería algo desesperada-

-No es fácil convencer a mi mamá, ya te lo dije él no suele visitarnos -Se detiene en su casillero y lo abre cambiando de libros-

-¡Ale por favor! -Caigo de rodillas ante ella viéndola suplicante- ¡Ayudame quiero verlo!


Ale me observa impactada y niega con su cabeza.


-Levantate -Mira a sus lados- Todos te están viendo, se burlarán de ti.

-Esta bien -Me pongo en pie y le dirigió mi mirada afligida- Que mala amiga eres -Murmuré- En verdad me muero por verlo.



Ella suspiró y cerro su casillero dedicándome una fría mirada.

-Lo siento, no hay nada que pueda hacer, pero animo, es más creo que en dos semanas volveremos a ir por que es el cumpleaños de mi tío, yo le pediré que te escriba otra carta ¿Que tal?

-¿Otra? ¡Si! ¡Genial! ¡Quiero otra! -Sonreí-


Sí, fue fácil convencerme pero que más me quedaba, por lo menos tendré otra carta escrita por él, con su puño y letra.

Por supuesto espere paciente el gran día que recibiría la segunda carta, no se de donde tome fuerzas para esperar, creo que la ilusión me mantuvo serena, ya quería leer sus bellas palabras.

La alegría y emoción se apoderaron de mi cuando obtuve en mis manos una carta mas, enseguida la leí de nuevo fue corto el mensaje pero me fascino:

"Eres amiga de mi prima, sería increíble que fueras mi amiga también, espero conocerte pronto, cuidate"

Se repitió el mismo sentimiento la misma sensasión que inundaba con calidez mi pecho, se repetía la misma escena de yo frente a la caja de tesoros, con una sonrisa contemplando las cartas, pero esta vez no me atreví a cerrarla. Tomé ambas cartas y las desdoble estando tendida sobre mi cama las releí con ese gesto de alegría grabado en mi rostro, el amor que sentía hacia Victor aumentaba más y más, era tan fuerte, yo sola me reía, yo sola me sonrojaba al leer en mi mente como una loca las cartas una y otra vez. Como es debido quedaron guardadas en esa caja y cada palabra que había leído estaba atesorada en mi corazón y memorizada en mi mente, hasta podía escuchar una voz que imaginaba era de Victor en mi cabeza ¿He enloquecido?.

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Un día común y corriente en la secundaria uno de los maestros pidió hablar conmigo en privado, que extraño eso nunca me había pasado. Abrí la puerta de esa aula vacía y encontré con mi mirada al profesor sentado en el escritorio lucía muy serio y al verme se levanto y caminó hacia mi con una clara desaprobación en sus ojos.


-Angélica -Me llamo al detenerse frente a mi- ¿De verdad eres Angélica?

-¿Que quiere decir Profesor Gilberto?

-... -Resopla- Veraz, no se que este pasando, si tengas problemas en tu casa o estés en depresión, no lo sé, pero dime ¿A que se debe tu distracción? Últimamente tus ojos ya no están en la pizarra si no en la ventana y parece que vives en las nubes, y no solo lo he notado yo si no todos tus maestros, hemos hablado y llegamos a la conclusión de que efectivamente algo sucede contigo, también tus tareas, la mayoría de ellas están incompletas o mal hechas, antes no eras así, es como si ya no te interesa la escuela ¿Es eso? ¿O que es lo que esta pasando? -Con seriedad-

-Yo... No lo sé yo -Buscaba palabras adecuadas para decirle mirando el suelo avergonzada-


¿Y como no estarlo? Era la primera vez que me reprendían de esa manera, nunca antes me habían llamado la atención así.


-Angélica, te lo digo ahora antes de que sea demasiado tarde. Tú eres una esplendida alumna -Colocó su mano sobre mi hombro y me miró fijamente- Eres de las mas destacadas y no queremos perderte, mira, si tienes algún problema ten la confianza de decírmelo, tiene que haber algún motivo por el cual haz cambiado así. Tú problema aún no es muy grabe por eso no vi necesario enviarte con la asesora o a la dirección.

-Gracias Profesor Gilberto pero, la verdad no lo sé, todo esta bien, no tengo problemas con mi familia ni nada por el estilo, solo he estado distraída, le prometo que trataré de concentrarme más -Lo miraba-



Claro que sabia cual era el problema, eso a lo que llaman: Amor. ¿Y que puedo hacer? Soy feliz así pero no había notado que realmente me esta afectando en la escuela.

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La amistad entre yo y Ale se basaba en Victor parece que es lo único que nos mantiene unidas y en comunicación, solo podía hablar de su primo con ella y ¿Como no hacerlo? Si cada que la veía me lo recordaba tienen los mismos ojos.
Alejandra me contó día con día todo sobre su primo, cada situación que ellos habían vivido, lo que jugaron cuando niños absolutamente todo, era tan divertido saber más de él.

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Era sábado por la tarde, nuestro día favorito por que ese día solíamos salir a pasear a algún lugar como buenas amigas que somos. Habíamos juntado nuestras mesadas para poder ir a un parque de diversiones, hace tanto que no iba a uno y por ahí paseábamos, ya nos habíamos subido a un par de juegos, ahora Ale esta en busca de algo dulce que comprar, tenia hambre. Mientras caminabamos por entre la gente que pasaba de un lado a otro.


-¿No seria genial que tu primo estuviera aquí? -La miro a mi lado-

-Ah -Sonando aburrida- Sí, si... -Viendo a su alrededor-

-Imaginate, el sería el único hombre y nos cuidaría, también nos divertiríamos con el -Reí- Yo no me despegaría de él...

-¡Mira haya! -Apunta con su dedo a lo lejos- ¡Son rosquillas! -Se va corriendo-

-¡Oye! -La sigo-



Llegamos a donde vendían las rosquillas que eran grandes y se veían deliciosas. Ale las miraba con sus ojos muy abiertos vaya si que se nota que se le antojaban y tenía hambre.

-¡Yo quiero tres por favor! -Pidió contenta al señor vendedor- ¡Si, de chocolate!

-Ale ¡¿Escuchaste lo que dije?! -Molesta la observé-

-¡Oh! ¡Gracias! -Paga las rosquillas y empieza a comer una de ellas con las otras dos en la bolsa de papel- ¡Mm! ¿Gustas? -Me ofrece la que ya había mordido-

-No gracias, Ale -Pronuncie con énfasis su nombre-

-¡¿Que?! -Voltea a verme como irritada-

-¡No me estas escuchando!

-¡Angelica ya basta! ¿Podemos solo por un día dejar de hablar de mi primo? -Viéndome-

-... -Bajé mi mirada- De acuerdo, pero es que...

-Mira, es muy difícil que mi primo venga a mi casa, incluso que salga con nosotras -Come su rosquilla-

-Sí, sí, lo sé -Levanté mi mirada y extendí mi dedo índice donde pudiera verlo- ¡Ya se! ¡Tengo una idea!

-¿Que es? -Saboreando su comida-

-Sabes, la razón más importante que tengo para verlo es decirle lo que siento, que conozca mis sentimientos, quiero decirle tantas cosas, y... -Sonreí mostrando mi blanca dentadura-  Ya que él me ha escrito cartas...

-Que más bien parecen mensajes cortos -Ríe-

-¡Dejame terminar! -Le doy una palmada en su hombro- ¡Yo! Le responderé de la misma manera, ya que me parece imposible verlo otra vez -Baje el tono de voz- No me queda otra opción. ¡Le haré una carta! ¡Y tú se la entregaras!

-¿Yo? -Arquea una ceja al verme-

-¡Si! -Reí y la cogí del brazo- ¡Ven vayamos a mi casa! ¡Tengo que hacerla de una vez! -La halo hacia mi y así la llevo conmigo-

-¡Oye! ¡Pero todavía no hemos subido a la montaña rusa!



Dicho y hecho al estar en mi alcoba busque una hoja de papel color rosa. Me senté en mi escritorio y mientras Ale jugaba con mi cachorrita en el suelo, yo me prepare mental y sentimentalmente, toque con la punta del bolígrafo la hoja y la deslize formando palabras que salían directamente de mi corazón, al finalizar, rocié el papel con mi perfume, le hice unos dibujos, la doble y adorne con un pequeño lazo dorado y se la di a mi amiga quien reacciono impresionada.


-¡Vaya! Es muy bonita -La olfatea- ¿Le rociaste tu perfume? -Contiene una risa que infla sus mejillas-

-¡Calla! Es para él y quiero que le guste y se acuerde de mi, por favor esta próxima ves que lo veas dacela.

-Claro -La guarda en su mochila- ¡Bueno! ¡Ya me voy! ¡Te veo luego Angie! -Salió de mi habitación-

-Si... ¡Espera yo te acompaño hasta la puerta! -Fui tras ella-



Deposite mis esperanzas y sueños en Ale, ella era la única que podía ayudarme el único medio que tengo para comunicarme y saber de Victor.
Días después en camino a la secundaria, ya estábamos por llegar.


-¿Y ya se la entregaste Ale? -Pregunté al andar-

-Si apenas ayer, ya sabes, puso su cara de tonto, dijo que nunca una chica le había dado algo así.

-¡Oh genial! ¿Y la leyó?

-Sí, pero no me quiso decir que decía la carta, esta loco -Mira el cielo al caminar-

-Oye Ale, estaba pensando ¿Sabes el numero de teléfono de su casa? Me gustaría llamarlo

-Ah, creerás que soy tonta pero no me he aprendido el numero de su casa

-¿No? ¿Y tu mamá no lo tendrá en el directorio telefónico?

-No, no lo creo...

-Mentirosa ¿Entonces como le habla a tu tía?

-¡Angelica! ¡No lo sé! ¿Y sabes olvidate de eso! Te tengo una buena noticia que estoy segura te hará feliz.

-¿A si? ¿Qué es? -Interesada detuve el paso estando cerca de la entrada a la secundaria-

-Ayer, Victor me dijo que vendrá a mi casa pasado mañana... -Sonrió-


Al instante mi corazón parece que se congelo y quede totalmente pasmada, no puede ser ¿En serio él vendrá? Al fin podré verlo y hablar con él después de unas semanas, es sin duda la mejor noticia que me han dado en la vida, puedo morir ahora mismo no me importará soy más que feliz.

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3 comentarios:

  1. awww dios mio amo esta novela esta realmente genial me encanta asdad unni eres muy genial siguela espero ansiosa

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  2. kekeke ale esta celosa XDD na no es cierto la verdad yo también me artaria una wuey asi XD pero igual entiendo a angélica a la perfección :D me gusto mucho kekekeke perdon por tardarme en leer es que se me olvida XD pero aver si puedo leer el que sigue kekekeke

    muy bueno ;D

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    Respuestas
    1. Angie me sigue pareciendo insoportable. La paciencia de Ale me da mala espina.
      Y Víctor es un infeliz, la chica le parece linda y lo único que hace en enviar misivas. Algo no cierra.
      Buen trabajo!
      Saludos.

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